Desde su aquella humilde pobre choza familiar, allá en Barinas, pero infinita de sincero amor, nos vino, y me atrevo a decir; el hombre más preclaro de la convicción y firme condición de garantía humana que haya podido parir este planeta. Sin rencores ante su condición económica-social, convergió e hizo praxis la teoría del verdadero comunismo; jamás, hasta inclusive en sus últimos respiros del temprano apago de su vida, demostró ni siquiera un pensamiento de ira o desprecio, siempre sin cesar, nos llamó a la unidad y le hizo hasta con el adversario que le condenó con oprobios por contrarias ideas políticas; siempre respetando a sumo grado la dignidad del humano. Su altísima vocación por la idea bolivariana le encausó el camino político, fue su gran guía e inspiración dentro de los términos de su corta existencia física, le sacudió el polvo a una escondida historia bibliotecaria, abrió sus puertas y abrió libros para que las brisas de su pueblo le desempolvaran y descubrieran su patriótico contenido republicano. Esa acción también abrió los ojos de su pueblo de ayer y de hoy cegados desde la 1:00 de la tarde de aquel fatal 17 de diciembre de 1830. Y del pos "liberalismo" de Páez-Santander. El pueblo hubo de esperar y consignó solito su lucha con su grito de gran precisión el 27 de febrero de 1989, 4 de febrero, la decisión del líder inmortal, 6 de diciembre de 1998, la gran victoria popular hasta hoy vigente. Chávez de los soldados patrióticos de más elevación por el honor; su pasión superó lo insuperable, designó su vida hasta el sacrificio a cambio de nada en lo personal, pero a cambio de dejarnos como herencia cultural una consciencia colectiva de liberación, soberanía e independencia. Como humano que fue y demostró, y no excepto del factor error; supo y tuvo el digno valor se asumir con denuedo situaciones y circunstancias propias de una transformación de un ideario de cambios de razones humanizantes. Su excepcional capacidad de nato y excelso comunicador, de líder de entereza vinculación con el sentimiento popular de su pueblo y su férreo e insistente innegable afán de transformar, le hizo merecedor de una confianza ideal en vida y aún más después de desaparición física que entraña su presencia en cada instante y segundo de la hoy neo política constituyente por ahora de su pueblo y pueblos del mundo. Chávez convulsionó, revolcó, retorció, re-enderezó inspiró e inspira más, la desculturización colonialista-imperial que subyugó a naciones que fungían bajo el exagerado sometimiento basado en el poder belicista para consignarles como ofensa lo que le dieron por llamar peyorativamente aquel su patio trasero y a los que este bien equivocado "dueño" del mundo por siglos siempre ha atropellado, todavía obsesiona y le da si razón querer desmañar esta lucha prácticamente del mundo entero contar ese horripilante imperio y sistema neoliberal, que en su lujuria por dinero y poder, casi destruye los pocos signos hasta del aire necesario para respirar, que todo lo privatiza y destroza. Pero llegó el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías y mandó a parar. Y siguen muy errados los que creen e imaginan que Chávez está muerto y enterrado; no señores imperialistas, Chávez, es signo imborrable de vivencia y toda constancia en primero de su amado pueblo revolucionario y bolivariano, del también, su pueblo de la Gran Patria, e indudablemente de esos los pueblos del mundo que día a día despiertan y emprenden la gran lucha universal por salvar la humanidad del poder de un sistema ya inviable, insostenible, insustentable e insoportable. Y hoy se hace de plena vigencia su consigna inmortal de: Unidad, Lucha, Batalla y Victoria; está tan cerca su logro triunfal, como el tacto a la piel, es una praxis venida de la teoría revolucionada, no tiene ni tendrá descanso alguno en pensamiento de nuestro pueblo hasta vencer y transformar todo.