El típico comecandela y etc cree que Maduro es una piñata

No todo está aprendido pero hay quienes suponen saberlo todo, esos son los comecandela; el comecandela pontifica y expresa sus verdades en un tono grandilocuente, su verdad es siempre absoluta, nunca relativa, pero hay aristas elementales de la realidad que no son asimilables para el comecandela porque el comecandela es dogmático y, al serlo se cree superior, testimonio fehaciente de que no sabe asimilar la realidad.

Días, meses, años y más de ver y escuchar la imagen y la descripción de un mundo ajeno termina por despojar a mucha gente, y entre los cuales al típico comecandela, de un modo propio de pensar y de obrar, de concebir el mundo tal cual es, lo que atrofia su capacidad de preguntar bien y de escarbar respuestas apropiadas, ajustadas a su realidad; el saber es una construcción y, en consecuencia, tiene elementos, y si esos elementos son falsos, entonces adiós luz que te apagaste, se es un charlatán, un comecandela, un bolsa.

A raíz del resultado electoral reciente el comecandela se quitó la capucha y entrompó a despotricar contra Maduro, a tratar de darle palos como si se tratara de una piñata, que si patatín que si patatán, que si la dirección del PSUV debe renunciar ajuro y porque sí al referido sujeto de marras le da la perra gana y mil vainas más, y hasta habla en nombre de Chávez.

Pero el comecandela no tiene bolas para echarse a la calle a fundar un partido propio que nos desplace, no que no, el comecandela es puro gamelote, bolsa es lo que es, y se larga con elaboraciones teóricas de gran postín, obvio, sobre un mapa, nunca sobre el terreno.

Hay comecandela como piedras en el pedregal, de todo tipo, unos son muy torpes y a los que clasifico como "loros"; otros son "ecuménicos" (a esta categoría pertenecen algunos ex ministros y uno que otro supuesto académico); también hay un grupete al que yo categorizo como los "casandras" porque parecen haber sido ensalivados por una serpiente, tal como reza el mito de la hija de Príamo y de Hécuba.

Mas, los trabajadores de manos callosas y que sabemos dónde aprieta el zapato, sabemos que Maduro es un guerrero que ha hecho grandes esfuerzos para conducir a Venezuela pero no ha tenido un solo respiro porque ha sido atacado desde todos los frentes e inclusive supuestamente desde adentro de la revolución, precisamente por fantoches comecandela que se las echan de chavistas y que dan asquito, por cobardes, sucios, porque han hecho suyos y gratuitamente, el discurso del enemigazo imperial.

Un detallito, hay en marcha una gran campaña para desprestigiar a Maduro y que arreciará los próximos meses hasta llegar a la fecha de un posible revocatorio y es claro, que Maduro llegue a esa fecha con la credibilidad por el suelo para así darle un palo por la cabeza a la revolución.

Así que los trabajadores tenemos que permanecer en la calle cerrando filas con Maduro al frente y esclareciéndole a los "chivos mansos" pero que se las dan de "sapos rabudos", que no podrán con nosotros, que la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela no será violentada.

Y, a propósito de "Al chivo manso tú lo arreas, lo que no pasa si es montaraz" http://www.aporrea.org/actualidad/a220052.html confirma que "chivo que se devuelve se esnuca", mira como se esnucó mucho chivo creyendo los pajaritos preñados que Lorenzo Polar les pintó.

Ok, bien, pero sigamos adelante, hay que entablillar a tanto chivo despeñado echándoselas de chivatos, es que son nuestros hermanos pródigos, tendámosle la mano y sigamos remando.

La verdad por delante, el pueblo debe reflexionar acerca de quién orquesta las colas para comprar alimentos, bienes y servicios; y quien hace lo imposible por combatirlas.

Creyendo resolver la dura situación de la guerra económica, los chivos mansos lo que hicieron fue agravarla votando por la MUD para poner al frente de la AN a uno de los sujetos responsables del caracazo, Ramos Allup, pero he ahí que tendemos la mano al significativo grupito de nuestro pueblo, confundido, para que retome el camino y nunca más vuelva esnucarse, que se haga montaraz como nosotros.



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Guillermo Guzmán


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