- Los antiguos indígenas de lo que hoy día es el estado Mérida, fueron agricultores que, con ciertas técnicas y manejo conservacionista, lograron una producción relativamente diversa y abundante. Y en sus lugares de asentamiento, contaron, además, con la presencia de vegetación silvestre con frutos comestibles. Ambos factores determinaron el surgimiento de una dieta en la que predominaban los alimentos de origen vegetal, con la yuca, el maíz, el cacao, el frijol, el ají, la auyama, la batata, la guayaba, la piña y el aguacate, entre otras especies, como parte del régimen alimentario de las tierras bajas; mientras que en las tierras altas, además del frijol y el maíz (de cultivo bien limitado por encima de los 3000 metros sobre el nivel del mar), el churí, la cuiva, la ruba, la arracacha (también conocida como apio) la mora, la curuba, el michiruy, el saní y la cuchuva, eran degustados día a día por los aborígenes. Mediante los intercambios, los indígenas de diversas partes complementaban su consumo de vegetales.
- Si bien en menor medida, los naturales comían la carne de animales domésticos, de aquellos que cazaban ocasionalmente, y de los que obtenían por trueque con pueblos asentados en las franjas piemontinas, por ejemplo. El pavo, el venado, el conejo y el pescado, entre otros animales, enriquecían una dieta en la que predominaba el consumo de vegetales.
- De acuerdo a lo señalado en los párrafos precedentes, la alimentación de los habitantes prehispánicos de "Mérida" era relativamente variada y equilibrada, con un adecuado aporte de proteínas, carbohidratos y grasas. Hay quienes aseguran erróneamente que había carencia proteínica en la dieta de los naturales, sin tener en cuenta que alimentos como el maíz y el frijol, por mencionar sólo dos, aportaban los aminoácidos esenciales.
- La sal era masivamente consumida antes de la llegada de los españoles, y también empleada como conservante, en especial de carnes. Gracias a su potente acción como condimento, no faltaba en la cocina diaria de los indígenas, junto a algunas hierbas que otorgaban un sabor especial a las comidas. En general la sal provenía de las salinas de lo que hoy día es Maracaibo y sus alrededores. Algunos pudieran pensar que del antiguo Pueblo de la Sal, actual Piñango, también extraían el condimento, pero no hay evidencias que así lo indiquen, más allá de lo que sugiere el topónimo.
- La bebida más consumida luego del agua, era la chicha elaborada con maíz amarillo o blanco, y endulzada en ocasiones con miel de abejas. En ciertos rituales se tomaba bien fermentada, con un grado alcohólico relativamente elevado. También era común una preparación líquida a partir del cacao, conocida como chorote, nombre con el que también se denominaba a una vasija trípode de uso ceremonial.
- Mientras que algunos alimentos se comían crudos (frutas e hierbas), otros se asaban, guisaban o sancochaban, con la leña como principal combustible. Se utilizaban diversos recipientes y utensilios para cocinar, ingerir y almacenar los vegetales, las carnes y las bebidas: ollas, budares, múcuras, totumas, entre otros.
- Los siguientes platos pudieron haber formado parte de la mesa prehispánica en "Mérida": a) arepas, bollitos, "hallacas" y otras preparaciones a base de maíz; b) frijoles guisados con algún tubérculo; c) rubas sancochadas y acompañadas con ají y/o saní; d) venado o conejo asado con rubas y ají; e) pescado asado con yuca y/o batata; f) pavo, conejo o venado guisado con rubas o yuca; g) caldos y sopas.
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