Sobre la necesidad de seguir el camino trazado

Si no hay esperanza, nos moriremos todos y perecerá también la vida total que nos sustenta y abriga nuestra fe…

Frederich Engels

La desesperanza, que se observa en una buena parte de la población, se explica. Una de las muchas razones es no lograr respuestas a sus incertidumbres, quizás sea la más poderosa. Mucha gente es incapaz de entender la coyuntura histórica que se vive y por tanto considera, que no tiene porqué involucrarse y menos aportar su abnegación, que es mínima, si la comparamos a las calamidades sufridas por otros pueblos: como por ejemplo: Vietnam, Siria y para ir un poco más cerca de Latinoamérica: Chile, Panamá y nosotros mismos en el año de 1989.

Los pueblos se condenan, cuando no logran explicar que sus condiciones de vida: tienen una causa, creen que las cosas existen por casualidad y los más ignorantes endilgan cualquier problema al gobierno. De allí, que se oye: "No hay harina, pero tenemos patria". Yo grito, sí, tenemos patria, independiente a que falte harina, aceite, leche, lo que sea. Yo no cambiaría mi patria por nada en este mundo, porque de aquí, de mi[Dv1] [Dv2] tierra, nadie me echará. En Venezuela libre y en paz, aunque coma tierra.

Ahora bien, ya pude explicar un poco la desesperanza por ignorancia o desconocimiento. Pero: ¿cómo explicar la de aquellos que hasta ayer fueron más comunistas que Lenin y más chavistas que el mismo Chávez? Gente, que uno supone ha leído historia patria, historia universal y a los más connotados revolucionarios de la historia, como, por ejemplo a Mao, que tiene tomos enteros en los que diserta sobre: cómo lograron superar la economía de guerra, que le impuso el imperio japonés, a Lenin, cuya producción literaria es clave para comprender: cómo funcionan los imperios. Y que esa gente, otrora "comunistas", salgan a decir barbaridades.

Se entiende la crítica sana al gobierno, está bien, pero dudar de sus dirigentes: ¡NO!, porque ellos son falibles y son propensos a cometer errores y sobre todo, porque hasta hoy, no se tiene una escala para medir quién es más revolucionario que otro. Y por esa razón, se ha colado en el gobierno, elementos corruptos: ¡quién podía imaginarlo! Como tampoco, me imaginé, que de las filas del chavismo esté saliendo: Traidores a la revolución, gente que ostentó ministerios.

¿Qué podrían criticarle a Maduro esos traidores? ¡Traidores!, no sólo a Chávez sino al pueblo. ¡Renegados! estuvieron a cargo de ministerios durante años y fueron incapaces de acabar con la burocracia y los dejaron minados de corruptos, ¿A quién podrán convencer con un discurso ambiguo?

¡CUIDADO COMPATRIOTAS!, estamos en un momento crucial, no dejemos que la desesperanza y la traición de unos pocos nos inmovilicen. La victoria la determina: la conciencia, la constancia y la fe en nuestros dirigentes.

POR: Del Valle Serpa Perdomo.

Correo: delvalleserpa@yahoo.es



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