Zorros, camaleones e iguanos

Sin duda la cultura va señalando el pre y pos comportamiento del ciudadano en una sociedad; pauta caminos de toda índole en la sencilla cotidianidad de su existencia, razón inmediata para medir cuáles políticas de nacionalismo se deben aplicar, con cuál objeto preciso propositivo ha de ir a efectuarse para conocer y revelar sus históricos y para así alimentar su presente con engorde futuro de sus pertenencias culturales.

La cultura tiene su propia natural identidad en todo espacio denominado nacionalidad territorial citadina-rural y emigros, ha sido división innecesaria del desnominado "humano" como rasgo acultural incompresible y confuso en sí mismo, su desnaturalizada discordancia mal profesada, producto hoy de múltiples controversias de pueblos diferentes pero iguales.

Proviene entonces la competencia entra ésta en el ultraje dominio, las masas son apetecibles, se les desculturiza a razón de imponer una cultura ajena a su origen; la cultura tiene la particularidad de contener manejo psíquico para el control de las costumbres de un pueblo. ¿Qué significa zorros, camaleones e iguanos? En nuestro caso: "Gobernantes, políticos y militares", inciden con énfasis, descienden del manojo cultural y acultural, traen intrínseco los males

La política como cultura inseparable de la conducta humana no exime de su contenido en sus vitales diferencias, diversidades, tendencias e ideológicos pensares, son dulce manantial de donde bebe su filosofía-sociológica, polos necesarios de lo y donde no puede energizar lo neutro, significante del indeciso-aprovechador-oportunismo que en todo punto del raciocinio atiende a la descreatividad de una cultura acorde a la evolución del ser político por inercia connatural a su característica irreverencial y continua inconformidad revolucionante. El pensamiento no descansa cuando duerme.

El punto de inflexión

"Un hombre debe enfrentarse al desatino de su propia mente, a los espacios ciegos de su propio deseo. Si se rinde a ellos, lo que consideraba libertad se convierte en pura ilusión."

Que de zorros, camaleones e iguanos se depure la política revolucionaria; es el instante histórico merecedor del punto de inflexión antagónico a la pura ilusión, la creatividad es demandante y vital, es coherente, es cosa de vida o muerte, se juega dar el salto social por el que la humanidad ha esperado y el cual, el arañero de Sabaneta ha puesto a la entera disposición del mundo. La revolución no puede ser juguete de unos cuantos aculturales "políticos" que no la entienden ni la entenderán, va más allá de cualquier imaginable peso de transformación, va o lo estructural, va al cambio que desarraiga la pendeja cultura en donde unos se apuestan sobre la dignidad del igual para someterle al empréstito incancelable de su "poder".

Visualicemos el rol de la religión en disconcordancia a lo que profesa en sus "eternas sagradas escrituras" a la sociedad, sean o vengan de cualquiera de sus variedades dominantes de la muy mangoneanizada fe; invariables desde su impositivo contexto analítico, su perdurabilidad gobernante dictatorial asombra en impermisible bajo todo concepto de razonable cultura evolutiva, se adscribe al camaleonismo, se concibió como mediador entre la barbarie y el oprimido y optó por su propia barbarie: El Oscurantismo, de esa cultura aún no se ha liberado el mundo, le sufre, padeciéndole con pandemia asocial, es fruto del "pecado" mordido por zorros, camaleones e iguanos.

La Revolución Bolivariana inventiva positiva de Hugo Chávez no puede estar supeditada a la lujuria de equivocados arribistas, sería un crimen humanitario por quienes toman riendas del Proyecto Del Socialismo Del Siglo XXI en pleno proceso, le dejen a la buena de la codicia consustanciada con y entre zorros, camaleones e iguanos. No tendrían excusas ante la historia si por incapacidad revolucionaria le dejan perder y de nuevo se pase a ser cautivos de adecos, copeyanos y sus derivados; eso, sería dejar demostrado que Nuestro Eterno Comandante aró en el mar, sería traicionarle, sería una deuda inmoral con la humanidad que se esperanza de la Venezuela de los Libertadores del Mundo.



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Omar Ignacio Pinto


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