A propósito de este tema, una de las propuestas del Presidente de la Republica Nicolás Maduro, ha sido el de las zonas económicas especiales, muchos se han preguntado en qué consisten, que impacto ocasionaría en las regiones, de que se trata, cual es su rango de acción y su posible efectividad en la economía nacional.
Antes de definirlas, es preciso destacar que las mismas provienen de experiencias previas en la ciudad de Shanghái en la década de los años 80, como políticas económicas implementadas por el gobierno para mejorar el sistema de intercambio comercial y el flujo de divisas.
En este sentido, vale resaltar que las mismas consisten en la creación de una región geográfica que posee leyes económicas y de otro tipo que se orientan en mayor medida a una economía de libre mercado, en el cual las leyes de alcance nacional pueden ser suspendidas dentro de dicha zona especial, a los fines de mejorar la economía y fomentar su desarrollo. Estas pudiesen abarcar adicionalmente las zonas de libre comercio, zonas libres, parques industriales, puertos libres y zonas de emprendimiento urbano, su objetivo final es incrementar la inversión extranjera en la región afectada, fomentando la producción nacional y garantizando la independencia industrial del régimen de importaciones.
Ahora bien, en el caso venezolano, resulta necesaria la implementación de políticas económicas para fortalecer el aparato productivo, la transformación de materias primas y el flujo de divisas, puesto que la inflación, el desabastecimiento y otros elementos han incidido negativamente, motivos que han llevado al ejecutivo nacional en la creación de zonas económicas especiales para contrarrestar dichos problemas, tales como la Zona Económica Especial de Ureña en el Estado Táchira, la cual se creó con el firme propósito de mejorar notablemente la económica de la región.
Recientemente, el ejecutivo nacional tomo medidas determinantes para combatir la especulación y la usura en los comercios venezolanos, haciendo esfuerzos para fortalecer el poder adquisitivo del venezolano y especialmente a las clases más humildes. A tal fin, se considera relevante que se aperture un debate con todos los sectores de la vida nacional, en la difusión de los valores que deben regir la conducta de los empresarios y sus niveles gerenciales, tales como la ética, solidaridad, honestidad y respeto, todo ello como consecuencia de los acontecimientos antes mencionados, motivos que nos llevan a efectuar una profunda reflexión de las causas que los han motivado a actuar en desacato de las leyes que han afectado a los consumidores y la población en general.
Por lo tanto, se debe fomentar con mucho mas ahincó la responsabilidad social empresarial como valor del ordenamiento jurídico, esto a través de campañas de concientización, impulsando al mismo tiempo estrategias a corto plazo para acelerar la producción económica, aprovechando la oportunidad que se nos presenta de ser miembro pleno del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y que actualmente ejercemos la presidencia protempore de dicho organismo confederado.
En consecuencia, se hace imprescindible tomar en consideración la bioética en la gerencia empresarial venezolana, dejando entendido que los trabajadores son el factor más importante del proceso productivo, aplicando principios éticos para garantizar el buen gobierno corporativo dentro de la industria, convirtiéndose en personas jurídicas socialmente responsables frente a la sociedad, de allí la necesidad de analizar la importancia de la bioética y sus principios dentro de las estructuras organizacionales.
En conclusión, Venezuela es un país con grandes potencialidades económicas, geográficas y naturales para convertirnos a mediano y largo plazo en una nación potencia de ejemplo para el mundo, tomando en consideración que el capital intelectual es una de nuestras mayores fortalezas tal como lo he venido indicando en artículos anteriores, de allí, la universidad, centros de investigaciones, empresarios y comunidades en general a trabajar en conjunto para darle cumplimiento a los fines esenciales del estado consagrados en el artículo 3 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.