Vientos de la sabana

La revolución de la inclusión

Como se ha venido profesando a lo largo de cinco lustros, toda revolución es inclusiva y esta revolución Bolivariana y Chavista también se caracteriza por la participación de las mayorías. Esto lo podemos ver en las recientes postulaciones de precandidatos a la Asamblea Nacional que con más detenimiento se ha descrito en anterior entrega; sin embargo, nos llama al énfasis el observar cómo la mujer y los jóvenes han alzado los estandarte de roles protagónicos en el rodaje indefectible de las políticas de avanzadas que permitirán la consolidación radical del socialismo.

A diferencia de la oposición, como ya todo el mundo sabe, donde sólo hay 110 precandidatos, mientras que en Psuv hay más de 10 mil, como muestra palpable de inclusión; la mitad son jóvenes menores de los 30 años y el 60 por ciento son mujeres de la patria. Esas mujeres que día a día dan todo de sí mismas por colaborar permanentemente en la formación de una mejor familia, una mejor comunidad y un mejor país donde podamos hacer de este suelo la verdadera morada de paz que las grandes mayorías de la población anhelan para sus hijos, nietos y descendencia.

La oposición manipuladora y perversa nuevamente chocará con el muro de dignidad y se troquelarán en la frente una nueva derrota electoral por haber usado a los jóvenes como objetos desechables y por haber hecho la guerra económica donde las mujeres son las más afectadas porque son las que tiene que liderar con mayor detenimiento y entrega los roles del hogar.

Es importante reiterar la pregunta aquella de dónde están los jóvenes guarimberos que persuadieron, llamaron y usaron en las guarimbas?, en dónde están los muchachos que arrastraron algunos con drogas y dinero mal habido a cometer actos vandálicos e incendiar el país? Todos fueron desechados al sumidero, usados como "trapo de inmundicia" y botados de cualquier pretensión de aspirar a ser candidato en algún circuito electoral. Así paga el imperialismo, los apátridas y los políticos perversos con sus seguidores, con sus muchachos y muchachas, que al fin y al cabo son jóvenes de la patria que fueron trabajados, inyectándoles altas dosis de odio, de maldad a través de los medios que difundieron tantas mentiras como aquellas que el gobierno iba a regalar los niños a Cuba, que en las casas iban a meter cubanos, que los bombillos filmaban y grababan a todos, que el socialismo era malo y ellos eran los predestinados por la Divinidad para dirigir las riendas políticas y económicas del país, que los chavistas eran prole, patas en el suelo, seres inferiores, hordas, barrialeros, entre otras tantas.

Y así han maltratado a la mujer. Ellos han diseñado esta guerra económica para golpear a la mujer, para arrinconarla en las colas, en la desesperación, en la neurotización a través de una escasez generalizada, una inflación inducida, el acaparamiento, el sobreprecio, el bachaqueo y toda estas mutantes formas irregulares de la economía sana. Han pagado millones de dólares a J.J. Rendón para que en su laboratorio de la maldad elabore mentiras como aquella de que los niños eran secuestrados y asesinados para torturar a la mujer venezolana y a la familia en general.

Es por eso que los jóvenes y mujeres que adversan el proceso revolucionario por una u otra razón, deberían reflexionar, despojarse de los anteojos de sus dirigentes y sus informaciones distorsionadas y manipuladoras para sumarse al batallón de hombres y mujeres de la dignidad, los que sueñan con un mundo mejor, un país soberano, de mayor justicia e igualdad social, que tenemos que construir todos y que sólo es posible en socialismo, con la maximización de valores, y con la inclusión social que ha caracterizado las acciones políticas de nuestro comandante Hugo Chávez y nuestro presidente pueblo Nicolás Maduro.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1103 veces.



Geovanni Peña

Diputado a la Asamblea Nacional. Militante del PSUV.

 santanajerez@hotmail.com

Visite el perfil de Geovanni Peña para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Geovanni Peña

Geovanni Peña

Más artículos de este autor