Evolución de la Salud Pública Venezuela

Para introducirnos en el tema de la salud pública en nuestro país es necesario interpretarlo y entenderlo Tal como está plasmada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un Sistema Público Nacional de Salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad.
La rectoría y formulación de políticas de salud la tiene el Ministerio del Poder Popular para la Salud, sin embargo, la atención en salud se encuentra fragmentada, dependientes del Ministerio del Poder Popular para la Salud y las Gobernaciones, las instituciones dependientes del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), Instituto de Prevención Social de las Fuerzas Armadas, Petróleos de Venezuela (PDVSA), Instituto Nacional de Geriatría, la Corporación Venezolana de Guayana, Alcaldía de Miranda, Policía Estadal del Caracas y el sector privado o Clínicas privadas.
La estructuración del nuevo Sistema Público Nacional de Salud, está organizado en un sistema de redes de servicios de salud y niveles de atención, con una visión que confiere la rectoría y normativa al Ministerio del Poder Popular para la Salud, creándose un sistema único Publico Nacional de salud capaz de cumplir con lo establecido en la constitución de la República, con calidad eficacia y eficiencia que finalmente permita brindar a la población Venezolana un servicio Optimo.

 

Para profundizar sobre la salud pública en Venezuela primeramente analizaremos un poco la evolución histórica de la salud en Venezuela.

Desde 1.936, la salud no estaba vinculada con el estado sino mas bien se asociaba a una cultura popular; como la medicina tradicional, que facilito el desarrollo de diferentes conceptos que los sectores populares tenían respecto al problema de la salud y la enfermedad, ya que entre 1.936 y 1.961 nació y se desarrollo la historia del sistema de salud en Venezuela.

Este período se distingue por la precariedad del Estado en la definición de las políticas de salud. El Estado no tenía participación del proceso de salud en Venezuela. Dentro de sus características destaca una escasez de personal profesional en salud, incluyendo limitado e insuficiente número de médicos; poco desarrollo nacional en escuelas de formación de personal de salud; precariedad en el abordaje y atención de las epidemias y las endemoepidemias que afectaban al país. Debilidad en la formación médica y en el desarrollo de las Escuelas de Medicina a nivel nacional. Venezuela PRE petrolera llega hasta finales del Siglo XIX, se trataba de un país poco poblado. Población Dispersa, atrasado, fundamentalmente rural, pobre, abundante analfabetismo, predominio de la agricultura, latifundio etc. Se integraba al sistema económico Internacional a través de la exportación del café-cacao, añil, cueros, etc. Prevalecían las prácticas de salud empíricas; creencias, tradiciones.

 

La Mortalidad se relacionaba con el Paludismo (Malaria), Tuberculosis, anquilostomiasis, Bilharzia, Enfermedades Infecto-contagiosas y epidémicas. Inexistencia de un sistema de Salud organizado; la asistencia se prestaba en asilos, centros de caridad, Hospicios atendidos fundamentalmente por Religiosas. La esperanza de vida al nacer era de aproximadamente 40 años de edad. En 1.936 nace el Ministerio de Salud y Asistencia Social, siendo una necesidad económica para darle una respuesta al desarrollo de la industria petrolera que imponía arrancar de raíz un conjunto de instrumentos que azotaban la salud de los venezolanos, para así recibir a las compañías extranjeras. En esa época tuvimos que librar grandes batallas contra muchos problemas epidémicos y endémicos de gran magnitud, de ahí en adelante se construyeron infraestructuras hospitalarias en toda la geografía nacional, y también se desarrollo un sentido de pertenencia entre los trabajadores del equipo de salud. Después de 1945, prevalece una visión de postguerra que orienta las acciones en salud hacia la construcción de una amplia red sanitaria que se extiende por todo el país. Para mediados de los años cuarenta, surge el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) que respondería a las demandas de atención sanitaria de los trabajadores de las industrias.

A partir de 1.961 la salud en nuestro país comenzó el periodo que marco el pacto de punto fijo; este fue un periodo de gobernabilidad entre Acción Democrática (A.D), el partido Social Cristiano (C.O.P.E.I), y la Unión Republicana Democrática (U.R.D), los cuales hicieron que los componentes políticos se impusieran progresivamente dentro de las instituciones, desarrollándose una conducta clientelar que fue determinando las decisiones del ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Fue una época en la que se efectuaba un modelo individual curativo, se comenzaron a deteriorar los programas preventivos. Empezaron a multiplicar los entes públicos de dispensadores de salud, siguiendo las normas del ministerio de Salud y Asistencia Social. Unas universidades que formaban médicos exclusivamente para el ejercicio privado de la profesión, de ahí empezó a aumentar un desequilibrio entre las políticas de la salud pública y la construcción de un aparato privado de salud, que para esa época tenía más capacidad resolutiva. Este proceso se llevo a cabo con el neoliberalismo el cual apoyo con fuerza la privatización del sistema de salud, acabando con el ya existente sin importar la salud de la inmensa mayoría de los venezolanos que en los últimos 40 años fueron empujados a la pobreza y obligados a concentrarse en las grandes ciudades donde se produjeron distancias inmensas entre los distintos sectores de la población. En 1.998, un 80% de la población era pobre (gran parte de ellos en la más absoluta pobreza) y estaba privada de educación, Salud, Empleo, Vivienda, Una población pobre e inculta era un caldo de cultivo para los gobernantes más ambiciosos, que no tenían la más mínima intención de cambiar el panorama para no encontrarse con un pueblo preparado que decidiera su propia y justa administración. Un bien básico como la alimentación, apenas contaba con algunas tiendas mal repartidas por el país de precios solidarios, con productos de mala calidad y normalmente ausentes en las escasas estanterías, en lugar de ello se repartía alguna que otra bolsa de comida por los barrios más desfavorecidos cuando se acercaba la campaña electoral o había una celebración importante, por lo que los fondos destinados a alimentación se perdían de mano en mano y de bolsillo en bolsillo entre unos pocos burócratas sin escrúpulos. Los productos alimenticios de primera necesidad como la leche, los huevos o la carne no tenían sus precios regulados por el Estado. Una población pobre y desnutrida tenía en consecuencia otro enemigo mayor, si cabe, que acentuaría aún más la injusticia social en el pueblo venezolano: la nulidad del sistema sanitario. En Venezuela la red hospitalaria era muy deficiente, sin un mínimo de personal y sin medios para tratar la mayoría de los males. Ése 80% de la población pobre, no encontraba en sus barrios ningún tipo de ambulatorio o asistencia sanitaria, teniendo que desplazarse a las grandes ciudades para buscar una posibilidad de ser atendido con un mínimo de dignidad, siempre que tuviera la suerte de llegar cuando aún quedaban recursos medicinales.

El proceso constituyente Venezolano en Materia de Salud

Se resalta el carácter participativo del proceso de redacción de los artículos de salud de la Constitución de 1999, así como las diferencias existentes en materia de salud, entre la nueva Constitución y la anterior, de 1961. La principal diferencia es el reconocimiento de la salud como derecho social fundamental y el deber del Estado de garantizarla, saliendo al paso a las propuestas privatizadoras que caracterizan el contexto internacional, al considerar que la salud debe ser colocada en el mercado, dejando al Estado solo la responsabilidad de ofrecer atención a los más pobres. Por último, se comentan los artículos de la Constitución Bolivariana resaltando los mecanismos que permitirían garantizar el derecho a la salud, estableciendo las características y principios que deben estar presentes en el nuevo Sistema Público Nacional de Salud, caracterizado como intersectorial, descentralizado y participativo.

La Constitución del 61 (artículo 76) planteaba:

Todos tienen derecho a la protección de la salud. Las autoridades velarán por el mantenimiento de la salud pública y proveerán los medios de prevención y asistencia a quienes carezcan de ellos. Todos están obligados a someterse a las medidas sanitarias que establezca la ley, dentro de los límites impuestos por el respeto a la persona humana. Este artículo expresa una concepción limitada de la acción del Estado en salud, asignándole responsabilidades solamente para la asistencia social a aquellos sectores de población que no pueden satisfacer sus necesidades por sus propios medios, restringiendo, de esta manera, su acción a los pobres e indigentes. En esta concepción, priva el criterio hoy expresado con claridad por el pensamiento neoliberal, que las personas tienen la responsabilidad de satisfacer sus necesidades de salud por sus propios medios, en el mundo de la oferta y demanda de servicios, permitiendo la intervención del Estado sólo cuando el individuo no puede resolverlos en una relación de mercado.

En 1998, antes de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, el Sistema de Salud estaba sufriendo los intentos de reforma promovidos por los entes financieros multilaterales, cuya finalidad fundamental era colocar a la salud en los circuitos de acumulación del capital, promoviendo privatizaciones, por lo que, durante ese año, fueron aprobadas dos leyes de claro contenido privatizador: una Ley Orgánica de Salud, que regía para el Ministerio de Salud, concebido para prestar atención a los indigentes, y una Ley para el Subsistema de Salud de la Seguridad Social, en la cual se abría el sistema a la creación de Administradoras Privadas de Fondos de Salud.

La característica central de ese sistema de salud era la existencia de un sistema fragmentado, con múltiples subsistemas, uno de ellos bajo la rectoría del Ministerio de Sanidad, teóricamente para toda la población, otro subsistema para los afiliados y beneficiarios de la Seguridad Social, básicamente conformado por la población laboral activa, y muchos otros sistemas que cubrían distintos grupos de población dependiendo de su condición socioeconómica y laboral, por ejemplo, maestros, empleados petroleros, militares, funcionarios del poder legislativo, etc.

Sin embargo, estas leyes a pesar de haber sido aprobadas nunca entraron en vigencia debido al profundo cambio político que se inició en el país a partir de las elecciones de diciembre de 1998 con el triunfo del hoy Presidente Chávez y que se concretó con la aprobación de una nueva Constitución y se establece en los artículos 83, 84, 85 de la presente constitución.

Se acordó que la nueva Constitución incluyera como mecanismo básico para garantizar el derecho a la salud, la creación de un Sistema Público Nacional de Salud (SPNS), intersectorial, descentralizado y participativo, regido por los principios de universalidad, integralidad, equidad y solidaridad que incluye la participación de la comunidad para lo que se tiene como instrumento legal la ley de los Consejos Comunales, La Ley de Las comunas, y la ley del poder público municipal, y como principal componente complementario el plan de la patria en su segundo Objetivo histórico con sus numerales 2.2, 2.2.2, 2.2.2.16 al 2.2.24, 2.2.2.28 con estos elementos aplicados y desarrollados en nuestra patria se lograría consolidar el mejor sistema público de salud del mundo, el cual nos permitiría superar lo planteado por las metas del milenio.

En tal sentido el estado se platea para lograr desarrollar este modelo de salud los siguientes objetivos.

Financiamiento: Se analizó detalladamente el hecho de que el financiamiento del sector salud en Venezuela se encontraba afectado por tres grandes problemas: fragmentación, desfinanciamiento e ineficiencia.

La propuesta del gobierno anterior era un modelo de financiamiento basado parcialmente en pagos directos del usuario de los servicios y aportes vía cotizaciones. Además, entregaba la administración de los fondos al sector privado (propuesta privatizadora). La visión de los Constituyentes apuntaba hacia la integración del financiamiento en un Fondo Único, con recursos provenientes básicamente del fisco nacional, con la posibilidad de aportes y cotizaciones especiales, progresivamente integrados a dicho Fondo.

Participación de la comunidad: La participación de la comunidad fue un aspecto presente en la mayoría de las propuestas y en muchas de las sesiones de la Subcomisión de Salud. Existió consenso en el hecho de que la participación tuviese rango constitucional y fuese uno de los principios que calificara al sistema de salud que se estaba diseñando.

Integralidad. Promoción de la salud y prevención de la enfermedad: Se enfatizó el carácter integral que deben tener las acciones de salud, en un espectro que va desde la promoción de la salud hasta la rehabilitación de los efectos de la enfermedad.

Descentralización: En relación con la descentralización de la salud, siempre hubo resistencias en algunos sectores debido al peso de la cultura centralista, sin embargo, ello fue resuelto por el carácter claramente descentralizador de la Constitución. Quedando establecido el carácter descentralizado del sistema de salud, en el marco de un sistema intergubernamental, con tres niveles independientes, el nacional, el regional y el municipal, en los cuales, la descentralización no es solo un proceso administrativo de transferencia de competencias, sino un proceso político de redistribución del poder.

Gratuidad: Se analizó el incremento de los costos de la salud vinculados al desarrollo de nuevas tecnologías diagnósticas y terapéuticas, y la tendencia de los Estados a transferir estos costos a los ciudadanos, por medio de cobros directos. Se planteó una severa crítica a estas modalidades de recuperación de costos, que ocasionaron un desplazamiento del financiamiento de los servicios del Estado a las comunidades, generando inequidades y obstáculos para el acceso a los servicios.

Hoy en día, el país cuenta con una serie de medidas que se están haciendo efectivas pero que no llegan aún a alcanzar el nivel mínimo deseado en materias de sanidad. Es un largo proceso que requiere de mucho tiempo pero del cual debemos exigir y esperar resultados provisionales que se vayan estabilizando y que muestren un claro camino hacia un gran sistema de seguridad social sanitaria. A continuación procedemos a analizar esos puntos positivos y negativos por los que, hasta el día de hoy, ha pasado y pasará a corto plazo el proceso.

Como medidas de de carácter urgente, aplicación inmediata y eficaz para atender a la población desde el mayor al menor grado de des favorecimiento, surgen una serie de misiones llamadas Barrio Adentro 1, 2, 3 y 4 (hasta la actualidad), Misión Sonrisa (asistencia dental), Misión Milagro (asistencia de oftalmología) y en el área de ayuda psicológica cabe destacar a la Misión Negra Hipólita, formación del recurso humano, creación de una red de producción de insumos para abastecer la red de farmacias populares.

EL NUEVO SISTEMA PUBLICO NACIONAL DE SALUD SE PLANTEA DE LA SIGUIENTE MANERA

BARRIÓ ADENTRO I

• Consultorios Populares

• Puntos de consulta y Clínicas Odontológicas

• Ópticas Populares

BARRIÓ ADENTRO II

• Centros Médicos de Diagnostico Integral ( C.D.I)

• Salas de Rehabilitación Integral (S.R.I)

• Centros Medios de Alta Tecnología (C.A.T)

BARRIÓ ADENTRO III

• Clínicas Populares

• Hospitales

BARRIÓ ADENTRO IV

• Centros de Investigación. Como ejemplo: El Hospital Cardiólogo Infantil

COMO ELEMENTOS PENDIENTES PARA LOGRAR LA CONSOLIDACION DEL SISTEMA PÚBLICO NACIONAL DE SALUD TENEMOS LOS SIGUIENTES.

  1. Fortalecer el papel del Estado como rector del sistema de salud y responsable del diseño de políticas intersectoriales, para intervenir sobre los diversos factores que determinan la salud de la población.

  2. Construir el Sistema Público Nacional de Salud integrando los diversos organismos estatales existentes, particularmente los componentes de salud de la seguridad social, garantizando la universalidad y unicidad del sistema. Ello implica vencer las resistencias al cambio. Este es un punto de elevadísima complejidad, ya que existen muchas resistencias gremiales, corporativas y políticas a esa integración, que como lo establece el plan de la patria debe emerger el nuevo sistema público de salud teniendo como base el sistema barrio adentro y que a este se sumen todos los sistemas existentes logrando así consolidar un sistema único nacional de salud.

  3. Integrar las múltiples fuentes de financiamiento dispersas, e impulsar una fuerte inversión del estado para romper el desfinanciamiento. Introducir mecanismos de presupuestos que incluyan la evaluación de desempeño e impulsen la búsqueda de mayores niveles de eficiencia en la prestación de servicios y manejo de los recursos.

  4. Promover el desarrollo de un modelo conceptual que rescate la integralidad de la salud, enfatizando la necesidad de coherencia y armonización entre lo biológico Psicologico y lo social; lo individual y lo colectivo.

  5. Permitir y promover la participación real de la comunidad organizada en el diseño de las políticas de salud y en el control de los servicios, construyendo mecanismos que permitan su real participación.

  6. Construir una transición progresiva, programada, con viabilidad política y financiera, hacia un sistema de salud totalmente diferente al que tenemos hoy.

  7. Aplicar auditoria y contraloría a todos los sistemas de salud existentes a fin de buscar el buen manejo y utilización de los recursos asignados.

  8. Revisar las leyes existentes sobre el sistema de salud a fin de legislar sobre la creación de nuevas leyes que permitan derogar esas viejas leyes existentes desde la cuarta república y que no logran calar con el proyecto planteado por nuestra actual Constitución y el plan de la Patria.

Los próximos pasos son decisivos, requerimos compromiso político, ético, moral y mucha entrega compromiso y fortaleza acompañado de una buena viabilidad financiera, consenso social, alrededor de una propuesta nacional de salud para el cumplimiento de los principios consagrados en la Constitución y en el plan de la patria.

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 84905 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter