Administrar la victoria

Con el 9.65 % y 842.612 votos, la oposición perdió el “plebiscito extraconstitucional” del 8D impulsado por el sector fascista que encabeza en su seno el candidato perdedor, cuyo liderazgo al quedar seriamente resquebrajado por esta nueva derrota política, podría detonar la lucha interna por la conducción de la MUD. La nutrida y activa presencia en el encuentro con el Presidente Maduro, de los alcaldes y gobernadores opositores con la ausencia del susodicho, es un reconocimiento al Jefe del Estado y el cierre de un ciclo que se inició con el desconocimiento de los resultados electorales del 14A. Con ello, el gobierno ha obtenido un “tiempo político” para corregir el rumbo como lo planteó el Comandante Chávez en su “golpe de timón”.

En ese contexto, la Dirección Política de la revolución erraría si se limitase a leer los resultados viendo la paja en el ojo ajeno sin valorar las debilidades propias. Conviene reconocer por ejemplo, que el chavismo redujo en 8.75 % su presencia en las alcaldías, mientras la oposición la incrementó en 33.92 % respecto de las elecciones municipales de 2008. Es cierto que ganó en 15 de 24 capitales pero perdió Maturín, Valencia y Barinas, quizás, en algunos casos debido a las divisiones internas que también impidieron alianzas perfectas del GPP en 6 estados. Habría que preguntarse cómo incidió en estos resultados, la aplicación del método “dedocrático” con el cual se impusieron candidaturas a la base, en contradicción con el discurso político de la revolución. Son temas para la reflexión y el debate autocrítico que debería abordar el próximo Congreso del PSUV.

El triunfo del gobierno tuvo que ver con las expectativas creadas por las medidas coyunturales que éste viene implementando para confrontar la hiperespeculación y la guerra económica, al lograr con ellas estimular la participación de los chavistas inconformes y también, la abstención que se produjo en el bando opositor. Pero, más allá de las especulaciones, lo trascendente es administrar la victoria con humildad y sabiduría, para avanzar en la transformación del modelo económico rentístico-importador con una Nueva Política Económica revolucionaria en la transición hacia la sociedad comunal.


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Gustavo Márquez Marín

Carabobeño, nacido en Valencia, ingeniero egresado de la Universidad de Carabobo donde también ejerció la docencia, durante la gestión del Presidente Hugo Chávez se desempeñó como Ministro de Industria y Comercio (1999), Ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior (2005-2007), Embajador en Austria y Representante Permanente ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena (2001-2004), Comisario General del Pabellón de Venezuela en la Expo 2000 Hannover (1999-2001) y Miembro de la Comisión de Negociación con Colombia de las Áreas Marinas y Submarinas (1999-2001).

 gamarquez2@yahoo.com

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