Cualquier lector podrá fácilmente completar la consigna anterior.

Pero lo cierto es que, a los venezolanos se nos plantea la batalla de defender el proceso revolucionario hacia la consolidación del Socialismo del Siglo XXI, o El Ecosocialismo, como muy seguramente lo habría terminado denominando nuestro Comandante Eterno, puesto que él era un auténtico ecosocialista. Esa batalla pasa por consolidar el legado de Chávez, plasmado en documentos esenciales como la CRBV, El Proyecto Nacional Simón Bolívar o Primer Plan Socialista 2007-2013, El Plan de la Patria 2013-2019, las Leyes Revolucionarias del Poder Popular, tales como:

- Ley Orgánica del Poder Popular,

- Ley Orgánica de los Consejos Comunales,
- Ley Orgánica de Contraloría Social,
- Ley Orgánica de las Comunas,
- Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal,
- Ley Orgánica de Planificación Pública y Popular,
- Ley Orgánica de Transferencia Publica y Popular,
- Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de la Justicia de Paz Comunal,
- Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno,
- Ley Orgánica para la Gestión Comunitaria,
- Reforma Parcial de la Ley Orgánica del régimen municipal,
- Reglamento Parcial de la Ley Orgánica de la Economía Comunal,

Adicionalmente ya está vigente el Decreto Nº 1.389, "Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica para la Transferencia al Poder Popular, de la Gestión y Administración Comunitaria de Servicios, Bienes y Otras Atribuciones", publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 40.540 de fecha 13 de Noviembre de 2014, en el marco de la Ley Habilitante otorgado al Presidente Nicolás Maduro Moros para el año 2013 - 2014.

En otras palabras, ya disponemos, junto con muchos otros mecanismos, de las armas, o las herramientas legales para poder continuar la transición al Socialismo, gracias a la obstinada voluntad del Comandante Eterno.

Aunque no cabe duda de que esta intensión tiene muchos enemigos en todos los ministerios, gobernaciones, alcaldías y en general, en todo el estado burgués, constituidos por una burocracia, acostumbrada a través del tiempo, a una condición de impunidad, inmovilidad y privilegios que hacen muy difícil la construcción del Poder Popular y el Estado Comunal y parecieran estar orquestados para actuar todos con la misma inercia, ineficiencia e ineficacia a la hora de responder positivamente a los cambios que nos estamos planteando.

En nuestras manos está, hacer irreversible esta transición. Demostrar que Democracia Participativa y Protagónica, Contraloría Social, Poder Popular, Pueblo Organizado, etc., no son solamente expresiones muy novedosas, sino conceptos que nos permiten consolidar El Socialismo del Siglo XXI y superar el capitalismo depredador, que está acabando con la Humanidad. Pero esta tarea no podemos dejarla solamente al gobierno, ni siquiera al Partido Socialista, pues corremos el riesgo de promover, facilitar y fomentar la instauración de élites privilegiadas como siempre ha ocurrido. Es iluso creer que los dirigentes por sí solos van a luchar por nosotros. Eso como promesa electoral suena bien, pero en la práctica es lógico suponer que los candidatos prometen todo lo que sea, con tal de obtener la confianza del elector y obviamente su voto. Después se olvidan de las promesas que hicieron y el pueblo vuelve a su estado de abandono, desesperanza, impotencia y decepción.

El socialismo del Siglo XXI lo haremos entre todos, o no lo haremos!.

Y para construirlo tenemos que estar unidos y organizados!.

De otra forma nunca tendremos Democracia Participativa y Protagónica!.

La primera de las leyes mencionadas se refiere al Poder Popular, o sea el poder del pueblo, el poder de las mayorías, que debe sustituir al poder de las élites, de las minorías. Si es que pretendemos recibir un trato justo, pues una minoría privilegiada, nunca se va a preocupar por los desposeídos, ya que sus privilegios se derivan en esencia, de la pobreza y del abandono del pueblo.

Un nuevo elemento en esa configuración, en ese proceso organizativo son los Consejos Comunales. Ellos nacen desde abajo, con la fuerza del poder constituyente originario; de la voluntad soberana del pueblo, nacen en asambleas populares, en los barrios, elegidos por la propia comunidad, en ellos podrán participar todos los partidos políticos, los movimientos sociales, etc. Pueden y deben convertirse en el alma del sistema político de la nación, deben ser realmente el germen de la verdadera democracia, pero tenemos que fortalecerlos con nuestra participación activa, continua y protagónica. No debemos mirarlos con desdén, porque quizás son los elementos más importantes en toda la estructura democrática y los que van a incidir en mayor grado en nuestra vida y nuestro futuro. Es tiempo de que vayamos apreciando su verdadera importancia, que aún no vislumbramos por estar acostumbrados al estado burgués del modelo capitalista. Los Consejos Comunales sirven de articulación con otros instrumentos que han venido naciendo en estos años, como los Comités de Salud, los Comités de Tierra Urbana, las Mesas Técnicas de Agua, de Energía, de Electricidad . El Consejo Comunal debe engranar todos estos entes de participación popular. Pero todo dependerá de lo que hoy hagamos entre todos. Si queremos Patria tendremos que lograrla. Es la participación integral de la comunidad, lo que nos permitirá alcanzar ese objetivo; no es labor solamente de un gobierno o de un partido, debe ser de todo un pueblo. Lo que Chávez llamaba el autogobierno. "Los Consejos Comunales no pueden ser apéndices de las alcaldías", nos decía.

Como sabemos, la integración de un conjunto conveniente de Consejos Comunales constituyen una Comuna. La Comuna es la célula fundamental de la conformación del Estado Comunal. A través de ellas las comunidades se organizan para construir el socialismo en lo concreto, desarrollar proyectos socioproductivos y atender sus propias exigencias. Están sujetas a la aplicación de la Ley Orgánica de las Comunas las organizaciones comunitarias debidamente organizadas y todas las instancias del poder popular debidamente constituidas, así como las personas naturales y jurídicas tanto de derecho público como privado que se relacionen con las comunas.

Las Comunas, sin duda constituyen un pilar fundamental en la búsqueda del Socialismo del Siglo XXI. No podemos olvidar la enorme preocupación que embargaba a nuestro Comandante Eterno cuando observaba la indiferencia que los miembros de su gabinete mostraban hacia ellas. "Ahora, la autocrítica; en varias ocasiones he insistido en esto, yo leo y leo, y esto está bien bonito y bien hecho, no tengo duda, pero dónde está la comuna. ¿Acaso la comuna es sólo para el Ministerio de las Comunas? Yo voy a tener que eliminar el Ministerio de las Comunas, lo he pensado varias veces, ¿por qué? Porque mucha gente cree que a ese ministerio es al que le toca las comunas. Eso es un gravísimo error que estamos cometiendo. No lo cometamos más. Revisemos. Firmé un decreto creando algo así como ente superior de las comunas. ¿Dónde está? No ha funcionado. Nicolás, te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: las comunas, el estado social de derecho y de justicia. Hay una Ley de Comunas, de economía comunal...... Todos aquí tenemos que ver con esto, todos, desde mi persona, la Presidencia de la República..... "

El Sistema de Comunas, concebido en la Ley Orgánica de las Comunas, apunta a la creación del Estado Comunal, el cual será expresión de una nueva y provechosa relación entre el gobierno y la población para impulsar y fortalecer la sustentabilidad y la ejecución de los proyectos en conjunto.

La Ley Orgánica de las Comunas en su artículo 1 establece que estas organizaciones" tienen por objeto desarrollar y fortalecer el Poder Popular, además de ejercer el pleno derecho de la soberanía, así como desarrollar la participación protagónica mediante formas de autogobierno para la edificación del Socialismo del Siglo XXI".

Necesitamos construir y fortalecer el Sistema Económico Comunal en el marco del modelo productivo socialista. La Economía Comunal es la nueva manera de administrar los recursos, con objeto de producir bienes y servicios y distribuirlos justamente para su consumo entre los miembros de la sociedad, pues no hay ninguna duda de que el modelo capitalista, que solo busca el lucro y el interés individual, es además depredador en exceso, está generando una exagerada contaminación del medio ambiente y un recalentamiento global que nos está llevando a la autodestrucción.

Por tal razón, debemos promover, constituir y consolidar las organizaciones socioproductivas como las Empresas de Producción Social EPS, las Unidades de Producción Integrales Socialistas UPIS, las Unidades Productivas Familiares UPF, etc., que son las llamadas a solventar la situación de la economía en las comunidades y la problemática de la tercerización en las instituciones públicas.

En todas las poblaciones del país, por pequeñas que sean, se pueden establecer EPS, UPIS, o UPFs para la producción de infinidad de bienes y servicios desde derivados del petróleo, del hierro, del aluminio, la madera, alimentos, etc. El modelo capitalista nos tiene acostumbrados a grandes parques industriales, ubicados en las grandes ciudades y de ser posible con grandes puertos y aeropuertos para poder exportar la enorme producción que generalmente es propiedad de grandes empresas transnacionales que pertenecen a muy pocos dueños. Hasta las empresas de transporte son grandes y pertenecen a muy pocos dueños.

La economía comunal y endógena es muy diferente: pueden ser numerosas pequeñas o medianas empresas, que pertenecen a una comunidad, y que por ser numerosas, entre todas generan una gran producción y reparten beneficios y calidad de vida entre muchas personas, puesto que no hay explotación del hombre por el hombre y la vida en comunidad es mucho más agradable, saludable y placentera pues, como su compromiso es con el socialismo, se pueden disfrutar más fácilmente de actividades deportivas, culturales y sociales que en las convulsionadas grandes empresas. Esta economía comunal es más cariñosa o amigable con la naturaleza, ya que los trabajadores viven cerca del sitio de producción y no malgastan los recursos.

Como se puede observar, no son los grandes parques industriales en las grandes ciudades o complejos industriales, la solución al problema de la producción de bienes o la generación de puestos de trabajo y calidad de vida para nuestra población. Tampoco es necesario ni conveniente la creación de grandes Zonas Económicas Especiales, para facilitar a grandes inversionistas extranjeros que vengan a explotar a nuestra población y de paso contaminar nuestro territorio. La bondad de la inversión extranjera es un mito, pues tenemos en Venezuela suficientes recursos naturales y humanos que nos permiten con una inversión relativamente pequeña, adquirir el equipamiento y la transferencia tecnológica suficiente y necesaria para alcanzar un desarrollo armónico, equilibrado y simultáneamente con el apoyo de nuestras universidades e institutos científicos, podremos lograr un mayor nivel tecnológico.

Otro elemento de suma importancia para consolidar el Poder Popular, lo constituye la Contraloría Social. Es un mecanismo nuevo y muy poderoso, pero tenemos que aprender a usarlo, reglamentarlo, probarlo y corregirlo para perfeccionarlo de tal manera que funcione para contrarrestar los vicios que se han enquistado en todo el ámbito público y privado como la corrupción, la negligencia, el nepotismo, el clientelismo, el amiguismo, etc., que nos ha conducido a un estado pesado, lento, ineficiente y costoso para toda la población, pero que además, dichos vicios se suelen ocultar y disimular de mil maneras, pues desafortunadamente no contamos con corruptómetros, negligenciómetros, nepotismómetros, etc., y si existieran se fundirían muy pronto por exceso de uso.

La corrupción, el nepotismo, la ineficiencia, el amiguismo, la complicidad, el burocratismo, la negligencia, etc. solamente podrán combatirse con la participación de toda la población. Pero la Contraloría Social no se realizará con solo llamar a una línea 0800EFICIENCIA. La ley Orgánica de Contraloría Social ya existe, pero debemos reglamentarla en todos los entes y ambientes para que realmente funcione. Y ejercerla eficiente y permanentemente.

Es necesario implementar Auditorias Públicas Ciudadanas a nivel nacional, instaladas en cada parroquia, municipios y estados del país, para auditar las grandes estafas y desfalcos cometidos por altos funcionarios de los gobiernos en las diferentes instancias. Hay que investigar al gobierno y a la oposición, para dar con los responsables de la debacle del Estado Venezolano. Es preciso que el pueblo ejerza la Contraloría Social muy rigurosamente, pues no son los corruptos quienes pueden investigar a los corruptos. No podemos ni debemos confiar ciegamente en los funcionarios, ni en los compromisos o negocios que realicen, sean en la Presidencia, ministerios, gobernaciones, alcaldías, Contraloría General de la República, Fiscalía General, Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, etc., pues se ha comprobado que la mayoría de sus miembros son manipulables y propensos a la corrupción. El Poder Popular junto con leyes inexorables constituyen la mejor combinación para lograr la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de estabilidad política, y la mayor suma de felicidad posible para el pueblo.

Como hemos podido observar, para consolidar el legado de Chávez, tenemos que asumir nuestra responsabilidad de continuar la lucha con nuestra participación organizada, activa y protagónica. De otra manera se habrá perdido la oportunidad de hacer la Patria que soñaron Bolívar y Chávez.

El autor es: Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente

gilnandez@hotmail.com