Reconozcamos a políticos y empresarios psicópatas que afectan la vida del país

Recientemente un amigo mío me envió un libro de Robert D. Hare, titulado Without Conscience: The Disturbing World of the Psychopaths Among Us. “Sin Conciencia: El Inquietante Mundo de los Psicópatas Entre Nosotros”. Libro cuya lectura me ha impactado tanto que no he resistido la tentación de compartir su contenido con otros compatriotas que sufrimos día a día las acciones de los psicópatas que actúan como políticos o como empresarios.

Debo empezar diciendo que el Robert D. Hare, es un doctor en psicología e investigador de renombre en el campo de la psicología criminal. Es profesor emérito de “University of British Columbia” (Canadá) donde sus estudios se centran en psicopatología y psicofisiología. Desarrolló la PCL, Psychopathy CheckList (Lista de verificación en psicopatías) y la PCL-R, Psychopathy CheckList Revised (Lista revisada de verificación en psicopatías), usadas para diagnosticar casos de psicopatía y útil en la predicción de posibles comportamientos violentos.

Antes de leer ese libro, yo creía que un psicópata era una persona nada simpática que asesinaba a la gente sin piedad y que violaba niñas y ancianas sin que una pizca de remordimiento cruzara su mente. Pero no, me encuentro que los psicópatas resultan ser personas muy simpáticas, conversadoras, que hacen amigos con facilidad. Son muy cuidadosos con su apariencia y tratan de andar elegantemente trajeados. Como todo en nuestra sociedad clasista, el destino del psicópata está signado por el dinero. Los “limpios” se encuentran con facilidad en las cárceles, mientras que los psicópatas ricos se dedican a los negocios y los “avispados” a la política y a los negocios. Estos, independientemente de su origen social, usan trajes de marca, se mueven en carros lujosos y se encuentran en suntuosas oficinas en entidades gubernamentales o grandes empresas ligadas a las finanzas. Se estima que los psicópatas constituyen el 4% de la población general. Es decir, que 01 de cada 25 personas que vivimos en el planeta tierra es psicópata. Pero en algunos sitios como Wall Street, La Casa Blanca, el Congreso y El Pentágono, en USA, así como en la City de Londres, es muy seguro que se encuentran las más altas concentraciones de estos especímenes humanos. Generalmente no son brillantes intelectualmente, pero son muy astutos, tales como Ronald Reagan y los Bush (padre e hijo). Pero cuando intelectualmente son sobresalientes, nos encontramos con gente como Adolfo Hitler.

¿Qué es la psicopatía? Es un conjunto de rasgos de la personalidad y conductas socialmente desviadas que se presenta en algunos seres humanos. La mayoría de los criminales no son psicópatas, pero muchas de las personas que consiguen vivir al margen de la ley evitando la cárcel sí lo son. A los psicópatas pudiéramos calificarlos como enfermos mentales. Clínicamente la psicopatía es un síndrome. Es decir, un conjunto de manifestaciones objetivas y subjetivas (signos y síntomas) que caracterizan a una enfermedad. Como la mayor parte de las enfermedades, tiene un componente genético (heredado) y otro epigenético (ambiental), que puede hacerse también hereditario. Por ello el entorno en la infancia y la adolescencia tienen una gran influencia en la vida de los seres humanos.

CARACTERÍSTICAS SINDROMÁTICAS QUE PERMITEN RECONOCER A UN PSICÓPATA.

De mucha labia y superficiales

Los psicópatas suelen ser volubles y fáciles verbalmente. Son frecuentemente divertidos y entretenidos conversadores, capaces de contar historias inverosímiles pero convincentes que los hacen parecer como personas confiables. Se presentan como teniendo conocimientos en muchas áreas y puede utilizar términos técnicos y jergas que efectivamente impresionan bastante a la mayoría de la gente. Pero no tocan con profundidad ningún tema.

Egocéntricos y grandiosos.

Los psicópatas tienen una visión narcisista y excesivamente inflada de su propio valer e importancia, un egocentrismo verdaderamente asombroso y sienten que tienen derecho a todo. Usualmente se sienten seguros de sí mismo y se muestran fanfarrones. Se ven a sí mismos como el centro del universo, por ello viven de acuerdo a sus propias reglas. Con frecuencia afirman que tienen objetivos específicos, pero muestran poco aprecio en relación con las condiciones requeridas, no tienen una idea racional de cómo alcanzarlos y para remate, poca o ninguna posibilidad de alcanzar esos objetivos, dada su trayectoria y la falta de interés constante en la educación formal. Por ello con frecuencia sus notas en la Escuela y la Universidad son mediocres. Algunos con memoria extraordinaria parecen brillantes estudiantes. Están convencidos de que sus fracasos son el resultado de la mala suerte, amigos infieles o un sistema de justicia injusto e incompetente.

Falta de remordimiento o culpa.

Los psicópatas muestran una asombrosa falta de preocupación por los efectos que sus acciones tienen sobre los demás, no importándoles cuán devastadores puedan ser. Pudiendo luego aparecer muy calmados diciendo que no son culpables. Su falta de remordimiento o culpa se asocia con una notable habilidad para racionalizar su comportamiento, haciendo caso omiso de su responsabilidad en las acciones que causan daño a la familia, amigos y otras personas. Por lo general tienen excusas útiles para su comportamiento, y en algunos casos niegan que el suceso atribuido a ellos haya ocurrido en absoluto.

Mentira patológica.

Para los psicópatas le mentira y el engaño constituyen una parte integral de sus interacciones con el mundo exterior. Sus aclaratorias y excusas son usualmente inconsistentes con su conducta ante los hechos. Poniendo sus poderes imaginativos en marcha, parecen sorprendentemente impertérritos por la posibilidad o incluso por la certeza de ser descubiertos. Cuando son atrapados en una mentira o desafiados con la verdad, rara vez aparecen perplejos o avergonzados, simplemente cambian sus historias o intentan volver a acomodar los hechos por lo que se muestran consistentes con la mentira. El resultado es una serie de declaraciones contradictorias y un oyente completamente confundido. Los psicópatas parecen orgullosos de su habilidad para mentir.

Expertos manipuladores.

Mediante el engaño y trampeando, manipulan o defraudan a otros guiados por la sola motivación del deseo de ganancias personales: dinero, sexo, estatus, poder, etc. Comportamiento realizado sin valorar sus efectos sobre las víctimas. Algunas de estas operaciones están bien elaboradas y estructuradas. En todo caso el psicópata despliega un considerable grado de frialdad y auto-seguridad.

Falta de empatía

Muchas de las características mostradas por los psicópatas están estrechamente relacionadas con una profunda falta de empatía, Carecen de la capacidad para construir el estado mental y emocional de otra persona. Parecen completamente incapaces de “ponerse en los zapatos” de los demás, excepto en un sentido puramente intelectual. Ellos son completamente indiferentes a los derechos y el sufrimiento de la familia y extraños por igual. Si lo hacen mantener los vínculos, es sólo porque ven a miembros de la familia como posesiones.

Emociones poco profundas

Los psicópatas parecen sufrir una especie de pobreza emocional que limita el alcance y la profundidad de sus sentimientos. A veces parecen ser fríos y sin emociones, sin embargo, son propensos a los actos teatrales espectaculares, superficiales y de corta duración en un intento de mostrar sus sentimientos.

Impulsivos

No es probable que pasen mucho tiempo sopesando los pros y los contras de una acción o considerando las posibles consecuencias. “Lo hice porque me daba la gana”, es una respuesta común. Estos actos impulsivos suelen ser consecuencia de un objetivo que juega un papel central en la mayoría de la conducta del psicópata: lograr la satisfacción inmediata, el placer o alivio.

Pobre control de la conducta

Además de ser impulsivos, los psicópatas son muy reactivos a los insultos o desprecios percibidos, aún los más sutiles. La mayoría de nosotros tenemos poderosos controles inhibitorios sobre nuestro comportamiento, que incluso si pensamos responder de forma agresiva tratamos de controlarnos. Los sociópatas en cambio, sus controles inhibitorios son débiles, y la más mínima provocación es suficiente para hacerlos explotar. Como resultado, los psicópatas parecen que casi siempre están de mal humor o exaltados y tienden a responder frente la frustración, el fracaso, la disciplina, y la crítica con repentina violencia, amenazas o abuso verbal. Sin embargo, sus arrebatos a menudo son de corta duración y no tardan mucho en actuar como si nada fuera de lo común hubiera sucedido.

Necesidad de excitación

Los psicópatas tienen una necesidad constante y excesiva por la emoción. Muestran una incapacidad para tolerar la rutina o la monotonía. Los psicópatas se aburren fácilmente y no son propensos a involucrarse en actividad que consideran son aburridas, sean estas repetitivas, o que requieren una intensa concentración durante largos períodos.

Conducta sexual promiscua.

Los psicópatas son sexualmente activos, sus relaciones sexuales son impersonales, casuales, triviales. No hace selección de sus parejas sexuales, son frecuentemente infieles, propenden a la prostitución y a participar en una amplia variedad de actividades sexuales.

Irresponsables.

Las obligaciones y los compromisos no significan nada para los psicópatas. Sus atenciones y buenas promesas de “más nunca lo voy a hacer de nuevo”, las escriben en panelas de hielo.

Problemas de conducta tempranos

La mayoría de los psicópatas empiezan a mostrar serios problemas de conducta a temprana edad. Estos pueden incluir mentira persistente, el engaño, robo, incendio, absentismo escolar, el abuso de sustancias, vandalismo y / o la sexualidad precoz. Debido a que muchos niños exhiben algunos de estos comportamientos en un momento u otro, especialmente en los niños criados en los barrios violentos o con serias interrupciones o por abusivas familias, es importante destacar que en la historia del psicópata estas conductas son más extensas en duración y serias que en la mayoría, incluso cuando se compara con la de sus hermanos y amigos que se criaron en una entorno similar.

Comportamiento antisocial adulto

Los psicópatas ven las reglas y las expectativas de la sociedad como obstáculos inconvenientes e irrazonables a su propia expresión conductual. Ellos hacen sus propias reglas, tanto de niños como de adultos. Muchos de los actos antisociales de los psicópatas dan lugar a cargos penales y condenas. Incluso dentro de la población penal los psicópatas se destacan, en gran parte, debido a que las actividades antisociales e ilegales de ellos son más variadas y frecuentes que las de otros criminales. Pero no todos los psicópatas terminan en la cárcel. Muchas de las cosas que hacen se encuentran en “el lado oscuro de la ley”.

Camaradas: Muchos de los políticos y empresarios de derecha ampliamente conocidos, algunos “en el exilio” tienen un comportamiento como el que he descrito. Contra ellos es poco lo que puede hacerse. Llamémoslos señores psicópatas delante de sus nombres para ver como reaccionan, ej: Señor psicópata Enrique Capriles Radonsky.

rengifoa@gmail.com


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