Yo también quiero opinar

Con motivo del debate surgido sobre el llamado a diálogo hecho por nuestro presidente Nicolás Maduro, me gustaría exponer también mi humilde posición. La de un hombre del pueblo, un inédito, sin mucha proyección… Si me lo permiten.

El llamado a diálogo, es una estrategia, como la que desarrolla un boxeador buscando un segundo aire sin perder de vista a su contendor. Este se abraza, busca las cuerdas, se mueve de lado a lado, bota el protector, hace un amague…y en menos que pestañe un mosquito tuerto, suelta el zurdazo que lo mantiene siendo el campeón. Igual pasa con la pelea de gallos, hay uno que comienza dando carreras, vueltas y vueltas, el otro lo sigue, se cansa, se para el corredor, suelta las patas certeramente y pone a cobrar un millón.
Así con esta reláfica quiero expresar que nuestro presidente Nicolás Maduro está haciendo su combate, esta es su hora, su momento.

No he escuchado al presidente decir que va a pactar, a negociar…solo ha dicho vamos a conversar…Es de hermanos darse las manos, un abrazo, mirarse a los ojos, pulsar la situación. El sabe bien hasta donde debe coincidir con nuestros adversarios…Y nosotros estamos ojo avizor, tenemos un plan de la patria que es la bitácora de la revolución.

Hago mi critica a algunos escribidores muy afamados, que pecan de soberbios y vanguardistas, quienes destacan que el presidente Maduro, su equipo y hasta el propio Chávez, por haber seguido una línea errática, que nos ha llevado al despeñadero, según ellos…pudieran ser mandados con todo y ropa PAL CARAJO. Sin argumentos sin soportes.

Acusan a Diosdado de corrupto, a Elías Jaua de haber acabado el proyecto agrícola. A Ramírez de haber acabado a PDVSA…Los amigos, al igual que la derecha, no aportan pruebas…Dizque un periodista llamado Leucemis García, antes de hacer sus vagabunderías hizo sus serias denuncias. Válgame Dios el denunciante.

Tendremos que preguntarnos, será que en esta hora “menguada” el revolucionometro tiene la aguja alocada...

Pensar que el comandante Chávez, nos condujo a este despeñadero, porque, no trabajaba en equipo ni creía en el colectivo es una delicada aseveración, aceptemos que sus pasos eran de gigantes, unos tras otro…impulsados por lecturas a toda hora, vista al mapa, congregar, debatir, escuchar y tomar decisiones. La falla estaba en nosotros que a la hora de gerenciar nos veíamos las caras, discutíamos lo que no debíamos y al final nanay, nanay…Esto sucedía en la Asamblea Nacional, el ministerio, las misiones, las cooperativas y hasta en un Consejo Comunal.

Preguntémonos a donde fue a parar el proyecto ferroviario, los proyectos de interconexión fluvial, los centrales azucareros, las plantas socialistas agroindustriales y pare usted de contar. ¿Qué pasó con la gente que tenía que bregar? ¿Qué paso con la salud del buen Chávez por nunca vacacionar?

Se impone mandar a nuestros adversarios y amigos, un mensaje de UNIDAD, que la revolución esta vivita, que la antorcha está encendida… que construiremos el socialismo y que palante es para allá

mc_hernanb@yahoo.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 773 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter