Utopía Vs. globalización

La globalización, rompe los paradigmas tradicionales de cómo producir, en medio de una avanzada ciencia y tecnología que jamás habíamos imaginado, acompañada de una estrategia comunicacional de carácter tecnológico que le permite reducir el tiempo y el espacio, desarrollándose de esta manera un mundo cibernético, capaz de borrar los límites y las fronteras y en el que la tecnología requiere de una fuerza de trabajo altamente calificada, donde los países subdesarrollados no podrán tener acceso, de allí lo excluyente.

Los que impulsan la globalización -el imperio del gran capital- utiliza el planeta como una mercancía, inclusive el hombre es parte de ella. Es una óptica inmoral y deshumanizante, cuya dirección está enfocada en desarticular los pueblos, dividirlos y en no reconocerlos como naciones. Borrar nuestras culturas, nuestra historia, posesionarse de nuestros espacios geográficos que consideran importantes en sus estrategias de desarrollo, forma parte de esa dominación, haciendo uso del discurso ideológico para señalar, que todo esto es parte del progreso al servicio de las naciones.

Toda esta situación irá creciendo, de manera exponencial por la forma tan acelerada con que están ejecutando los planes. No entender estas realidades, es condenarnos a vivir en eterna esclavitud, sin darnos cuenta que la padecemos, sólo la lucha permanente y constante impedirá el avance vertiginoso del capital y sus respectivos planes, es por eso que hoy más que nunca la utopía bolivariana se hace presente, es la unidad de un continente en lucha que puede impedir tanta villanía. Es la única salida a semejantes pretensiones del gran capital, que ven a la tierra como una aldea global, de la cual pueden adueñarse en su totalidad.

Hay quienes a estas alturas, no han entendido que el capitalismo de hoy, ha dejado atrás sus formas tradicionales de reproducir el capital. El modo de producción del capitalismo neoliberal globalizado, ha modernizado sus formas de reproducción de ese capital a través de la ciencia y la tecnología, para generar un modo de producir excluyente, donde la fuerza de trabajo humana, poco a poco es reemplazada por una nuevas relaciones de producción eminentemente técnicas (relaciones técnicas de producción) que deshumanizan los procesos productivos y de allí que algunas naciones ya comienzan a padecer el desempleo masivo, pues el nuevo paradigma de la economía globalizada, basada en la fusión y la rentabilidad del capital financiero e industrial, donde los precios de coste, de los productos procedentes de sistemas con fuerte sustentación de capital, de tecnología y ciencia, dejan excluidos los sistemas productivos que se basan esencialmente en el trabajo y el esfuerzo humano y donde el desarrollo de las fuerzas productivas no han alcanzado, ni pueden alcanzar los niveles científicos y tecnológicos planteados por el neoliberalismo globalizado, condenando a los países "subdesarrollados" a que sus habitantes se les agrave su condición de pobreza.

Nos encontramos en presencia de un nuevo modelo económico-social superior al capitalismo, pues éste excede el concepto marxista del imperialismo. Estamos en presencia de la fusión del capital financiero con el capital industrial para formar conglomerados, que se apropian de los procesos productivos y del mercado, obteniendo un monopolio absoluto de la economía del planeta. Es un nuevo modelo de dominación técnico-científico, cultural, ideológico, político, jurídico, militar y económico, somete a los pueblos del mundo especialmente a los subdesarrollados, a mantener sus economías maltrechas, endeudadas y sin las posibilidades mínimas de encontrar salidas dentro de éste "paradigma del desarrollo", trayendo como consecuencia más hambre y miseria, mayor desnutrición en la población más joven, sobre todo en los sectores infantiles, menos posibilidades de empleo, vivienda, educación, salud, vestido, con una deuda externa en los países subdesarrollados que cada hora que pasa aumenta en montos que definitivamente la hacen impagable, que obliga a los pueblos a "vivir" en la más oscura e indigna pobreza, borrando de esta manera todo vestigio de una vida digna para las naciones.

La globalización, rompe los paradigmas tradicionales de cómo producir, en medio de una avanzada ciencia y tecnología que jamás habíamos imaginado, acompañada de una estrategia comunicacional de carácter tecnológico que le permite reducir el tiempo y el espacio, desarrollándose de esta manera un mundo cibernético, capaz de borrar los límites y las fronteras y en el que la tecnología requiere de una fuerza de trabajo altamente calificada, donde los países subdesarrollados no podrán tener acceso, de allí lo excluyente. En palabras de Ianni: "La fábrica global sugiere una transformación cuantitativa y cualitativa del capitalismo, más allá de todas las fronteras y subsumiendo formal o realmente todas las otras formas de organización social y técnica del trabajo, de la producción ampliada del capital. Toda economía nacional, sea cual sea, se vuelve provincia de la economía global. El modo capitalista de producción entra en una época propiamente global, y no internacional o multinacional. Así el mercado, las fuerzas productivas, la nueva división internacional del trabajo, la reproducción ampliada del capital, se desarrollan en escala mundial. Una globalización que, progresiva y contradictoriamente, subsume real o formalmente otras diversas formas de organización de las fuerzas productivas, y abarca la producción material y espiritual". (IANNI, Octavio. "Teoría de la globalización". Editorial Siglo XXI. México, 1.998. pp. 6-7).

Aquí vale la pena una importantísima observación, que a lo mejor los especialistas en el campo de la economía manifiesten su desacuerdo, sobre todo los formados en las academias europeas y norteamericanas, cuando sostengo, que hoy día hablar del imperialismo norteamericano, ruso, chino o cualquier otro país que se encuentre súper desarrollado con ánimos de expandir su imperio, carece de validez, pues la economía globalizada y tomando las palabras del propio Ianni así lo revelan: "El modo capitalista de producción entra en una época propiamente global, y no internacional o multinacional. Así el mercado, las fuerzas productivas, la nueva división internacional del trabajo, la reproducción ampliada del capital, se desarrollan en escala mundial" (Subrayado nuestro).

Esto quiere decir, en términos coloquiales, que los capitales privados de los grandes imperios se fusionaron, el capital financiero y el capital industrial al unirse, dieron cabida para formar los llamados conglomerados que hoy dominan el mundo. Hoy, es el imperio del gran capital el que está presente, el mismo no tiene identidad con nación alguna, su obsesión es dominar el mundo, domesticarlo para sus fines - en otras palabras- para ese imperio del gran capital está planteada de manera estratégica la recolonización del planeta, para ejecutar sus planes respectivos, enmarcados dentro del ALCA (IIRSA), Plan Colombia y el Plan Puebla Panamá.



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Enrique Contreras Ramirez

Militante de Ruptura

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