Secuestro y atraco en la Ruta Aeropuerto de Maiquetia- Caracas

Viajaba el bus Número 019 a eso de las tres de la tarde del 17 de Julio pasado, con el cupo de pasajeros completo entre el Aeropuerto de Maiquetía y Parque Central. Muy poco después de iniciar el recorrido, tres maleantes se pusieron de pié amenazando con armas de fuego para informar que se trataba de un asalto y que para evitar cualquier daño debían permanecer con el cuello doblado, “como jugando al escondite”.
Transcurrió un siglo de dos horas y media aproximadamente, luego de transitar por rutas de difícil identificación para hacer el inventario de los objetos robados, lavar la sangre de las heridas propinadas con la culata del revólver a cuatro de los pasajeros por el más agresivo de los rufianes e identificar que el viaje cercano a la muerte había concluido en el Kilómetro cero de la vía Caracas Valencia, en dirección hacia Caracas, en el Módulo de Auxilio Vial. A propósito, como rudo contraste con el buen sentido de colaboración de los funcionarios del Módulo, un cartelito rezaba “No hay Agua” y otro “No sirve el Sanitario”. Como consuelo de las víctimas se suscitó espontáneo el ambiente de consolación “menos mal que no nos mataron”… el malandro que conducía el bus no tenía suficiente práctica con el mecanismo sincrónico del vehículo.
Habíamos oído que hacía unos tres meses, exactamente el mismo operativo, en la misma ruta, con el mismo modus operandi había sido padecido por una familia que venía de Barquisimeto hacia Caracas.
La presente nota sirve para divulgar que existen bandas organizadas que dominan la ruta y toda la información requerida para no fallar en el asalto, son expertos en la intimidación, en la rapidez del procedimiento y en la efectividad de la operación. Pregunta ingenua: la empresa de buses que hace el recorrido ¿conoce de estos atracos? Otra más ingenua todavía: las autoridades policiales ¿están informadas de estos atracos? Una más: los conductores de la ruta ¿tienen alguna información para aportar a la policía? No nos atrevemos a formular las preguntas subsiguientes.
En el bus viajaban dos policías uniformados uno de los cuales fue inmovilizado mediante una atadura de plástico de los denominados tie-racks, por lo menos dos extranjeras asiáticas además del resto de pasajeros nacionales.
La divulgación de este hecho delictivo no procura demeritar el esfuerzo que hace el Estado para combatir la delincuencia, ni desconoce los avances logrados con el Plan Patria Segura. Simplemente exalta lo que falta por hacer. Ser atracado siempre es una tragedia personal que afecta física y espiritualmente. Pero ser atracado de esta forma estereotipada luego de un viaje por avión, en una empresa de transporte terrestre experimentada resulta sencillamente un contrasentido porque el viajero se embarca en una especie de trampa sin escapatoria alguna. Con una crisis nerviosa de alguna de las víctimas o con una dosis de más en los estimulantes empleados por los forajidos, el traslado a Caracas pudo haberse convertido en un viaje al más allá.
Quede la crónica como parte de la responsabilidad social de divulgar la desgracia y hacer un llamado a las autoridades a cubrir este espacio vulnerable para quienes viajan desde el Aeropuerto hacia Caracas.

Mérida, 19 de Julio de 2013.



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