Hablemos de la Ley Habilitante

Las Leyes habilitantes en nuestro país se han sucedido desde el inicio de la Democracia luego del Golpe de Estado que derrocó al Presidente: General Marcos Evangelista Pérez Jiménez el 23 de Enero de 1958.

Solamente en el Gobierno de Raúl Leoni Otero, no se habilitó al Presidente de turno para dictar medidas o leyes a través de este mecanismo constitucional, que en la Constitución de la República de Venezuela, promulgada el 23 de Enero de 1961, aparecía en el Título VI, Del Poder Ejecutivo Nacional, Capítulo II, De las Atribuciones del Presidente de la República, Artículo 190, Numeral 8º: “Dictar medidas extraordinarias en materia económica o financiera cuando así lo requiera el interés público y haya sido autorizado para ello por ley especial”.

En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, producto de la Asamblea Nacional Constituyente, cuyos miembros fueron electos por votación popular el año 1999 y que se aprobó igualmente mediante referendo constituyente el quince de diciembre de 1999 y proclamada por la Asamblea Nacional Constituyente, a los veinte días de ese mismo mes de diciembre de 1999, aparece en el Título V, De la Organización del Poder Público Nacional, Capítulo II, Del Poder ejecutivo Nacional, Sección Segunda, De las Atribuciones del Presidente o Presidenta de la República, Artículo 236, Numeral 8º: “Dictar previa autorización por una ley habilitante decretos con fuerza de ley”.

Estas consideraciones ya han sido realizadas en diversas oportunidades en las ocasiones que fueron solicitadas por El Ejecutivo Nacional anteriormente durante los catorce años en los cuales ha gobernado la Revolución y una vez más como era de esperarse se han vuelto a presentar las discusiones de rigor por parte de quienes adversan al Gobierno Nacional, que a pesar de ser oposicionista y minoritaria (comprobado por las innumerables ocasiones en las cuales han resultado derrotados mediante el sufragio popular) mantienen la peregrina ilusión de que son mayoría y pretenden por tanto gobernar sin ser gobierno y no gobernando donde en realidad lo son (Gobernaciones de Amazonas, Lara y Miranda, así como las alcaldías donde salieron triunfantes en las anteriores elecciones municipales).

Es el caso que siempre que el Gobierno Revolucionario ha solicitado a la Asamblea Nacional poderes habilitantes, han sido para tomar medidas que han beneficiado a la población general (tanto las de más bajos recursos, como a la llamada clase media y aún a quienes poseen grandes recursos económicos, como son los Banqueros, los Comerciantes e Industriales: pequeños, medianos y grandes que se han aprovechado de dichas medidas).

En esta ocasión se piensan tomar medidas legales que ayuden a controlar dos enormes males que afectan a nuestra patria desde hace muchísimo tiempo: la Corrupción que es innata del ser humano y que nació con la especie humana (si existe alguna duda debe hurgarse en la historia de la humanidad) y la Inflación-Especulación-Defraudación de las Divisas Nacionales (desde el primer Gobierno de Carlos Andrés Pérez Rodríguez). Este problema que se ha convertido en cíclico y que es característico del Sistema Capitalista, puesto que en otras naciones se ha presentado y se presenta con cierta regularidad por la presión que ejercen los entes financieros nacionales e internacionales, sobre la economía de los diversos estados, aún los más capitalistas como son los Estados Unidos de Norteamérica y los Países Europeos, cuyas economías han sido sacudidas recientemente por las olas de recesión que han hecho temblar hasta sus cimientos los Gobiernos de muchos de estos países (Islandia, España, Italia, Grecia, Portugal) que ha llevado a tomar medidas desesperadas obligados por el Fondo Monetario Internacional, como otrora hacían con nuestros países, en décadas pasadas (años 80 y 90).

En nuestro país se han provocado salidas inmensas de capital (divisas), por parte de quienes han detentado y aún detentan, el poder económico desde siempre (la oligarquía terrófaga y financiero-comercio-industrial, nacional y transnacional).

Es conveniente prevenir sobre la práctica abusiva del Sistema financiero (Bancos y Seguros) de colocar tasas de interés sumamente elevadas, que obligan a quien solicita un crédito a obtener ganancias que superen los montos que debe cancelar como intereses bancarios o como primas en el caso de las Pólizas de Seguros y ello trae como consecuencia que se deban inflar los precios de los bienes y servicios, pues al final de la cadena siempre se encuentra el consumidor. Por ello en las leyes promulgadas debe considerarse la regulación de las tasas de interés, para no producir un efecto de “bola de nieve” que siempre repercute negativamente en los consumidores y en el índice inflacionario, que es lo que se quiere abatir (la famosa práctica de los comerciantes, de utilizar este argumento como trampolín del aumento exagerado de los precios).

Igualmente se viene utilizando desde hace mucho tiempo la excusa del llamado: COSTO DE REPOSICIÓN DELA MERCANCÍA, que viene siendo una “CORTINA DE HUMO” para elevar arbitrariamente los precios y al igual que el caso anterior mantiene la espiral inflacionaria, por la expectativa de la próxima compra, que según los comerciantes e industriales será mayor, sin verdadera objetividad, pues son cálculos ficticios y totalmente especulativos que efectúan quienes se dedican a estas actividades, abusando del público y de las autoridades en su buena fe (las reiteradas ofertas engañosas y el apresuramiento mediante el rumor para que el comprador adquiera un bien o un servicio en el momento pues el día de mañana tendrá un precio superior, como se ha hecho a lo largo de los últimos años).

El tema del transporte es algo crucial de resolver, puesto que muchos de los alimentos se producen muy lejos de donde se consumen y se da el caso, como es el pescado que desde los centros de producción son enviados a Caracas y desde allí son reenviados a los Estados, donde se ha logrado su captura, perdiéndose la ventaja de la frescura del producto e incrementándose exageradamente el precio, haciéndolo inaccesible a la población menos pudiente, Igualmente se ha detectado la venta en alta mar de los productos marinos a precios internacionales, por pescadores que han sido beneficiados por el Gobierno Nacional con equipos, entre ellos embarcaciones y aperos de pesca, así como créditos a muy bajo interés, para que luego vendan el producto a barcos nacionales o extranjeros y para colmo comercien con las divisas en el mercado paralelo, causándole un daño doble a la nación y a sus habitantes (ello debía tomarse en cuenta, para actuar sobre dichas mafias, con todo el peso de la ley).

En varias oportunidades han obligado, por medios fraudulentos, a devaluar el signo monetario nacional respecto a las divisas (en especial con la moneda que se ha convertido en la marcadora de la economía mundial, a pesar de su inmensa fragilidad, por la enorme deuda acumulada por la nación estadounidense y que sólo se mantiene por el enorme poder que posee como Imperio decadente, pero Imperio al fin).

Mientras en el país no exista conciencia de consumidor (la cual no es fácil de lograr en ninguna parte del mundo y en especial en los países llamados ”desarrollados”, que son los más consumistas, tanto sus habitantes como sus Gobiernos respectivos).

Quienes hayan seguido atentamente como se ha desarrollado la economía estadounidense y europea luego de terminar la denominada Segunda Guerra Mundial, que ha provocado un desaforado consumismo por parte no sólo de los habitantes de dichos países autodenominados “desarrollados”, sino que han logrado influenciar a otros países, que a través de campañas despiadadas por los medios de comunicación social, incitan a las personas a la compra de bienes y servicios, en ocasiones innecesarios o superfluos y que rápidamente son abandonados por su obsolescencia precoz o programada (el caso de los equipos eléctricos y electrónicos, así como los vehículos son de los más impactantes). Es muy fácil percibirlo en lo desmesurado del cambio de celulares, por parte de la población venezolana y en el mundo entero ocurre igual. Esto trae como consecuencia una gran cantidad de “basura tecnológica” que posee un gran poder contaminante, por su alto contenido de sustancias potencialmente tóxicas y que en muchos países, incluyendo el nuestro no estamos preparados tecnológicamente para disponer racionalmente de ellos. Si no podemos deshacernos adecuadamente de los desechos sólidos habituales (la basura común y corriente) y de las aguas servidas, provenientes de nuestros hogares y en especial de nuestras industrias, que podemos esperar de desechos aún más peligrosos y difíciles de manejar como los mencionados anteriormente.

La Corrupción es una hidra de mil cabezas, que requiere de un gran esfuerzo de toda la población venezolana y de la concientización o concienciación de todos y cada uno de quienes vivimos en este gran país (incluyendo a quienes no han nacido en nuestra tierra, pero que disfrutan de nuestra hospitalidad y que parecen no recordarlo).

La Corrupción perjudica a todos los habitantes de nuestro país, pues los recursos que de alguna u otra manera van a parar a las manos de los inescrupulosos de ese binomio nefasto constituido por el CORRUPTO-CORRUPTOR, pues sin uno no existiría el otro. Si el CORRUPTO, proviene o está situado generalmente en el Sector Público, también existe en el Sector Privado y de ello existen numerosos ejemplos. Lo que sí es preeminente es que el CORRUPTOR, proviene del Sector Privado, pues para lograr una prebenda, una ventaja, una recomendación es el perteneciente al Sector Privado quien envilece al funcionario Público o Privado, mediante el regalo, el soborno, la coacción, el halago, la dádiva o cualquier otro instrumento ilegal que consigue lo que para el común de las personas está vedado o se hace muy difícil (un ejemplo contemporáneo es el logro de las divisas que suministra el Gobierno Nacional, para diversos fines y que por múltiples mecanismos fraudulentos han logrado personas o Instituciones, para luego ser utilizadas de manera distinta o solamente en forma parcial para lo que fueron solicitadas).

En el caso de la Inflación-Especulación-Defraudación de Divisas la situación viene presentando de manera recurrente desde el primer Gobierno de Carlos Andrés Pérez Rodríguez, cuando en el país luego del aumento de los precios del petróleo, provocados por el llamado “Embargo Petrolero” de los Países Exportadores de Petróleo

(O.P.E.P.), que elevó los precios de aproximadamente tres a cuatro dólares el barril a más de treinta dólares por barril en muy poco tiempo, lo cual llevó a los gobernantes de aquella época a gastar no sólo lo ingresado por dicha vía sino a endeudarse mediante préstamos en moneda extranjera (tanto el Sector Público, incluyendo Estados y Municipios, sin autorización del extinto Congreso Nacional, como se precisaba constitucionalmente, sino que el Sector Privado, también lo hizo). Si fue irresponsable que el Sector Público se endeudara en moneda extranjera, más irresponsable y hasta criminal fue que el Estado Venezolano, ante las presiones nacionales e internacionales (léase Oligarquía Nacional, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial), aceptara absorber toda la deuda Pública y Privada, Legal e Ilegal para complacer a todos estos actores que siempre han jugado y siguen jugando a la apropiación de los inmensos recursos de todo tipo que posee nuestra nación (no sólo los recursos de tipo hidrocarburos, sino de todo género que sólo nosotros miopemente no apreciamos pero que desde el exterior si saben apreciar).

El cortoplacismo que siempre nos ha caracterizado a la mayoría de los venezolanos y que sólo grandes hombres como el Libertador Simón Bolívar y el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, entre otros, han podido vislumbrar y lo han manifestado y han tratado de ponerlo al Servicio de toda la población de nuestro país.

Esperemos que el Presidente Nicolás Maduro Moros, utilizando sabiamente los poderes habilitantes que le han sido concedidos por la Asamblea Nacional, conciba leyes que se adapten a las realidades de nuestro país, en el momento actual y que combatan mediante dichas leyes los terribles males que nos aquejan desde hace muchísimo tiempo, pero que en la actualidad y por motivos también bastante antiguos, como es el apoderarse de muestras riquezas, tanto los apátridas que nos rodean en nuestro propio país como aquellos que desde siempre han querido y han logrado llevarse lo que nos pertenece a todos los venezolanos, pero que apetecen otras naciones, entre ellas la nación estadounidense y las naciones europeas, así como otras naciones ávidas de nuestros recursos de todo tipo para lograr su propio bienestar y el de sus habitantes.

Para ello no sólo es necesario el concurso de nuestros Gobernantes, sino que se necesita como en todo trabajo de equipo de todos y cada uno de los habitantes de nuestro territorio (incluyendo los extranjeros de buena fe), que deben pensar y reflexionar sobre la corresponsabilidad que nos asigna la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como también los beneficios que el combate contra estos dos flagelos, le proporcionará tanto a ellos como a todos aquellos que residimos en nuestro maravilloso país. Debemos combatir el cortoplacismo que tanto nos ha perjudicado. Debemos pensar en grande y apoyar todas las medidas que el Gobierno Nacional, ha venido tomando aunque no nos beneficie directamente a nosotros, aunque si nos pueda beneficiar indirectamente, por tratarse de la conservación de la paz, que solamente se puede lograr mediante el logro de la justicia para todos y no sólo para quienes siempre la han logrado, que son aquellos que siempre lo han tenido absolutamente todo, en especial los recursos económicos, aunque siempre hay que recordar aquel adagio: “Ese individuo es tan pobre que lo único que tiene es dinero”.

Por último, no quiero dejar pasar la ocasión para recordar que dentro de estas leyes deben colocarse medidas ejemplarizantes, que sirvan para desestimular la posibilidad de que las personas cometan cualquier ilícito de los mencionados anteriormente, que sin duda alguna han existido y seguirán existiendo, por tratarse de fenómenos culturales de larga data y que a pesar de las leyes existentes, se han transformado en delitos que la mayor de las veces permanecen impunes tradicionalmente.

La forma de castigarlo no es solamente mediante las sanciones penales, que por supuesto son imprescindibles, pero de mayor efectividad serían las planteadas por el Doctor Herman Escarrá Malavé, quien no puede pensarse que sea Comunista ni Chavista, aunque sí es una persona pensante y gran Constitucionalista, quien ha planteado la posibilidad de aplicar medidas de EXPROPIACIÓN a quienes sean encontrados culpables de los delitos que se quieren evitar y castigar tanto por los delitos de CORRUPCIÓN como aquellos que sean detectados como incursos en la llamada: GUERRA ECONÓMICA (LA TRÍADA: INFLACIÓN-ESPECULACIÓN-DEFRAUDACIÓN DE DIVISAS), tanto para los nacidos en el país como para las PERSONAS NATURALES Y JURÍDICAS, que procedan de manera inescrupulosa en el ámbito económico y para ello se requieren leyes verdaderamente DRACONIANAS, que sirvan de persuasivo para quienes pretendan delinquir, pero para ello igualmente deberán aplicarse a aquellos que se apoderen delincuencialmente del dinero ajeno (sea cual sea el método utilizado), sino también y especialmente a quienes se ha llamado colaboradores necesarios (en especial los funcionarios PÚBLICOS O PRIVADOS, que contribuyan en la comisión de dicho delitos o que en lugar de castigarlos o perseguirlos, se HAGAN DE LA VISTA GORDA y hasta propicien la fuga o el no castigo de estos delincuentes (EN ESPECIAL LOS FUNCIONARIOS DE LOS ÓRGANOS DE SEGURIDAD PÚBLICA O DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA), pues estos son quienes con mayor frecuencia se pueden ver implicados en estos hechos que sin duda alguna causan un enorme impacto en la opinión pública nacional e internacional y que nos hacen enorme daño por desestimular al ciudadano común en su ansia de lograr un país mejor y sobre todo más justo y que sirve al oposicionismo para vender ante los numerosos enemigos de nuestra patria esa imagen de desgobierno que quieren hacer aparecer sobre todo en el exterior para impulsar desde el norte la tan ansiada intervención de los “MARINES O DE LOS CASCOS AZULES”, como tanto lo han manifestado y lo siguen haciendo esos que a pesar de haber nacido en nuestro país parecen ser discípulos de BRUTO EL ASESINO DE SU PROPIO PADRE (en este caso sería de su propia madre: NUESTRA QUERIDA VENEZUELA).

Sé que aún existen medidas que seguro tomará el Gobierno Nacional, en la figura de nuestro Presidente, para detener a los especuladores y hambreadores de nuestro pueblo, pero sería muy extenso tratar de abarcarlas todas y deben haber personas más capacitadas que puedan aportar ideas que ayuden al presidente a lograr el propósito que lo llevó a solicitar la ley habilitante. Sólo nos queda desearle éxito, que es el de todos los venezolanos, que somos la mayoría en las filas de la Revolución.

Presidente Nicolás Maduro Moros, tiene Usted una oportunidad de ORO, con esta ley habilitante, para ponerle un “PARAO DEFINITIVO” A ESTOS DOS GRANDES MALES QUE NOS AQUEJAN.

¡SU DEBER ES APROVECHARLA!

EL DEBER DE TODOS LOS VENEZOLANOS CONSCIENTES ES APOYAR AL GOBIERNO A LA IMPLEMENTACIÓN DE TODAS ESTAS MEDIDAS Y SER GARANTES DE SU CUMPLIMIENTO Y SALIR A VOTAR EL PRÓXIMO 8 DE DICIEMBRE POR LOS CANDIDATOS DE LA REVOLUCIÓN, PARA CONTINUAR CON LA OBRA QUE INICIÓ NUESTRO PADRE LIBERTADOR Y CONTINUÓ EL PRESIDENTE HUGO CHÁVEZ.



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