El mundo se prepara para el colapso del dólar


Todo el mundo se prepara para hacer frente a un próximo colapso del
dólar estadounidense. Los aliados occidentales acuden en masa para
unirse al nuevo Banco Asiático para Inversiones en Infraestructura
(AIIB, por sus siglas en ingles) en tanto Estados Unidos y el Banco
Mundial, desde el banquillo de los acusados donde está sentado, les
habla de gobernanza financiera "adecuada".

Estados Unidos ha instado a sus aliados a pensarlo dos veces antes de
firmar con un nuevo banco de desarrollo asiático liderado por China,
que Washington considera rival del Banco Mundial, luego que Alemania,
Francia e Italia anunciaron su intensión de incorporarse siguiendo el
ejemplo de Gran Bretaña.

La intensión concertada de tan importantes los aliados de Estados
Unidos de participar en un proyecto de Beijing con alcance económico
de buque insignia fue un golpe diplomático a Estados Unidos y a sus
esfuerzos por contrarrestar el rápido crecimiento económico y
diplomático de China.

La participación de estas potencias europeas expresa un afán por
colaborar con la economía de la República Popular China, la segunda
mayor del mundo, y tiene mayor significación porque se produce en
medio de espinosas negociaciones comerciales entre Bruselas y
Washington.

"Espero que antes de concretar compromisos definitivos prestando sus
nombres a esta organización se asegurarán de que la gobernanza de ésta
sea adecuada", dijo el Secretario del Tesoro Jack Lew a legisladores
estadounidenses, según Reuters.

A juicio del periodista estadounidense Eric Blair en un artículo que
publica en la revista digital Activist Post, parece que muchos países
se están cansando de las arbitrarias sanciones económicas de Estados
Unidos, que juega a la política con el sistema SWIFT, manipula los
precios en dólares de los productos básicos, estrangula las deudas de
varias naciones con el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial mediante la desigual representación que rige en estas
instituciones, para no mencionar la despiadada violencia con que
suelen proteger estos escandalosos negocios.

China está cansada de esperar a que se le concedan más poderes en los
bancos internacionales y está creando sus propias oportunidades
alrededor del mundo. En los últimos tiempos se ha involucrado en la
creación del Banco de Desarrollo de los BRICS, en una alternativa al
sistema SWIFT, en la construcción del canal de Nicaragua para competir
con el canal de Panamá y ahora en este nuevo Banco Asiático para
Inversiones en Infraestructura (AIIB).

En los últimos años, las sanciones impuestas por Estados Unidos han
tenido cada vez menos efectos, en la medida que las naciones
sancionadas encuentran más maneras de evadir las sanciones. Los
grandes perdedores pueden terminar siéndolo las empresas
estadounidenses a las que se les prohíbe comercias con ciertas partes
del mundo.

Pese a los esfuerzos de los medios corporativos por revitalizar el
conflicto con Rusia, las sanciones no han funcionado, llevando a
algunos halcones occidentales a promover la exclusión de los bancos
rusos del sistema de SWIFT. Esto solo se resolvió cuando Rusia amenazó
con represalias que resultaron en el otorgamiento a Rusia, por primera
vez, de un asiento en el Consejo de SWIFT.

El dominio norteamericano en la economía mundial disminuye claramente.
El dólar estadounidense se diluye lentamente como moneda de reserva
mundial y eso lo saben todos los actores clave.

El dólar disfruta actualmente de un poder de compra récord en la
economía global por ninguna razón fundamental que no sea que el
petróleo se cotiza en dólares. El desplome del precio del petróleo se
aprecia como un último esfuerzo para impulsar la demanda de dólares.
Sin embargo los niveles de deuda nacional, las guerras interminables y
la economía de papeles falsos aseguran que esta fachada eventualmente
colapsará, probablemente tan rápido como fue creada.

Este nuevo sistema alternativo puede limitar el contagio con un dólar
colapsado. Básicamente es una buena cosa que el mundo tenga más
posibilidades de elección en cuanto a la movilidad del dinero. Pero,
cuidado, no es diferente del actual sistema de reserva fraccionaria
basada en la deuda parasitaria que actualmente actúa cual sanguijuelas
en la mayor parte del planeta, salvo por ligeras diferencias entre los
miembros de las juntas directivas.

"Sin embargo, apuesto a que el establishment les exaltará como
salvadores cuando la economía estadounidense ya no se pueda salvar",
concluye Blair en Activist Post.

 



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Manuel Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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