Al maestro Gabo con cariño


El periodismo está de luto. Se nos fue uno de los más respetados maestros del periodismo contemporáneo, quien se constituyó en la más importante fuente referencial para muchos de quienes seguimos las sendas de esta apasionante pero nada sencilla profesión. Las obras del Gabo siempre fueron lectura obligante en el aprendizaje de los géneros periodísticos. Su partida física nos deja un inmensurable legado.


Imperdonable resultaría hablar de la Crónica y el reportaje sin mencionar a Gabriel García Márquezporque éste no sólo los dominó a la perfección sino que les dio el rango de literatura, posición que defendió siempre ante quienes trataron de menospreciar y discriminar el trabajo periodístico.


En los talleres de periodismo, aprendimos las técnicas de redacción con libros del nobel escritor; “El Relato de un Naufrago”, “La Crónica de una muerte anunciada”, “El Coronel no tiene quien le escriba” fueron fuente de inspiración.


El maestro del Realismo Mágico, que alguna vez fue feliz e indocumentado en nuestro país, donde ejerció el oficio de periodista, nos dió también lecciones de ética: “La ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón”,afirmó. Desde su trinchera de escritor-periodista defendió los más altos ideales y ni siquiera el otorgamiento de un Premio Nóbel de Literatura, logró alejarlo de sus claras y firmes posiciones. Soy una convencida de que el Gabo distinguió a ese galardón y no al revés.


Por esa genialidad, es que nuestro querido mentor, se va a otra dimensión, elevado como Remedios La Bella, personaje de su más célebre obra; venerado y amado por millones de personas de todo el mundo.

Periodista, asesora del PFG de Comunicación Social Misión Sucre (Aldea Bolivariana Mérida)
 



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