Acuerdo Nacional para la Transición y "ayuda" a los pobres

La actual "crisis" del capitalismo global, producto de las apetencias crecientes de las corporaciones (comerciales, industriales y financieras), y de la feroz competencia intercapitalista por el control de las materias primas (incluyendo su cotización) y los mercados, afecta prácticamente a todo el planeta. Está incluida aquí Venezuela, nación cuyo gobierno central insiste en hacer creer a la opinión pública que se está construyendo el famoso socialismo del siglo XXI, pero que evidentemente se trata de simple retórica populista. Considérese que en este país rentista, afectado seriamente por la baja en el precio del petróleo y el consecuente descenso en las reservas internacionales, convergen claramente los intereses de la burguesía local, incluyendo la roja u oficialista, y la burguesía global, conformada en gran medida por transnacionales estadounidenses, chinas y europeas, que ahora cuentan con las Zonas Económicas Especiales. Nada que ver con socialismo, comunismo, o algo por el estilo.

Para enfrentar la "crisis", el Gobierno venezolano se ha endeudado progresivamente, ha otorgado garantías especiales a los inversores extranjeros y al gran sector privado interno, y ha decretado una serie de medidas que, en su conjunto, representan una especie de paquetazo neoliberal aplicado paso a paso: devaluación monetaria, liberación exagerada de precios, entrega masiva de dólares a los importadores particulares, y otras acciones. Las consecuencias negativas no se han hecho esperar, y afectan en su mayor parte a la clase baja, quienes una vez más están pagando por una "crisis" originada por los ricos. El alto costo de la vida hace añicos los bolsillos de millones de venezolanos, quienes día a día notan como el bolívar vale menos ante los precios de alimentos, prendas de vestir, medicinas, pasajes, artículos de ferretería, repuestos automotrices y otras mercancías y servicios.

Alto costo de la vida indisolublemente derivado del sistema capitalista, generador de riqueza para una minoría y de pobreza para la mayoría de la población, privada de los medios de producción y el capital, o en el "mejor" de los casos propietaria de los mismos en forma muy limitada. Tristemente se resta importancia, por parte del Gobierno nacional y de diversos grupos y sectores de Venezuela, al aumento de la pobreza y sus nefastos efectos sociales; en este caso ha sido de gran utilidad el discurso antiimperialista, socialista y humanista de las autoridades "revolucionarias", sirviendo, entre otras cosas, para enmascarar todo el daño de la burguesía local y global al pueblo, específicamente a las masas. De manera que el tan mentado socialismo del siglo XXI, no es que más que un eufemismo para proteger y seguir estimulando, en Venezuela, al perverso capitalismo.

Ante semejante panorama los líderes opositores María Corina Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma, hicieron público el documento Acuerdo Nacional para la Transición (hay quienes creen que es falso, pero su existencia se comprueba, por ejemplo, en el facebook de la "señora" Machado), en el que proponen un programa de tres agendas a ser aplicado en caso de desplazar del poder al Gobierno de Maduro. Se indica aquí dicho texto, debido a que numerosos seguidores de la oposición creen que expone planteamientos favorables a las necesidades de la mayoría, con el objetivo de resolver el problema de la pobreza, tarea reprobada por el "socialismo" del siglo XXI. Ahora bien, ¿realmente hay propuestas en dicho acuerdo para ayudar a los pobres? De entrada, es importante señalar que dos de sus autores pertenecen a la clase alta (María Corina Machado y Leopoldo López), enemiga por naturaleza de las masas, por explotadora, codiciosa, parásita y pare de contar. Luego, es importante citar algunas partes del documento para conocer a fondo la verdadera intencionalidad socioeconómica de sus autores:

-"Asumiendo ese compromiso hacemos un llamado, sin distingos políticos y trascendiendo las diferencias, para que pongamos en marcha, con la urgencia del caso, un Acuerdo Nacional para la Transición en el que esté representada la Unidad de todos los ciudadanos de Venezuela, a través de las visiones de los trabajadores, los jóvenes, los empresarios, los académicos, los políticos, los miembros de las iglesias y de la Fuerza Armada, en fin, de todos los sectores nacionales". Eso de la unidad, es una de las falacias más grandes con que los procapitalistas han defendido a su porquería de cosmovisión a lo largo de la Historia. Y cuando se hace el llamado a la unión de trabajadores y empresarios, se quiere hacer creer a la opinión pública que éstos pueden llegar a ser amigos o algo así en ciertas situaciones, se continúa justificando la explotación y la opresión a cargo de los ricos, y se perpetúa la imagen positiva de los burgueses, cuando en realidad son los más grandes ladrones del planeta. ¿A quienes pretenden engañar con un futuro libre de contradicciones sociales en el marco capitalista? ¿Hay imbéciles que sueñan con un mundo en armonía y paz mientras persisten la desigualdad y la injusticia?

- "Insertar nuevamente a Venezuela en los circuitos financieros internacionales y obtener de ellos los apoyos económicos necesarios para superar las dificultades del corto plazo". Más claro no puede ser el documento. Se plantea asfixiar con más deudas al país, sin importar las terribles consecuencias sociales derivadas de las exigencias de organismos como el FMI y el Banco Mundial. De llegar al poder central, la oposición resolvería el actual problema de endeudamiento con más endeudamiento, y así sucesivamente. ¡Vaya "inteligencia" y "sensibilidad social"¡.

- "Llegar a acuerdos para la justa reparación de los daños a que hubiere lugar por expropiaciones arbitrarias; revisar el estado real de todas las empresas no petroleras que acabaron en manos estatales por la voracidad del régimen y decidir las formas de propiedad y gestión que ellas deban asumir para asegurar su recuperación productiva". Cabe acotar aquí que el sector privado, en forma de oligopolio, controla en buena medida la producción y distribución de diversas mercancías en Venezuela, y sus productos son vendidos incluso en la red pública. De manera tal que la participación de dicho sector en el Producto Interno Bruto continúa siendo más alta que la del sector público. Y cuando los autores del texto hacen referencia a formas de propiedad y gestión, no mencionan para nada a las empresas de propiedad o producción social; al igual que el Gobierno nacional, gran parte de la oposición apoya de forma clara y decidida a las grandes compañías, demostrando así que le importa un bledo la democratización de los medios de producción y el capital, y por tanto el bienestar de la mayoría.

- "Desmontar la maraña de controles que ahoga a la economía y reconstruir las bases jurídicas y económicas que son necesarias para atraer la inversión productiva que garantice un crecimiento estable en el futuro". ¿Más beneficios para los capitalistas locales y globales?, ¿qué significa la liberación exagerada de precios cortesía del Gobierno "revolucionario"?, ¿hay que ser más condescendiente con las transnacionales presentes en las Zonas Económicas Especiales?, ¿por qué no hay un pronunciamiento de Machado, Ledezma, López y otros opositores contra esas zonas, destinadas a favorecer sobremanera a los burgueses con participación allí? Quien está ahogado es el pueblo trabajador-pobre y todo aquel que posee una pequeña empresa y un capital modesto, incapaz de competir con los grandes empresarios. Ni por asomo se indica en el acuerdo, que los privilegios de la burguesía son directamente proporcionales al sacrificio socioeconómico de los asalariados, y en consecuencia debería ayudarse a estos últimos. Capitalismo puro y duro es lo que proponen los redactores del panfleto aquí reseñado.

Es evidente que el documento a nombre de Machado, López y Ledezma, expone poco a nada en favor de la mayoría empobrecida de Venezuela. Y no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta la condición socioeconómica de dos de sus redactores, y el contexto capitalista nacional y planetario. Pero al menos la oposición es sincera con sus propuestas económicas, mientras que el Gobierno de Maduro insiste en seguir disfrazando al capitalismo como socialismo del siglo XXI, y así generar el menor rechazo posible de los ciudadanos a ciertas medidas económicas.



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Rubén Alexis Hernández

Licenciado en Historia, Magíster en Historia de Venezuela. Antiimperialista, izquierdista y ateo

 ruhergeohist@yahoo.com

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