La guerra del petroleo y el papel tualé

Después de la bufa elección primaria —domingo 10 de mayo pasado— de cándidos candidatos de la Mud (en su acepción idiomática de la lengua imperial), donde sólo sufragaron y naufragaron, el 7,2 % de su liliputiense universo electoral, era de esperarse el telegrafiable golpe de timón al Titanic opositor, el recrudecimiento inflacionario vía  DólarToday, escacez provocada, saboteo eléctrico y otros ardides con factura semejante al del robo de niños, cuento manido, a fin de cuentas para incautos políticos que poco abundan por ahora en nuestro país, como el de persistir mediáticamente en hacer de Diosdado Cabello un Al Capone tropical con la misma traza de Pablo Escobar; curiosamente pariente cercano del famoso Dr. Varito, quien de carteles si podría dar cátedra, como le propuso en 2010 al precandidato  Leopoldo López, de darle asesoramiento en materia de seguridad para Venezuela, tras su larga experiencia en la parapolítica y los “falsos positivos”, saberes acumulados desde los tiempos de director de Aeronáutica Civil en Medellín y la fundación de las CONVIVIR; todo lo anterior nos hace mosquearnos que, aunque no tenga muy clara su partida de nacimiento en la doctrina militar occidental, la guerra que hoy se denomina “híbrida”, trasladada al ámbito económico, es la que principalmente libramos en estos momentos, con total intensidad,  por todos los rincones de Venezuela.

Pero no todo es cuento de caminos aquí en el Táchira

—donde se eligió a un delincuente como alcalde y se convalidó a su consorte en la continuidad de su acción depredadora y, por artilugio de leyes culebreras, ahora se le propone a la sociedad tachirense premiarlo por sus desmanes guarimberos 2014, candidatearlo para diputado  a la Asamblea Nacional— todo por supuesto, tiene sus características particulares, conspiraciones con fachadas estudiantiles, guarimbas, gremiales, religiosas, golpe parlamentario post electoral, paramilitarismo directo y encubierto de actividades comerciales, media luna, operadores del Mossad y la CIA, todo tiene sus propias trochas por donde se pretende desangrar la patria y así sucesivamente a través del contrabando de extracción, nuestra renta petrolera con la devaluación constante del petro-bolívar ante el narco-peso por todo lo ancho de nuestros espacios fronterizos.

Si usted se pasea por cualquier población importante de nuestros municipios verá, en perfecta fila india, a ingentes compradores “nerviosos e ingenuos” llegar a la cola preguntando “¿…qué estarán vendiendo?”. No importa lo que usted compre, desde comida para tortuguitas, alpiste para azulejos, gatarina genérica, hojas de afeitar, desodorante para pocetas, pañales o guayucos, en fin, el infinito juego de la oferta y la demanda del mercado…

Según estos indicios que vamos a mencionar, nunca el estado Táchira había producido tanta caca, para decirlo eufemísticamente, sin que esta acción o “necesidad fisiológica” —como intentara corregirnos en días escolares un docente discípulo de Carreño— fuera acompañada de su correspondiente ración de papel tualé incluida, aunque al parecer para malestar general de la población, éste escasea por todos lados… pero igual es vendido y revendido a precios exorbitantes; y es que nunca se había visto comprar, no sé si compulsivamente, tanto papel en esta cofradía coprofílica que usted ve por todas las calles de nuestras poblaciones —cual bachacos muy orondos arrastrando hojas de árboles—, junto al café, paquetes de harina “Pan”y jabón de cualquier linaje, con sus correspondientes y voluminosos paquetes del higiénico papel.

Esto nos hizo evocar nuevamente aquel programa de Las cosas más sencillas que Aquiles Nazoa conducía brillantemente en la Televisora Nacional a finales de los años sesenta; en donde hablando de la historia del papel higiénico nos revelaba que “los países más avanzados en ese asunto del progreso son los que usan más papel tualé, por eso los Estados Unidos de Norteamérica son el país más desarrollado del mundo…”, igual podríamos decir refiriéndonos en lo local a nuestro estado, “gochos arrechos”, por castigo de la lengua el estado Táchira es el estado más desarrollado de la nuestra patria.

Y todavía, como focas amaestradas, o más bien haciéndose los pingos, como expresara Jairo Osorio en sus brillantes caricaturas, algunos partidarios de la oposición, mientras tanquean , para ir a revender gasolina al otro cachete, por esos pagos allende el puente internacional donde todo abunda, sobre todo papel toilette de las marcas más reconocidas en el país y más productos de origen venezolano de primera y última necesidad… y donde no hay colas engorrosas para comprar nada y donde todo fronterizo se redondea la arepa, todavía se atreven a decir, estos care’tabla, como dice Diosdado, y repitiendo, como eco de CÑM, Globovisión, RCN o Caracol, que ¡en este país no se produce nada!


fredy.araque@gmail.com



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