Del Bicentenario del Natalicio del Libertador

Invisibilizadas, al Comandante Supremo “Hugo Chávez

Ayer, 5 de julio de 2013 se cumplieron treinta años que una docena de jóvenes mujeres lograron obtener el grado de Alférez de Navío en la Marina de Guerra venezolana, hoy Armada Bolivariana de Venezuela. Estas doce mujeres fueron el producto de un proceso, un proceso que se ejecuto en la Meseta de Mamo en la Escuela Naval de Venezuela, de aciertos, tropelías y desafueros, es la historia que hoy hace posible este presente y fortalece el rumbo de nuestro futuro.

En aquel momento las adolescentes que ingresaron en un mundo netamente de hombres pasaron por el proceso de selección que regia para los ingresos a cualquier joven “Hombre” venezolano que pretendiera ser un oficial del Ejército venezolano, incluso el lema de esos años y por muchos años era que “Forjan hombres útiles a la Patria” o algo así, imagínese mujer venezolana formándose para ser un hombre útil para la Patria.

En ese proceso de selección acudieron a esa convocatoria tal vez especulando unos cuantos centenares de jóvenes mujeres de todo el país, eran dos días internas en la Escuela Naval, por lotes, las del interior del país y las del Caracas, la Guaira y Miranda, iban y venían, grupos de más de cientos de jóvenes, de los cuales se seleccionaban muy pocos aspirantes, en una severa selección de los mas aptos. Pruebas físicas, médicas, de conocimiento, psicotécnico y la terrorífica entrevista final, para quedar seleccionadas un grupo de cincuenta y cinco según noticias de prensa en la época.

El 19 de Agosto de 1979 en el Patio de Honor de la ENV se presentaron cincuenta y una jóvenes mujeres y su corazón lleno de sueños, para el glorioso bautizo del Rey Neptuno, tomar el brindis naval y ser chapuzadas y sumergidas en la piscina fuera de la mirada de los familiares. Corte de cabello con la máquina afeitadora pasando la uno, uniforme de pantalón verde, camisa blanca, cucarda marinera y ser una cadete aspirante naval. Sueño de muchas logro de pocas, de estas pioneras.

El valor de la mujer venezolana dando un paso al frente para servir a la Patria salió en esos años gloriosos para COMANDAR, se ve hoy desbordada en todas las trincheras de las Fuerzas Armadas Nacionales, dando su inicio la Aviación Militar en 1978 y graduando su primera promoción en el año 1982 de Oficiales Efectivas cumpliendo sus treinta años de promoción el año pasado. Había Mujeres Militares Oficiales Asimiladas y Enfermeras también que dieron la lucha.

Gloria a quien honor merece, cabe destacar que en aquellos tiempos de formación la integración entre los componentes era muy frágil y casi ni se conocían los compañeros entre componentes, solo en actividades deportivas o culturales y según los grupos que se generan, por ello se observa que en un Componente todo pero entre Componentes nada. Igual el terrible impacto psicológico que día a día se inculcaba para probar que la MUJER podía estar en ese medio de hombres y las consecuencias de hostilidad, mal trato, sesgos entre el mismo grupo del personal femenino que adicionaba mas rudeza.

Entre sesgos, discriminación, abusos de poder, la MUJER VENEZOLANA triunfó, de ese grupo de cincuenta y una, una joven de Irapa es Almiranta, aviadora. Abordo no puede estar la mujer, piloto no puede ser la mujer, submarinista no puede ser la mujer, de oficial en el ejercito nunca puede estar la mujer, pero esas jóvenes debían hacer todo mejor que los masculinos, incluso sin aceptar las limitaciones propias que impone el ser mujer en ciertos superiores oficiales de aquella formación. La logística era el área de desempeño para las potenciales oficiales, de ese grupo no quedo ni una, las electrónicas y mecánicas prevalecieron, dando la lucha por ir a bordo. Calificando en Infantería y flota en unidades de apoyo.

Esos años duros, difíciles hacían implacables a estas sobrevivientes, llegando incluso a ser despiadadas entre sus iguales, exigiendo tal vez con mayor intensidad, en todo momento a aquellas se querían también construir este sueño. Nunca existió el colectivo como proyecto solo las metas individuales. Cada cual por su objetivo caiga quien caiga, se es compañero pero no amigas, y entre las subalternas establecer amistad era imposible, la formación no permitía. Existiendo tal vez excepciones como en todo.

Entre llantos y cantos, aquellas cincuenta y una muchachas fueron saliendo, eran dadas de baja, cuando se iniciaba una amistad, la talega recogía los útiles personales, se dejaban de ver a esos compañeros y compañeras, amigos y con la felicidad de ascender, la tristeza de la ausencia de quien ya no estará, siendo más triste cuando se llega al último año, de trece que habían de un momento a otro eran doce. Una masacre total en tantas exigencias hostiles, neuróticas, que de formar carácter solo la supuesta intención, cargadas de múltiples individualismo y subalternas intenciones, un escenario de guerra de subsistencia entre la voracidad. Aferrada cada quien a su propias necesidades y potencialidades, sin poder confiar porque entre compañeros no hay amigos.

Las siguientes muchachas fueron un grupo de treinta y solo cinco sobrevivieron y dos eran de este primer grupo. Debemos honrar como pionera y sobreviviente de esta gesta generadora a la Almiranta en Jefa de Venezuela y primera MUJER que en nuestra Patria, netamente machista en su seno militar va a llevar los destinos del Ministerio de la Defensa en toda nuestra historia. Rumbo claro, derrotero firme desde aquel mismo inicio considerando la deriva para dar la satisfacción de hacer un capitulo imborrables en las páginas de la Armada Bolivariana de Venezuela y de todas las mujeres venezolanas.

En esta Patria bella, revolucionaria, emprendedora, de MUJERES vencedoras, siempre dando la lucha y dispuestas a asumir retos, sin amilanarse ante la magnitud de los mismos, importante es vencer y se ha vencido a Dios gracia, cuando tenemos Grumetas o Marineras, Infantas de Marina, Sargentas, Cadetas, Oficialas de todas las graduaciones, Almirantas, y de esas doce que lograron ese Sable, el sol naciente en sus hombros y gritar delante de la tribuna presidencia “Juntos todos por última vez”, haciendo su lucha en esta Patria, sin discriminación, y así como unidas se hacen brechas, Hoy deben estar más unidas que nunca para aclamar la grandeza de la República Bolivariana de Venezuela.

Hoy Gracias a Dios las doce permanecen en este universo, en lucha por sus convicciones, sin importar posiciones, credos o mezquindades, todas son Vencedoras, todas son Libertadoras, todas son Venezuela. La realidad prueba que se ha evolucionado y de ni existir ahora se sienten las voces femeninas en estos escenarios. Por lograr pisar el Patio de la ENV una vez más todas juntas otra vez.-

Hasta La Victoria Siempre. Viviremos y Venceremos.

Chávez Vive La Lucha Sigue.-




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