Nos somete. Hay que despertar, nos están robando el mundo y la vida

La Cotidianidad impuesta por el capital nos impide, pensar y luchar

En este programa de radio "El Hacer y el Saber Comunal", donde hemos venido señalando las diversas situaciones que nos van generando los conflictos sociales provocados por el capitalismo y sus operadores, alguien nos señaló en un mensaje que hemos olvidado el papel decisivo que juega el sionismo en las definiciones del reparto del mundo que desde 1948, cuando se reconoce a los judíos a tener su Estado propio, han venido trazando las grandes potencias encabezadas por USA y el Reino Unido. Debemos tener claro, que judaismo no es sinónimo de sionismo y que muchos judíos rechazan las propuestas sionistas para apropiarse del mundo, pero, no porque estas estén expuestas en los llamados Protocolos de los Sabios de Sión, sino porque, la práctica arrasadora contra el pueblo Palestino por parte de las fuerzas sionistas así lo indica. El sionismo, por su poderío apuntalado por estas dos potencias angloparlantes, le ha permitido consolidarse como uno de los Estados con más capacidad bélica del mundo, y por las fabulosas fortunas acumuladas con sus prácticas agiotistas, ejercen control sobre las principales fuentes de financiamiento del mundo, lo cual les ha llevado a imponer presidentes en los Estados Unidos como el actual Presidente Obama y financiar a su pupilla Hilary Clinton.

Pero vamos a dejar abierto este tema para un programa sobre la influencia del sionismo en la actual situación mundial, porque nuestra intención con este segmento no es sólo para recordarles que el Sionismo es una fuente importante de las políticas de exterminio e invasiones de pueblos, sino para también para recordarles que no olviden, que esta situación nacional e internacional que vivimos, nos ha hecho olvidar el tratamientos de temas que ya se nos están haciendo ajenos, como el papel del los pueblos en la revolución mundial, la clase trabajadora como sujeto social principal en la lucha contra el capitalismo y de la construcción del socialismo, las organizaciones directas necesarias de los trabajadores para la lucha contra el capitalismo como lo son los Consejos Autónomos de los Trabajadores y Trabajadoras, la Autogestión como el camino a la verdadera emancipación del los trabajadores, las Comunas como la instancia geoespacial, económica, política y social para llevar a cabo el socialismo verdadero, los Modelos de Granjas Integrales para comenzar a resolver la contradicción campo – ciudad, en fin una serie de temas que no hemos podido desarrollar para ese proceso constructor continuo que debemos impulsar los pueblos por lograr ese otro mundo anhelado sin explotados, porque la dinámica que vivimos es demasiado acelerada y los acontecimientos nos arropan.

Pero, también, esto nos lo ha impedido, los diversos elementos distractores, enajenadores que se han venido presentando en esta abrumadora realidad, que quisiera no darnos tiempo a los humanos para pensar y recrear nuestras prácticas y pensamientos. Es esta realidad concreta, embrutecedora, llamada sociedad capitalista, la cual nos envuelve en una cotidianidad iniciada desde el mismo momento que nos despertamos, nos cepillamos, nos bañamos, dasayunamos y nos preparamos para el input (entrada), caminamos apurados para el trabajo, empujamos por poder entrar al metro, no saludamos a nadie y todavía medio adormilados, entramos al trabajo para comenzar a transcurrir 8 horas de rutina cotidiana, luego nos preparamos para el output (salida) dejamos no totalmente la rutina del trabajo porque nos persigue. Ya convertido en un producto aburrido, vamos nuevamente predispuestos a empujar por poder entrar al metro, saber que vamos a oír el descontento provocador de los enemigos del gobierno echándole la culpa de todo, anunciando que pronto Maduro se va. Esto en medio del silencio de quienes no estamos de acuerdo con lo que estos provocadores dicen porque sabemos que son mandados a provocar, y así, sin mirar a nadie hasta que llegamos a la casa, donde nos vemos las caras, esposa, esposo, concubina, concubino, los hijos nuestros, los hijos de ella, los hijos de él, todos fastidiados y cansados de las distintas cotidianidades que nos toca a cada uno. Luego cenamos lo poco que permite la escalada de precios, prendemos la también aburrida televisión, nos da sueño por la repetición televisiva, nos dormimos, y si ha sido muy intensa esa cotidianidad, podemos tener la desgracia de repetirla en los sueños cargada de mucha imaginación propia de lo onírico. Al otro día la misma cotidianidad, hasta que termina la semana laboral y comienza el fin de semana, donde retomamos la cotidianidad propia del fin de semana la cual fue interrumpida cuando comenzó el lunes laboral de la semana laboral que terminó el viernes pasado. A esta cotidianidad se nos ha sumado el ir a hacer colas, pensar, ¿qué habrán dejado los bachaqueros para nosotros?, calcular lo que podremos comprar con la incertidumbre de no saber hasta dónde han subido los precios, y al fina,l llegar a que compramos poco de lo que pudimos encontrar en los anaqueles, convertidos en vacíos por los acaparadores, y en caros los productos por los especuladores a quienes uno califica como enemigos del pueblo, mientras otros inconcientemente se dan por decir que gracias a los productores (burgueses definidos como empresarios) podemos comer, personajes que por supuesto sabemos que no producen nada y quienes no han descubierto el fondo de las cosas, culminan responsabilizando al gobierno de lo caro y la ausencia de los bienes que buscamos.

Bueno, queridos usuarios de Radio Arsenal, esa es la cotiniadad de los trabajadores y trabajadoras, es decir, de los que producimos la riqueza, porque la cotidianidad de los que no trabajan y lo tienen todo, es distinta a la nuestra, y no la cuento, porque prácticamente la desconozco como práctica propia, pero que me imagino está cargada de lo que ellos llaman la tranquila felicidad, con muchos derroches y lujos, el consumo tranquilo de alcohol etílico de muchos años de añejamiento, de estupefacientes para calmar el cansancio de no hacer nada, buenas y costosas comidas en abundancia, es el derroche por todos los costados, incluyendo el sexual. Disfrutar, si eso lo que creen ellos es disfrutar porque se lo pasan en un ocio increativo, cargado de la pereza obtenida gracias al esfuerzo de los que vivimos la otra cotidianidad que ya contamos. Es la realidad que atrapa a unos en el desespero de no tener nada a pesar que todo lo dan, y a otros, en buscar como gastar lo que han obtenido sin ningún esfuerzo.

Les prometo que a partir de la próxima semana, trataré algunos de estos elementos distractores para concentrarme luego en los temas que les he señalado como necesarios en este programa. Eso no va a ser fácil, porque ya tengo muchos años en esta cotidianidad, pero les prometo que haré un esfuerzo por robarle tiempo a esta aburrida cotidianidad capitalista, que de paso no es tan tranquila como aparenta esa continuidad como les expuse, sino que tiene su fuerte dosis de violencia para mantenernos cotidianos y asustados, llenos de pre - ocupaciones.

Siempre andamos pre – ocupados, es decir, ocupados previamente a que comience nuestra somnolienta ocupación en la cotidianidad diaria. Estamos pre – ocupados de la violencia desatada; si vamos a manejar lo hacemos pre – ocupados de los motorizados y las colas que nos esperan; pre -ocupados por llegar tarde al trabajo; pre – ocupados por que nos les pase nada a nuestros familiares y es tanta la pre – ocupación que dejamos de ocuparnos de nosotros y de ocuparnos de la lucha por salir de la sociedad capitalista, causante de todas estas pre – ocupaciones, que a los capitalistas les despreocupan..

Hay lecturas que pueden ayudarnos a entender desde dónde se levanta esa cotidianidad que les recomiendo estudiar (no leer), por ejemplo, el libro de Karel Kosík, "Dialéctica de lo Concreto", especialmente el artículo hecho capítulo, "Metafísica de la Vida Cotidiana" ; estudiar del Capítulo I de El Capital de Carlos Marx, la parte donde el autor trata "El Fetichismo de la Mercancía"; estudiar del Libro de Isaac Illich Rubin "Ensayo sobre la Teoría Marxista del Valor", la primere parte, "Teoría marxista del Fetichismo de la Mercancía" y los trabajos que ustedes encuentren en su búsqueda sobre el tema. Esto es de mucha importancia para entender cuál es el mundo material enajenante que nos enajena el mundo espiritual donde nos desenvolvemos enajenadamente.

Cuando vemos como necesidad la elevación de la conciencia de los pueblos, tenemos que llegar a la superación de estos elementos que perturban la comprensión clara de los procesos en su profundidad, desgarrando la realidad en sus múltiples relaciones, no podemos quedarnos en la superficialidad de lo que se nos presenta como realidad, porque ella por si sola no nos revela nada, pues como nos dice Marx, "...si los hombres captasen inmediatamente las conexiones, ¿Para que serviría las ciencia?". Tener conciencia es tener conocimiento científico de los procesos y eso no es sólo tarea de los académicos, de los doctores, es básico para todos los humanos, especialmente para aquellos que quieran hacer la revolución. La empiria y el pragmatismo, nos pone como práctica el inmediatismo y esto nos reduce al tareísmo y a lo más grave, al reunionismo de donde salen las miles de tareas que se plantean para ayer, como se dice coloquialmente.





















 



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José Bonilla A.


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