El Origen y Superación de la llamada Corrupción

EL ORIGEN Y SUPERACIÓN DE LA LLAMADA CORRUPCIÓN

Jaime Corena Parra.  La Vela de Coro, octubre 31 de 2014.

La derecha y la izquierda, en todos sus matices y prácticas, llaman a la lucha contra la corrupción. Este flagelo  es un monstruo de varias cabezas, una de las cuales se manifiesta como la apropiación por la vía delictiva de los recursos de la nación, las gobernaciones y los municipios por parte de una persona o grupos de personas.

Usualmente ese tipo de apropiación ocurre a través de la aprobación de contratos para terceros a cambio de una comisión en dinero, el direccionamiento de las compras a proveedores amigos, las sobrefacturaciones en las compras, la sustracción de activos, la realización de obras incompletas declaradas como terminadas, la contratación con empresas de maletín, el desvió de  fondos, etc.

Corrupción a la derecha

En particular, la derecha conservadora, <incorruptible> según ella, se proclama campeona, por ejemplo en Europa, del ejercicio de la <moral pública> y arremete contra las <conductas permisivas> de los liberales o socialdemócratas, que supuestamente en el ejercicio gubernamental de la democracia representativa, <derrochan los recursos> con los que se cubriría, en caso de mediar una <gestión pulcra>, la demanda creciente del goce de derechos sociales de la población. Y por eso mucha gente controlada por la falsa conciencia termina creyendo que de verdad sus derechos sociales se garantizarían si no hubiera corrupción, sin detenerse a pensar por un instante en que la solución de fondo radica en la necesidad de distribuir socialmente de manera planificada el conjunto de la riqueza producida colectivamente en su país y el mundo, para que ello sea viable.  Por este camino se llega fácilmente a la ingenuidad, a ser caja de resonancia de los gritos de <abajo la corrupción y viva el sistema de la democracia representativa pulcra>.

Semejante predica, a menudo, es reproducida como uno de los ejes de los discursos electorales o del combate al opositor. Por ejemplo, el Partido Popular español, en medio de un cinismo sin límite, esgrime como parte destacada de su programa la lucha contra la corrupción, aunque no pocos de sus funcionarios y militantes de alto rango, de manera evidente, también incurren sistemáticamente en la apropiación de los recursos públicos. Además, resulta que también los actos de corrupción constituyen una práctica en la alta alcurnia de las autoproclamadas monarquías éticas constitucionales, tal como se ha revelado en España.   

Corrupción a la izquierda.

Como se dijo al principio, también en la izquierda comunista o socialista que orienta procesos revolucionarios como en Cuba y Venezuela, por igual se plantea la lucha contra la corrupción. De ahí el llamado de Fidel en su renombrado discurso de noviembre del año 2005 en la Universidad de la Habana y luego de Raúl Castro en el 2010 y 2011, a  combatir la corrupción y su hermano siamés el burocratismo, <que ponen en peligro la propia vida de la Revolución>. En diciembre del año 2006, Chávez en su discurso de confirmación como presidente de la República dijo que desenvainaba una espada para luchar contra la corrupción y otra contra el burocratismo. Y después, poco antes de su muerte volvió a hacer este llamado para salvar y profundizar la Revolución.  Desde marzo de 2013, como jefe de Estado en funciones, Nicolás Maduro, y hoy como presidente electo por voto popular, hace ingentes llamados a combatir la corrupción.

La Revolución soviética por cerca de 70 años de vida no vio disminuir la acción nociva de los siameses corrupción y burocratismo, por el contrario vio crecer todas sus manifestaciones hasta su caída. ¿Por qué son <duros de matar> estos siameses?  Aproximemos una respuesta distinta a los anuncios de promulgación de leyes duras contra la corrupción que luego resultan insuficientes. Intentemos ir más allá de las experiencias de las cosas.

¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA LLAMADA CORRUPCIÓN?

Veamos a grandes rasgos dos elementos que nos ayudan a comprender el soporte de la corrupción y luego su origen histórico.  De no abandonar la Revolución progresivamente estos soportes, poco se podrá hacer contra la corrupción, lo que no excluye el logro de algunos éxitos puntuales en su restricción, que luego se opacarán.

Soportes de la corrupción.

1.    Los actos de corrupción en su magnitud y frecuencia, corren principalmente de arriba hacia abajo en la estructura jerárquica y muy poco en sentido contrario, debido principalmente al privilegio que poseen personas o grupo de personas (muchas veces con conexiones nepóticas y/o enchufes amigueros) en la toma de decisiones fundamentales en los niveles más alto del Estado, sus instituciones y sus empresas. Las decisiones se toman sin que medie el control social por parte de los ciudadanos y los productores directos. En otra ocasión haremos referencia a la reproducción de este fenómeno en la economía capitalista (privada).

2.    La estructura jerárquica de arriba hacia abajo en el poder burgués es una manifestación de la reproducción de forma muy compleja y por diversos laberintos de la histórica milenaria división del trabajo (en la economía, el poder político y la producción de ideología). En especial en la gestión de las instituciones del Estado  y sus empresas, se multiplica la división entre trabajo material e intelectual o entre trabajo operativo, directivo y de inspección; la ley orgánica del trabajo venezolano, recién expedida, legaliza esta división. Ocurre que la gran complejidad de la jerarquización en la toma de decisiones fundamentales por una minoría, no hace otra cosa que confirmar la exclusión en este proceso de la mayoría de los miembros trabajadores y ciudadanos de la sociedad. Con lo cual se reduce el control social de la gestión pública.

Al respecto, en la directriz IV del Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2013, rubricada por Chávez, de manera muy clara se plantea la interdependencia histórica entre división del trabajo y estructura jerárquica y la necesidad de su eliminación para que el trabajo adquiera significado. Por eso cobra un interés adicional, mirar, así sea de forma resumida, el origen de esta interdependencia histórica para plantearnos la superación revolucionaria de la corrupción.

El origen histórico de la corrupción.

En lo que hoy conocemos como mundo occidental burgués, hace aproximadamente 7000 años tuvo inicio la transición de la primera gran época comunitaria (familiar y tribal) a la segunda gran época histórica o de la división social del trabajo, las mercancías, el dinero, la propiedad privada y el Estado, de la cual la humanidad está intentando salir sin éxito universal hace cerca de 200 años, entre otras gestas a partir de la Revolución Francesa, los estallidos de la luchas anticoloniales, empezando por Haití, la Comuna de París y las Revoluciones soviéticas pioneras.

En nuestra América y el Caribe, esta transición hacia la segunda gran época, se inició varios siglos antes de su invasión por los europeos hace un poco menos de 530 años, pero fue extraordinariamente acelerada y extendida por ella, con las llamadas conquista y colonización: el saqueo sistemático de sus riquezas, la explotación extrema y la imposición violenta de las culturas europeas a los pueblos originarios.

La transición en <occidente> comienza con el crecimiento de la población organizada en comunidades y asentada en aldeas productoras de alimentos, vestidos y herramientas de trabajo. Entre distintos asentamiento se hicieron inicialmente intercambios de productos y muchos años después se impuso el régimen mercantil. Así que el comercio vio la luz en estrecha vinculación con la recién parida división del trabajo entre productores familiares o tribales, guerreros cuidadores de la circulación de las mercancías y los mercaderes. Progresivamente en las primeras guerras de sometimiento violento de los productores de bienes, estos además de ser expropiados de la tierra comunitaria, de su propia vida y el producto de su trabajo, también fueron expropiados de la toma de decisiones fundamentales para la reproducción de la vida en comunidad.

Por tanto, desde los inicios de la segunda gran época de la historia de las sociedades hasta hoy, a lo largo de milenios de luchas, pasando por distintas formas, modos, estadios y fases del desarrollo sociocultural y con apoyo del Estado, se reprodujo  de forma más sofisticada la división del trabajo en la sociedad humana y sus instituciones, así como en la producción y distribución de bienes y servicios y la generación de ideas hegemónicas. Así se afianzó como cultura dominante la exclusión o expropiación de los productores de la toma de las decisiones fundamentales y por tanto del control de la producción y distribución de la riqueza social, hasta el punto que esto se considera, por parte de los expropiadores y sus adeptos y hasta por las universidades y la izquierda liberal autoritaria, un hecho natural y/o lógico y/o legal.

Estamos frente a la práctica de una cultura milenaria que propicia y genera corrupción por varios vericuetos; entonces ¿qué hacer para superarla?

¿QUÉ HACER AHORA CONTRA LA CORRUPCIÓN?

Con base en el muy apretado resumen histórico que hemos hecho, retomamos la idea de  que los actos de corrupción corren parejo por la red de laberintos de la estructura jerárquica vertical de formación histórica, cuyos niveles superiores producen las decisiones fundamentales de la vida económica, política e ideológica (aceptadas por liberales y conservadores y por algunas élites de la izquierda autoritaria, valga reiterarlo, como eternas).

En consonancia es preciso reconocer que la superación de los actos de corrupción también es histórica, y estos constituyen solo un aspecto de la apropiación delincuencial de la riqueza social; pues la obtención y ampliación de la producción de plusvalor ha sido legalizada y convertida en administración <científica de empresas> o ingeniería industrial.

Pero además es preciso, empezar a comprender, que no basta con la aplicación de leyes permanentes o emergentes contra la corrupción; que existe otro camino de desarrollo progresivo, de la construcción de una nueva cultura,  como es el freno y eliminación histórica de la corrupción, que pasa progresivamente, empleando palabras de Marx y Engels en La Ideología Alemana, <por el abandono de la división del trabajo>. Y ello en coherencia con  y rubricado por Chávez en la directriz IV del Proyecto Nacional Simón, Bolívar 2007-2013, tiene que ver con la <eliminación de la estructura jerárquica> que la nutre. Por tanto la causa obrera comunal, la de la ciudadanía productora, debe orientar al respecto tres grandes tareas:

1.    Crear conciencia colectiva de la necesidad de la recuperación histórica de la toma de decisiones fundamentales y del control social comunitario de su ejecución por parte de los productores y la ciudadanía. Esto se hace más factible por medio de ejemplos participativos que generen aprendizaje social para el colectivo (implantes). Un ejemplo sería la aprobación directa, en un año no muy remoto, del Presupuesto Nacional, por parte del pueblo y el establecimiento del control social de su ejecución.

2.    Proseguir en los intentos, cada vez mejor elaborados, de crear las múltiples condiciones para el abandono de la división del trabajo y su estructura jerárquica y propiciar el establecimiento del control social de la ciudadanía y el trabajo organizado en las decisiones fundamentales en las instituciones del viejo Estado y sus empresas y en la red de Empresas de propiedad comunal.  A la luz de la presentación del Plan Patria 2013-2019, redactada por Chávez, el viejo Estado debe ser <pulverizado>, al mismo tiempo que se avance en la organización política y productiva comunal alternativa y en la batalla por fortalecer la correspondiente y rectora conciencia socialista colectiva. La concretización histórica de esta conciencia son la red de consejos de trabajadores y trabajadoras y la red de comunas en plena articulación decisiva y participativa.

3.    Contribuir a la elaboración de una teoría orientadora ética de la transición socialista hacia la tercera gran época de la humanidad (de la igualdad, la justicia y la libertad) que incluya en el logro de los objetivos históricos de la Revolución Bolivariana, la superación, con apoyo en palabras de Marx y Engels, de <la trabazón> y de Chávez, de la <trama>, integrada por economía rentística-poder burgués-vertical jerárquico y falsa conciencia. E instaure a cambio la nueva sociedad venezolana y latinoamericana de las comunas y la red de consejos de trabajadores y trabajadoras de amplio control social del producto de todas y todos.

Desarrollar estos tres elementos significa rendir otro de los mejores homenajes al fallecido presidente Chávez, pues,  la transición socialista  sostenible es una acertada combinación de teoría y práctica a la que su pensamiento y obra tienen mucho que aportar.  



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