Ante la publicación en Gaceta Oficial de la fragmentación del cupo de dólares electrónicos y la reducción en la asignación de divisas para viajes al exterior, se muestra una realidad que describe en cierta manera las verdaderas raíces de la crisis que padece el pueblo Venezolano en nuestros días, atribuida normalmente a los efectos de la llamada guerra económica. Mientras existe una denuncia que pareciera haber sido ignorada (por conveniencia) sobre la fuga de divisas que supera los 250.000 millones de dólares, respaldada además por una investigación realizada con datos de dominio público*, esta medida pareciera responsabilizar al pueblo Venezolano del déficit de divisas que deja este hecho, empeorado además por la caída de los precios del petróleo.

No es responsable que el gobierno del presidente Nicolás Maduro, que ha recibido el apoyo del pueblo Venezolano, como lo designó Hugo Chávez, tome medidas impopulares que reducen los beneficios del ciudadano común para tratar de solucionar un problema que fue causado por empresarios parásitos y apátridas, que en complicidad con burócratas corruptos infiltrados en la revolución, han desangrado las arcas de la nación, robándose gran parte de la renta petrolera, propiedad de todos los Venezolanos. No es de un gobierno popular, y mucho menos de uno que debe estar orientado a la construcción del Socialismo Bolivariano, tomar esta medida cuando no se ha buscado a los responsables del desfalco y ni siquiera se ha asomado la voluntad de realizar una auditoría pública ciudadana para determinar a los responsables de esta situación, que es una de las raíces fundamentales de la crisis que estamos viviendo. Irresponsabilidad que además se agrava por anunciarla un día en que el pueblo Venezolano entero está atento a las noticias de lo que ocurra en Panamá, en la cumbre de las Américas, como parte de la respuesta patriota y soberana que se le dio al decreto injerencista norteamericano para defender así al proceso Bolivariano y las conquistas de la revolución.

Y es precisamente en este contexto, de rechazo de la injerencia y defensa de la soberanía, donde la moral del pueblo Bolivariano que se vio fortalecida con la consecución de las más de diez millones de firmas y el apoyo casi absoluto que recibió la revolución de parte de nuestramérica entera, en el que esta medida injusta y antipopular causa malestar y desmoraliza nuevamente al pueblo. Aunque la injerencia imperial nos da razones sagradas por las cuales luchar, las medidas que en detrimento de los beneficios del pueblo de alguna manera protegen los privilegios de sectores claramente contrarrevolucionarios causan confusión y desmoralizan al ciudadano común.

Que la burguesía parásita y los infiltrados que han posibilitado el desfalco sean quienes respondan por este hecho ante el país y la ley. A quien se hace necesario privar de beneficios y de restringir acceso a las divisas es, precisamente, a ese sector que además de no producir divisas ni contribuir al desarrollo y a la diversificación de la economía, ha intentado en varias ocasiones impedir y sabotear el desarrollo de la Revolución.

Ante este hecho, se hace más justa y necesaria una Auditoría Púbica Ciudadana como se ha venido exigiendo desde varios sectores afines a la Revolución, entre ellos Marea Socialista.
No más desmejoras al bienestar del Pueblo, que paguen los responsables. Auditoría ya.
* http://www.aporrea.org/contraloria/n257348.html