Un merecido Hasta Luego Camarada

"Felipe Ruíz", el hombre de sombrero y lucha

En una conversación cualquiera no recuerdo el motivo alguien nos preguntó la edad de Felipe Ruíz; recuerdo que estábamos no menos de 8 compañeros y algunos de ellos de cierta edad y ninguno supimos responder con exactitud la pregunta. Todos recordábamos su participación en jornadas históricas de luchas vecinales, estudiantiles, populares, pero nadie conocía su edad. Anoche Felipe y su sombrero se nos fue, y con el sus incontables años de compromiso con los humildes, su acostumbrada temeridad frente al enemigo y su lenguaje llano y sencillo. Lo asesinaron en su humilde casa de siempre de donde tantas veces salieron los sprays necesarios, la última resma que faltaba o las pilas para el megáfono que casi no se dejaba escuchar.

Felipe fue compañero y maestro. Era ese cuadro político forjado en los años duros de la lucha popular, acompañó Felipe tantas iniciativas desde la necesidad de una estructura vecinal unitaria, la activación de las asambleas populares hasta las discusiones de siempre sobre el proyecto de país que queremos. Era un organizador nato. Su arenga tenía sabor a pueblo y su condición de clase siempre la tuvo clara. ¿Que núcleo universitario de Aragua no escuchó alguna vez su discurso? ¿Que barrio de Maracay no lo vió llegar en su camión junto a su sombrero y megáfono, y su música de Alí? ¿Quién no recibió alguna vez un regaño de Felipe? Eran esos regaños para estremecer conciencia y aclarar cual era el camino y evitar las peleas inútiles y estériles. Felipe fue de los primeros en asumir la causa Bolivariana junto al Comandante Chávez; fue de los primeros en lucir su indumentaria tricolor junto a su sombrero y barba blanca; Entendía claramente que la reivindicación de los símbolos patrios era el camino para iniciar la recuperación de la Patria. Cuando la molienda política natural de toda revolución, comenzó a demoler hombres y mujeres, el siguió allí como fiel soldado de la revolución atento y dispuesto.

Felipe acompañó a tantos compañeros caídos, cuanta sangre pudo ver de mujeres y hombres en los años del terror cuarto republicano; cuantas veces pudimos observar en una marcha una bandera nacional inmensa que cubría todas las demás y colgada en un camión viejo que se resistía a morir y justo allí manejando o montado en la plataforma ese sombrero, esa barba y ese personaje orgullo de nuestra tierra: FELIPE RUIZ.

Hasta Siempre compañero. Gracias por tu ejemplo.

 

cajasagricolas@gmail.com

 

 



 



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