La primera conclusión que debemos sacar de esa condena de 13 años y 9 meses para Leopoldo López, es el golpe moral contundente contra la oposición. Aunque ellos sabían que la condena era un hecho, guardaban un halito de esperanza de que al menos le dieran casa por cárcel.
Una segunda conclusión de esta sentencia, es que apenas se escucharon las cacerolas en algunos sitios del país en las urbanizaciones donde existe mayor raigambre opositora. Ni siquiera en los otrora poderosos bastiones del guarimbeo, donde era común que se reunieran y tocaran bubucelas, cacerolas, tiraran cohetes, insultaran y todos lo demás.
Una tercera conclusión es que más de fiesta está la MUD y algunos sectores de la oposición que el propio gobierno. No es un secreto que López era una piedra de tranca incluso hasta para su antiguo aliado Henrique Capriles. Hasta a María Machado le resultaba bien si lo dejaban al menos unos añitos más en la cárcel. O me van a decir que líderes como Henry Ramos Allup, Chuo Torrealba, Ramón Guillermo Aveledo y muchos otros, no se alegran de que le quiten de encima un personaje que no solo no sabe de política, sino que los despreciaba a todos por igual con una soberbia que desencaja. Ese sector de la oposición prefiere una recomposición de las fuerzas, y más apostando a la autoderrota del gobierno.
Y la condena también tiene otros elementos, porque no debe olvidarse que López era el único personaje de la política venezolana que aparecía en las encuestas como una alternativa presidencial, lo que significa que la sentencia se convierte en una derrota, tanto para los desalmados como para los "equilibrados" que ahora no encontrarán posibilidades frente al chavismo. Y además, porque aunque surgiera una posibilidad presidencial, no será fácil movilizar a Voluntad Popular, que es quien tiene la movilización de calle.
En fin, que la sentencia deja aún más desmoralizada a la oposición y la desarma por completo en momentos en que necesitan oxigenarse, incluso para aprovechar la crisis de la situación del país. Es una oposición que sigue obsesionada con las alternativas rápidas. Es decir, un alzamiento militar que enfrente al gobierno en donde se incorporarían junto a los violentos, cosa que no se avizora por ningún lado, o un bajón en la maquinaria electoral del Psuv que no le pueda proporcionar al chavismo los votos que necesita. Pero se niegan a hacer una propuesta de cómo construir al país y que opiniones tienen ante los problemas más ingentes.
Y es claro que el gobierno debe tomar las determinaciones necesarias, no solo para no dejar salir de la cárcel a personaje como Antonio Ledezma, sino para regresar a Enzo Scarano tras los barrotes, a quien se le sigue juicio por golpear mujeres en un centro electoral. Es decir, que en la expresión más cabalística, la oposición apuesta a un golpe de suerte para acabar con el gobierno, lo que en esencia es una irresponsabilidad, porque en el supuesto negado de que el gobierno cayera, ninguno de esos factores tiene capacidad para asumir las complejas riendas de la nación.
Los desalmados de la oposición, fueron desarmados cuando le quitaron a su jefe y la primera –yo diría que la única- opción para derrotar al chavismo. En el peor de los casos, López estará por lo menos siete años en prisión, eso en política es mucho tiempo para recuperarse. Con esta dinámica, el país será otro.
Lo que sí me preocupa son las declaraciones que Oscar Schemel le hiciera esta mañana José Vicente Rangel en torno al descontento del país con la situación económica y que por primera vez toma las riendas de las encuestas. "Las personas que están descontentas van a votar mucho más que los que están conformes… La mayoría de los venezolanos piensa en ajustes, en producción y en que el Gobierno mejore los problemas", dijo el analista. Y como cosa curiosa, o como contrapeso, el 60% de los encuestados no está pidiendo la salida de Maduro del poder; y de ñapa, el 61% apoya el cierre de la frontera, cosa que debió hacerse desde hace tiempo.
Creo que todos sabemos del descontento, de la desesperación de la gente. Lo vengo advirtiendo desde hace tiempo. El problema estriba en que descontento se traduce en abstención. Es la primera vez que los números lo dicen y el gobierno debería leerlos con detenimiento. Hay un descontento y es creciente, porque el cansancio termina por apoderarse de las personas. Deben tenerse niveles de conciencia muy elevados para entender que las colas deben hacerse para obtener los productos, que la corrupción es un fenómeno estructural y que la incompetencia es un síndrome de un Estado ineficiente.
Ese es el problema real y estratégico que debemos resolver. Vengo diciendo que no hay forma de garantizar este proceso, incluso de no resolver el triunfo del 6D, si no se baja al poder popular, se le convoca y se le permite que tome decisiones, incluso en temas tan cruciales como la contraloría social. Si el gobierno está apostando a los militares para apuntalarse, está cometiendo un error. El gran protagonista de la batalla que se avecina, debe ser el poder popular. No existe ninguna forma de ganar este proceso sin el pueblo. Y si no me creen, pregúntenle a Chávez, que hay bastante videos donde lo explica.
Caminito de hormigas…
El sector de Henry Falcón no oculta su placer por la sentencia contra Leopoldo López. Se cuidan de no expresarlo porque necesitan de ese apoyo, que en Lara es importante. Igual posición tiene el alcalde de Heres Alfredo Ramos… En importantes sectores del gobierno había la inclinación por liberar a López bajo el argumento de que sería menos presión de los EEUU. ¿Pueden creerlo?... El gobierno maneja la posibilidad de echarse al pico al primer general por delitos de corrupción. Será un escandalaso, si se llega a concretar… Los servicios de inteligencia le siguen los pasos a un grupo de oficiales medios, a quienes se les ha visto en reuniones con gente de la ultraderecha vinculada a los paramilitares… Un amigo criador de pollos me asegura que han debido quemar más de 500.000 pollos recogidos en las granjas de Carabobo, principalmente en la del occidente del estado. ¿La razón? Se está muriendo de hambre