Lo que ocurrirá exactamente el 6-D

Sobre la incógnita planteada en el título de este artículo lo primero que debemos decir es que esta ha sido la fecha fijada por el Consejo Nacional Electoral para que los venezolanos, por la vía del voto universal, directo y secreto, escojamos nuestros legisladores ante la Asamblea Nacional.

La pregunta, sin embargo, cobra sentido, ante la incertidumbre de lo que, efectivamente significaría para la suerte del país, la negativa de la oposición a firmar el documento propuesto por el poder electoral mediante el cual, se comprometa a respetar los resultados electorales que, de acuerdo a nuestra Constitución, es atribución solo suya.

Son las organizaciones políticas agrupadas en la denominada Mesa de la Unidad Democrática las que, paradójicamente, pese a haber confiado sus elecciones internas a la supervisión del CNE; (el mismo mediante el cual se eligió a sus diputados, gobernadores y autoridades municipales, poderes que hoy ostentan) ponen en tela de juicio su honestidad.

Pero esto no es de extrañar si tomamos en cuenta que, a excepción de la única elección que perdió el chavismo de las 19 realizadas durante su estada en el gobierno;  esa misma oposición ha cantado fraude en las restantes sin que hasta el momento haya presentado una sola prueba al respecto.

Sobre este particular lo que han hecho todo el tiempo los chavistas, es nadar contra la corriente ante lo cual, como ha apuntado José Vicente Rangel, solo existen dos opciones: ahogarse en el intento o aprovechar ese ejercicio para fortalecer el musculo que le permita alcanzar la meta del triunfo electoral.

La afirmación según la cual estas elecciones serían las más difíciles a que habrá de enfrentarse el gobierno revolucionario no es gratuita. Ni siquiera Chávez, pese haber sobrevivido al golpe que lo aparto por horas del poder, debió soportar una hondonada de circunstancias tan insólitamente amenazadoras e infames por parte del imperio, como las desatadas contra el gobierno del presidente Maduro.

El que el propio presidente de USA haya acusado a Venezuela de ser una amenaza para la seguridad de su país, simultáneamente con la guerra económica desatada en nuestra patria mediante la cual se acaparan los productos agroindustriales de primera necesidad obligando al pueblo a soportar largas colas, para adquirir los subsidiados que, como una forma de luchar contra la especulación, el “bachaqueo” y el contrabando, ha implementado el gobierno nacional, nos puede dar una idea de ante que nos estamos enfrentando.

Como si todas las maniobras enumeradas en esta guerra de IV generación no fuesen suficientes, los misiles mediáticos y psicológicos a escala universal, se suman para distorsionar nuestra realidad social.

La siembra de odio contra Venezuela en Colombia por parte de periodistas obedientes a familias dueñas de medios de comunicación, como observara nuestro ex embajador en la OEA, Roy Chaderton, cuando, al despedirse de ese organismo, se refirió, incluso, al aporte de nuestro gobierno para sembrar la paz en el hermano país, mientras las familias en referencia se dedican a sembrar veneno y odio en contra nuestra, es otro de los misiles mediáticos que, junto a los de CNN en Español, se disparan diariamente contra Argentina y Venezuela; los dos países latinoamericanos en vísperas de procesos electorales en los que, descaradamente  el aludido medio audio visual yanqui, apuesta al triunfo de la ultra derecha fascista.

La incursión de un avión de guerra gringo en nuestro espacio aéreo, el cuestionamiento de la OEA a nuestro CNE y la violación del territorio en reclamación del esquivo, forman, además, parte de las provocaciones del imperio tendentes a amedrentarnos ante unos partidos de oposición que le han hecho creer de antemano, tener ganadas la elecciones esperando contar con su apoyo para, si los resultados electorales no les favorecen como sospechan ocurrirá, cantar fraude y que una supuesta guerra civil sirva de pretexto al pentágono para intervenir-nos y, en nombre de la libertad, colocar a la ultraderecha en el poder, dando al traste con el socialismo bolivariano que les ha embochinchado sus otrora patios traseros en países de los que hasta ayer seguían considerando colonias sumisas a sus pretensiones de dominación.

Ante tan dramáticos escenarios, podría resultar un poco aventurado predecir lo que ocurrirá el próximo seis de diciembre, pero, a juzgar por cuanto ha pasado cada vez que se aproxima un proceso eleccionario y, conociendo las reacciones de este bravo pueblo para contrarrestar cualquier amenaza que ponga en peligro nuestra soberanía, nada tendría de particular que, como sucedió frente al golpe de Estado, propinado a Chávez; sin disparar un tiro, se las arregle para sorprender al enemigo con algo totalmente inesperado, emulado como dije al final de mi artículo anterior, algo similar a todos los estragos que causaría el huracán Patricia considerado por los expertos como el más fuerte que hubiese conocido el planeta y, al final, resulto más la bulla que la cabuya, como reza el refranero popular. Tengo fe en que eso sera lo que ocurrirá exactamente el 6 D.

(Periodista jubilado)



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Mauro Briceño Prato


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