Los errores más graves que desestabilizan la revolución

 

El escenario que se vislumbra, en los actuales momentos, para proceso revolucionario no es nada alentador. El descontento entre el pueblo se ha agigantado y una gran mayoría cree que la culpa es por la gestión del presidente Maduro.

La tesis que la oposición generó de que Nicolás Maduro no es Chávez y que él no seguirá el legado ha ido calando, esto junto a la intensificación de la guerra económica, esta introyectando en la psique de muchas personas que la solución es la salida del gobierno y la entrada "triunfal" de los Ramos Capriles López Machado, cual salvadores que lograran eliminar las colas y como arte de magia aparecerán los rubros de la cesta básica y demás artículos necesarios para una "vida feliz".

Podemos decir que la guerra económica está logrando el objetivo principal: vencer en la guerra psicológica y posicionarse en la consciencia del pueblo e ir borrando el socialismo bolivariano y reintroducir el capitalismo como la supuesta única solución al bienestar humano.

En este marco se insertan los grandes errores que se han cometido a lo largo del proceso revolucionario. Podemos enumerar los más importantes:

1. Falta de estrategias y acciones ideologizadoras bien diseñadas y sostenidas en el tiempo de lo que es el proceso revolucionario socialista bolivariano. En este punto, quiero recalcar que William Izarra fue uno de los propulsores de la escuela ideológica y de la necesidad de cultivar la conciencia revolucionaria. Recuerdo que otra idea, en esta misma línea, era la de ubicar en cada nuevo urbanismo una oficina gubernamental que se dedicaría a ir trabajando junto al pueblo el proyecto revolucionario y las normas de convivencia socialista. Otro fue el acompañamiento ideológico que se le daría a las radios comunitarias y no dejarlas a su libre albedrío. Esto ha incidido en la falta de conciencia revolucionaria en una gran parte del pueblo y que haya permeado, como prioridad la cola, la búsqueda de los "productos de primera necesidad" y no el boicot a la guerra económica y sus organizadores y la creación de nuevas soluciones

2. Falta de control y supervisión de convenios, proyectos, adjudicaciones, subvenciones, expropiaciones, otorgamientos, empresas, organismos, entre otros. Durante la gestión del Comandante Hugo Chávez se firmaron cientos de convenios internacionales con muchos países, muy pocos de estos convenios se sabe en que pararon. Igualmente, fallecieron las areperas, los cultivos organopónicos, los barrio adentro, CDI, etc. Uno puede visualizar con tristeza, en la autopista regional del centro, el abandono de los cultivos protegidos que estaban proyectados a surtir parte de los requerimientos agrícolas de la región central. Si nos ponemos a escarbar surgirán otros brillantes proyectos socialistas que se abortaron. Una de las fallas ha sido el estricto seguimiento y control revolucionario de estas obras. Vigilar con mano férrea el cumplimiento de los objetivos propuestos en estos proyectos. Y exigir a los responsables de los proyectos y a los responsables del seguimiento, supervisión y control respuestas.

3. No aplicar con determinación la lista Tazcon. Nadie, en ninguna instancia gubernamental de ningún país, ni en ninguna empresa ni organización pública o privada, permite que ingresen elementos contrarios a la visión, misión y objetivos institucionales a ocupar ni altos cargos ni puestos, medios ni bajos. Un portero puede entorpecer la buena gestión de una organización al impedir la entrada de alguien o dar mala información o no manejar información pertinente. Ni se diga de los altos directivos quienes controlan el poder y gestionan el quehacer de las instituciones. El error grave que se cometió fue permitir que personas contrarias a los ideales de la revolución, sin una pizca de idea de los que es el socialismo bolivariano, ocuparan cargos y puestos importantes en los organismos y empresas gubernamentales. Estos han ido torpedeando y minando la revolución desde adentro, disfrazados en muchos casos de chavistas radicales, súper socialistas, ocultando su verdadera ideología y succionando los recursos económicos y materiales a su disposición. Y los más grave ha sido colocar en los puestos de supervisión, seguimiento y control de los proyectos a gente que, incluso aparecieron firmando contra Chávez y ahora contra Maduro.

4. El cuarto error ha sido el actuar con laxitud, con desidia, con injusticia, en los casos de ataques a la revolución, a sus líderes y seguidores. Desde que se iniciaron las muertes de chavistas y revolucionarios, entre ellos los líderes campesinos, indígenas, dirigentes comunitarios, dirigentes políticos, se permitió que los autores intelectuales, quienes todo el mundo puede dar fe de su culpabilidad permanecieran libres. En estos momentos se sabe que la Polar está contribuyendo y financiando la guerra económica, por VTV todos los días se pasa un video de estas acciones, altos dirigentes del gobierno y del PSUV hablan, señalan y muestran pruebas de estas acciones de la Polar y entonces ¿qué se va hacer? Por otra parte, se sabe que los distribuidores están implicados hasta las cejas en el golpe de estado y la guerra económica, se sabe quiénes son estos distribuidores, sin embargo, no hay acciones contundentes. Igualmente, están los casos de corrupción en todos los niveles; corrupción que se está devorando cada proyecto social. Si no hay justicia hay impunidad y la impunidad atenta contra la revolución.

5. Fallas en una demoledora, eficaz y eficiente gestión comunicacional. Esta falla ha sido una de las patas mochas del proceso revolucionario; se necesita alguien, al estilo de lo que hizo Vielma Mora en el Seniat, que lidere un equipo multidisciplinario que se aboque al estudio y análisis comunicacional de la oposición y que establezca estrategias de guerra que bloqueen y se pase a la ofensiva comunicativa y que tenga un alto impacto psicológico e ideologizador. No se trata solamente de trabajar en la estrategia comunicacional únicamente de VTV sino de ir, incluso al uso de las famosas pintas y graffitis, de los monitores dentro de las unidades de transporte colectivo, sino de crear hasta letreros a ser ubicados en instituciones, avenidas, etc y el uso de las Tic’s. Se dirá que estamos ideologizando, si estamos ideologizando. Un proceso revolucionario no sobrevive sin una conciencia revolucionaria.

6. Un error super grave fue abandonar la idea de las escuelas bolivarianas y no haber podido diseñar, aplicar y supervisar el pensamiento socialista bolivariano educativo. Se dejó en manos de gente que no tenían claro ni siquiera que significa ser de izquierda, menos comprenderían la idea de Chávez del socialismo del siglo XXI. Este proyecto debe ser retomado y rediseñado por verdaderos revolucionarios con una clara consciencia de su rol social, que puedan lograr darle forma a la educación socialista bolivariana, que formen a los nuevos educadores que transmitan a sus alumnos el ideal y legado de Chávez.

7. El último error, que voy a señalar está dirigido al proceso laboral. Una de las actividades eminentemente humanas es el trabajo, el cual ocupa una posición primordial en nuestras vidas. Dedicamos más de 8 horas diarias a trabajar, sin contar las horas de estudios para formarnos en una especialidad laboral, las horas dedicadas a prepararnos para ir a trabajar (aseo personal, alimentación, traslado). El trabajo es la base de la explotación capitalista, de la expropiación del verdadero valor de la fuerza de trabajo, es fuente de adquisición de casi todas las enfermedades que padecen las personas, de accidentes de trabajo y es la manera en que el pueblo adquiere los recursos económicos para el consumo de los mismos productos que fabrican los trabajadores. El trabajo también es fuente de liberalización y formación de la consciencia revolucionaria. El proceso revolucionario abandono los entes gubernamentales que tienen incidencia en el hecho laboral: el Inpsasel, el Incret, las inspectorías del trabajo, los sindicatos, los comités de seguridad y salud laboral, las escuelas de trabajadores.

La lista puede extenderse a otros errores sustantivos que se han cometido a lo largo del proceso revolucionario, que tiene incidencia en estos momentos coyunturales en que está amenazada la patria. Todavía podemos rehacer lo que hicimos mal, todavía podemos rescatar la revolución.



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Ysrael Salinas


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