Crónica de una invasión anunciada

La característica fundamental del proceso político venezolano, encabezado por el Presidente Hugo Chávez, ha sido el anuncio de un programa de Gobierno, destinado a controlar y administrar todos los recursos naturales del Estado. Mediante una política social de inclusión, el mensaje siempre ha estado enfocado en desarrollar una política económica basada en la justa distribución de la riqueza nacional, con el objetivo de contrarrestar aquellas brechas de pobreza y miseria heredadas de las administraciones nefastas del pasado, por parte del bipartidismo de derecha, que gobernó a Venezuela por 40 años.

Ese mensaje Bolivariano, inquietó al Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, quienes mediante sus distintos voceros en Washington y en Caracas, criticaron abiertamente la llegada de una revolución a nuestro país.

Utilizando toda su artillería mediática comunicacional, han tratado de manipular la realidad de la política venezolana, vendiendo al mundo una imagen negativa de lo que representa la revolución socialista en América Latina. Asimismo, mediante sus agencias de inteligencia, han estado en estrecho contacto con los agentes de la derecha venezolana, financiando campañas desestabilizadoras, como la ruptura del orden Constitucional del año 2002, el paro petrolero, las manifestaciones violentas (guarimbas), etc.

No sólo con ello, han implementado una guerra económica de corte criminal, a imagen y semejanza del formato aplicado al Presidente Allende en Chile, con la finalidad de apostar al desgaste dentro de las filas que apoyan la revolución.

Hoy en día, la Venezuela socialista, que trabaja arduamente por un progreso en igualdad de condiciones y oportunidades para todo el pueblo, se ve amenazada por otro intento de golpe de estado, promovido y financiado por el Departamento de Estado, con el aval de sectores radicales de la oposición venezolana. Ahora, mediante viejas artimañas políticas, aplicadas en diferentes países donde han prosperado golpes de estado, a saber, compra de conciencias de personeros militares y civiles, pretenden derrocar al Gobierno legítimo de Venezuela. Más de 50 pronunciamientos negativos por diferentes voceros de EEUU contra Venezuela, lo reflejan claramente.

Queda en evidencia la intervención gringa en Venezuela, al observar un silencio hipócrita y evidente cuando existen violaciones flagrantes de los derechos humanos en países vecinos de los EEUU -el caso de 43 estudiantes de Ayotzinapa- y no existe ni un solo comunicado de preocupación por parte de la administración Obama. Demostrando de esta manera, su claro y descarado sesgo con Venezuela.

No se trata de un capricho imperial. Es la crónica de una invasión anunciada, desde hace rato. Pretenden detener el desarrollo y la consolidación de la revolución Bolivariana, en un país que tiene, comprobado, la mayor reserva de petróleo del mundo. Es decir, de suma importancia para la voraz economía depredadora del imperio norteamericano.

Motivo más que suficiente para activar todo su potencial carga (mediática-política) contra el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Han aplicado sanciones coercitivas unilaterales contra algunos funcionarios del Estado venezolano, con el único fin de amedrentar, presionar e intimidar a las autoridades, para que abandonen la dirección del poder político del Estado.

Como respuesta inmediata, el Presidente de la República, Nicolás Maduro ha anunciado una serie de medidas destinadas a establecer un trato recíproco con los Estados Unidos de América.

Lo que resulta cierto, es que la República Bolivariana de Venezuela, nuevamente atraviesa por nuevas y más contundentes amenazas, que pueden manifestarse de manera violenta los últimos meses. Denuncia pública que realizo. Responsabilizo al Gobierno de los EEUU por la ola de violencia desatada desde el año pasado en Venezuela.

Tenemos la herramienta para contrarrestar tal campaña… la verdad. El pueblo venezolano que apoya a la revolución, estará al pié de lucha, atendiendo cualquier llamado en defensa de la patria. Y completamente convencido de que ese sector opositor, que no apoya salidas inconstitucionales, no va a apoyar aventuras bélicas que pretendan derribar nuestra democracia.

Si algo ha caracterizado a la revolución Bolivariana ha sido el respeto inherente a los derechos humanos. Venezuela es un pueblo amante de la paz y la tranquilidad por un mejor porvenir. Muestra de ello ha sido la convivencia en democracia de dos bloques políticos, antagónicos, pero con todo el espacio posible para expresar libremente sus opiniones, donde se han desarrollado miles de manifestaciones pacíficas, de lado y lado, y no ha pasado ningún hecho lamentable. Los resultados negativos que se han vivido, ha sido por los llamados irresponsables por parte de algunos dirigentes extremistas, quienes mandan a descargar su "arrechera" y luego se niegan a asumir su responsabilidad.

Es por ello que el pueblo de Venezuela tiene que brindarle todo el apoyo posible al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en todas las medidas que tenga que tomar para alcanzar la mayor suma de felicidad posible. Se hace un llamado serio a nuestros dirigentes para que estemos alerta y acompañemos con trabajo, dignidad y probidad el legado del Comandante Eterno, es esta gesta heroica de su legado.

Independencia y Patria Socialista.

edobulls@gmail.com



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