Ud. Aborda su unidad normal como dicen las normas, y por los altoparlantes del vagón le informan que no debe consumir bebidas ni alimentos dentro de los vagones. Oh sorpresa, una pareja de jóvenes entre 15 y 20 años con un discurso: con los buenas noches, días, o tardes, según el meridiano: “Buenas mi gente: queremos su atención por favor , solo vamos a pasar para que colaboren con nosotros, ya que lo que hacemos es vender caramelos de coco, de yogur con mermelada, de fresa con miel , cuyo costo en el mercado capitalista les cuesta cinco Bs por unidad, nosotros solo lo damos al módico precio de un Bolívar, fíjense mi gente en vez de estar atracando solo vendemos caramelos, y les recordamos que no lancen papeles dentro del vagón porque las autoridades nos lo reclaman, por su atención gracias. Pienso: si nos dan un discurso al abordar el vagón de no comprar utensilios de buhonería dentro de las unidades ¿por qué compramos y consumimos alimentos dentro de el? ¿se perdió la disciplina al nuevo republicano? ¿es, que todavía seguimos haciendo lo que nos de la gana en esta democracia representativa y protagónica? . Soy de los que piensan que hay que ser mas mano dura para cumplir las normas, y hacer un ciudadano respetuoso de las normas, y de paso que los jóvenes tengan mas respeto a los adultos mayores.
Una vez en forma jocosa una pareja de viejitos accesó al vagón preferencial. El Sr. Le dice a su pareja en forma burlona: coño mi amor nos equivocamos de vagón y ella exclama: ¿por qué? Porque la mayoría que están sentados son una cuerda de carajitos con blackberry y audífonos y de paso con los ojos cerrados no nos ven.
Espero que con artículos como este, las autoridades del Ferrocarril y el Metro tomen cartas en el asunto
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