Borrón mediático y golpe continuado contra Venezuela

El asesinato del adolescente Kluivert Roa en el estado Táchira debe investigarse a fondo. ¿Quiénes podrían estar interesados en provocar hechos de violencia que impacten nacional e internacionalmente? Los enemigos de la paz en Venezuela contribuyen con saña a crear un expediente de muerte y violencia para demostrar que el Estado venezolano viola los acuerdos y pactos internacionales relativos a los derechos humanos y propiciar la intervención internacional. Estados Unidos anda trabajando en ese sentido dentro del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr condenar al país.

Con la muerte del adolescente tachirense y los hechos de violencia generados en los estados Zulia, Mérida y Miranda, esa misma mañana, perseguían desviar la atención mediática de las pruebas contundentes y reveladoras de la verdad que presentaron los diputados revolucionarios. La oposición pretenden de alguna manera borrar el negativo impacto que tuvieron las imágenes de Antonio Ledesma saliendo detenido de su oficina sin esposas y haciendo el acostumbrado gesto típico electoralista de victoria de Carlos Andrés Pérez, video que contradice las entrevista presentadas por CNN de su esposa y de otros líderes que denunciaban la supuesta arbitrariedad durante el arresto. La esposa del alcalde llegó a asegurar que hasta su yerno chavista, ministro de turismo, Andrés Izarra, había renunciado a su cargo por este motivo. Cosa desmentida por el propio ministro vía twitter.

También querían alterar la fuerza de las denuncias testimoniales difundidas al país desde la Asamblea Nacional contra el diputado Julio Borges y demás políticos involucrados en las actuales acciones golpistas y de sabotaje que prueban el comportamiento antidemocrático histórico de estos personajes en contra de la Constitución y el ordenamiento jurídico venezolano.

¿Quiénes están detrás de estas acciones desestabilizadoras?

La rapidez en la respuesta de Washington a las incidencias políticas en Venezuela demuestra que el ojo del imperio está puesto en Venezuela. Tanto que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo este martes que Venezuela es el único país al que molesta el proceso de normalización de relaciones con Cuba iniciado por el gobierno de Barack Obama en diciembre. Esta mención de Kerry en una audiencia ante el Comité de Gastos del Senado de EE UU revela la mala intención de esa nación hacia Venezuela, porque persigue mal poner la relación de solidaridad y hermandad entre las patrias de Fidel y Chávez.

Los elementos reveladores de los objetivos trazados en la componenda con la oposición venezolana y sectores conservadores de Estados Unidos, Colombia y España van saliendo poco a poco. Pero existe una toma de decisiones desde el lado opositor que funciona, tiene el musculo mediático, al responder a cada acción del gobierno con otra que no consigue despertar interés en las masas como para producir un alzamiento masivo de opositores ni desde el lado militar. Además de la torpe intervención de funcionarios norteamericanos y hasta del presidente Barak Obama. El fin es la articulación de todos los factores de perturbación posibles que ayuden a elevar los niveles de inseguridad en todos los sentidos. Dirigidos a cambiar la matriz de opinión de la mayoría del pueblo que acompaña al gobierno revolucionario, a pesar del desabastecimiento y los hechos que a diario se vienen suscitando.

Los opositores reciben asesoría, recursos financieros y logísticos que se suman a la decisión del sector empresarial de terminar con la revolución bolivariana. No caben dudas que esta vez sectores empresariales acompañan con decisión derrocar el gobierno y el sistema socialista que es incompatible con su ideología y actuación, contraria a su filosofía de vida y metas personales. Hoy aparecen desde la cuerda floja del golpe continuado, una especie de marcha lenta que agote las fuerzas del estado y aliente la insurrección. Pero en su momento sabrán salir a respaldar a la oposición que sí comulga con sus aspiraciones neoliberales y antipatrióticas. No por mayores esfuerzos que haga el gobierno este sector sediento de dólares aceptaría la regulación de sus ganancias que significan los precios justos que contradicen las leyes del mercado de oferta y demanda.

La incursión paramilitar

Desde Colombia y otros lugares del exterior están monitoreando la situación interna y se ordena realizar acciones específicas que intentan minimizar las medidas de reacción del gobierno para restablecer la normalidad en todo el país. Esas medidas contra el Estado las está ejecutando una especie de contra inteligencia que ha demostrado tener cierta capacidad de éxito en sus medidas operativas. Miembros del aparato de inteligencia militar del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, trabaja las 24 horas con ese fin. Cosa que contrasta con la normalidad en los 335 municipios de Venezuela, solamente alterados durante algunas horas en el municipio Chacao, en Miranda; en la ciudad de Mérida, en la ciudad de Maracaibo y en el poblado de Rubio, en el estado Táchira. Hechos de violencia utilizados por los medios para plantear que Venezuela está en medio de unas crisis humanitaria y de ingobernabilidad.

La incursión paramilitar tiene varios componentes. En el terreno el uso de mercenarios en acciones de sabotaje, fuerzas integradas además, por ex policías de las desaparecidas DISIP, de la policía Metropolitana y otros cuerpos de seguridad activos y no activos. Lo que explica la necesidad de tener mucho cuidado porque son expertos en realizar y aplicar medidas que solo se explican desde la perspectiva de los entrenados aparatos de contra inteligencia que los tutela en sus acciones operativas.

El develado plan de atentado asesino que se perpetraría contra objetivos como la manifestación civil en Caracas por el día del estudiante, así como otras instalaciones civiles y militares, utilizando al menos un avión artillado explica la capacidad de las fuerzas que intentan derrocar al gobierno venezolano. Hecho banalizado por la oposición. Pero desde hace meses, el periodista José Vicente Rangel, denunció sobre la compra de aviones de guerra por parte de empresarios prófugos de la justicia venezolana y miembros de la organización "Gente del Petróleo" (ex funcionarios de la alta gerencia de PDVSA), vinculados a la empresa petrolera Pacific Rubiales que serían ubicados en una base militar estadounidense en Colombia.

Las limitaciones que tiene este tipo de eventos están relacionadas con aspectos de autonomía de las naves a emplear porque sería muy difícil que una aeronave pudiera regresar airosa de cumplir una misión tan riesgosa. Para ello habría que dejar fuera de disposición combativa a la fuerza aérea y todo el moderno sistema de protección antiaérea que cuenta Venezuela. De allí la idea de buscar dentro de la fuerza aérea complicidad para inhabilitar y volar con mayor facilidad desde aeropuertos ubicados en el largo borde fronterizo entre Venezuela-Colombia-Brasil y las islas del Caribe, donde existen pistas en bases militares y en fincas utilizados por agentes privados y el narcotráfico. Pero solo la idea atemoriza porque produciría una masacre.

Por eso, hay que movilizar a todas las fuerzas conscientes del peligro que corre la República. Necesario es vigilar los objetivos vulnerables como los dirigentes y cuadros de la Revolución. El pueblo debe tomar medidas de protección alrededor de las instituciones y entidades de atención a la población. La prevención es la mejor arma contra las acciones de terrorismo. Por eso hay que hacer guardia y cuidar los medios y los recursos que la revolución ha puesto al servicio de la población, no podemos dejar que nos quemen los camiones de la CANTV, las ambulancias, las universidades y otros medios. No se le puede dejar el trabajo de vigilancia a la policía y a la guardia nacional, el cuidado de las instalaciones y demás recursos del Estado deben ser protegidos también por los beneficiarios directos, el pueblo.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 979 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter