Derrotados serán los favorecidos por el ventajismo, porque entre los propios militantes de su partido y también de parte de los aliados hay rechazo al método de selección a favor de personajes sin credenciales morales, ni políticas.
Derrotados serán los egomaniacos, porque sin haber pateado la calle ni caminado junto al pueblo, fueron premiados por el nepotismo y el amiguismo que les otorgó la candidatura electoral; mientras tanto solo por televisión o fotografía en prensa escrita es que la población conoce sus rostros.
Derrotados serán los oportunistas, porque la militancia de base se sabe desplazada por una filosofía del poder que resulta demasiado excluyente para quienes con todo derecho aspiraban elecciones internas, libres, directas, secretas y universales a la hora de escoger los candidatos como lo manda la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en sus artículos 63 y 67.
Derrotados serán los pequeños burgueses, los apadrinados, los amadrinados y los patrocinados por un grupo económico o corriente regional o nacional del partido, porque socialismo no es reparto de privilegios ni la imposición de un régimen de socialistas de primera y socialistas de segunda, donde los últimos deben permanecer callados pues si critican serán degradados como imperialistas, infiltrados, divisionistas, traidores y terminarán siendo marginados del chavismo en todos sus espacios.
Derrotados serán los que con una franela roja, con una cara del Che Guevara en el pecho (ahora también con los ojos del Comandante Hugo Chávez) abusan del poder de los cargos públicos en la burocracia y terminan fortaleciendo la corrupción capitalista y a su pandilla de falsos revolucionarios que atropellan a trabajadores y empleados que no se arrodillan frente a sus atrocidades administrativas y fortunas malhabidas con los dineros del pueblo.
Una vez dije y lo ratifico: hay un chavismo de esmoquin y un chavismo popular. La mayoría está en el segundo grupo y tiene la obligación histórica de exterminar políticamente al primer grupo; de lo contrario los privilegiados llevarán al proceso bolivariano por un barranco y serán las mujeres y hombres de a pie, los que no hemos tomado la revolución como negocio, quienes seremos los perseguidos del nuevo Gobierno fascista.
El próximo 8-D es la fecha para el renacimiento del chavismo o para que la nueva burguesía pseudorevolucionaria nos lleve a una derrota que signifique el principio del final.
