Las personas que piensan que lo han visto todo en materia de perversidad en esta Patria de Bolívar, es porque lamentablemente desconocen del veneno que llevan en el alma los comerciantes y empresarios acaparadores que apoyan la guerra económica; muchos dirán yo vi los muertos del llamado de arrechera de Capriles y los de las guarimbas aupadas por Leopoldo López…bueno, se les respeta, son hechos obviamente inhumanos, verdaderamente abominables, pero déjenme decirles que hay casos tan criminales como esos homicidios.
No sé cuántos se salvarían de padecer el famoso Chikungunya en este país, a mí me dio y no creo que haya virus con síntomas más severos, es cierto que la gente tiene todas las probabilidades de salvarse, pero eso no se cree mientras se está postrado en una cama sintiendo que se tiene la cabeza más grande que el cuerpo; sufriendo una fiebre que se revela mediante calor en la piel, en las exhalaciones, en los ojos que provocan miradas reverberantes, y que brota desde las entrañas en forma de un "frío de sangre" con sacudones incontrolable. La gente no come, se desgana. Mantiene nauseas, mareo. Pareciera que no tuviera una gota de sangre en las venas y le duelen las articulaciones, pero también el pelo, las uñas, las cosas que no duelen del cuerpo, le duelen a uno con el Chikungunya.
Lo peor era que no se conseguían los fármacos que los médicos recetaban para hacer más llevadera la terrible enfermedad. Y ahora nos enteramos por la Sundde, que esas medicinas se encontraban en abundancia, pero acaparadas en un galpón de distribuidora SM Pharma CA, situado en el barrio Bolívar de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, Maracaibo.
Una acción espantosa, criminal, ¿cuántos pacientes pueden haber muerto por no poder cumplir con las prescripciones médicas? El superintende nacional de precios justos, Andrés Eloy Méndez, no dio cifras al respecto, pero dijo: "Nos da tristeza saber que esta empresa mantuvo los medicamentos acaparados mientras que el año pasado cuando el brote de la Chinkungunya, muchos venezolanos murieron porque no encontraron la Vitamina B12, que era un tratamiento vital para combatir el virus, y esto es sólo una muestra del daño que nos ha hecho la burguesía en medio de la guerra económica que han impulsado".
Tal como lo plantea el superintendente, Pharma atentó contra la vida de la población de manera vil, cobarde, en una acción comparable con la de esos terroristas que lanzan un explosivo al pueblo desarmado e indefenso. Yo no soy jurista, pero en el marco de mi ignorancia en materia de derecho, me parece que esa bestial crueldad está a pata’e mingo de lo que es un genocidio.
A esa empresa, además, le daban dólares preferenciales y los usaban como tantas otras, para dañar al pueblo e intentar derrocar al presidente obrero, Nicolás Maduro. Y si el Gobierno no entrega divisas, ustedes bien saben amigos lectores, amigas lectoras, que Fedecámaras protesta y dice que sin la moneda gringa, los pobrecitos empresarios no pueden producir. Pero he allí sus mentiras descubiertas, sus manipulaciones. Son golpistas como dice el presidente Maduro, sino todos, la mayoría está en la guerra económica que destroza al pueblo.
Hay que encarcelar a los responsables y concienciar a la población, convencerla de que seres así no pueden llegar al poder; esa gente perdió la cabeza, está desquiciada, el odio les carcomió los sentimientos, el cerebro, no piensan en nadie, sólo en ellos y en sus beneficios.
Estoy seguro que muchos opositores no están de acuerdo –y no pueden estar- con el proceder de la oposición criminal. Una cosa es oponerse políticamente a la revolución, rechazar a Maduro, adversarlo, y otra la comisión de delitos que conllevan a la muerte selectiva o masiva de compatriotas inocentes.
