Parafraseando al gran intelectual uruguayo Eduardo Galeano, en mi intención como militante, quiero alertar tanto al PSUV como al Gobierno, sobre la interpretación y manejo, en la práctica, de una política, que entiendo, es en aras de la responsabilidad de satisfacer las ingentes necesidades del pueblo; el PARTIDO, junto a sus aliados del GRAN POLO PATRIÓTICO, están en el deber de estudiar y orientar; así como el GOBIERNO, en la obligación de garantizar el ejercicio de dicha responsabilidad. La observancia de tal situación es lo que me inspira esta reflexión, pero veamos la acción popular que motiva el tema y la cual, como protagonista, puedo resumir en la siguiente consigna: “LAS CALLES SON DEL PUEBLO PA´QUE EL GOBIERNO CUMPLA”.
Sucede que ayer (30/05/2013), este militante activo del PSUV en el frente sindical, respondió al llamado a movilización a MIN TRABAJO/CARACAS, previamente discutida y aprobada en asamblea con los sindicatos para la fecha indicada, que hiciera la federación sindical (FUSBEC), en la cual es operador político. Pero al llegar en marcha al Ministerio, EL PIQUETE SINDICAL DE FUSBEC, acompañado solidariamente por la gente de la UNETE de Caracas y de otras regiones del país que están en igual situación conflictiva que los y las trabajadoras de los sindicatos de Carabobo; nos encontramos con que las Señoras Ministras del Trabajo y de la Salud, hacia las cuales iba dirigidas la acción, se encontraban acompañando al Pdte. NICOLÁS MADURO, precisamente en Carabobo en el operativo “GOBIERNO DE CALLE” que como sabemos viene realizando.
Tal situación me generó serias inquietudes, más que autocríticas por las posibles fallas en nuestra movilización, críticas sobre los errores políticos que involuntariamente pudieren estar cometiendo el gobierno en el ejercicio de la responsabilidad que como legado del COMANDANTE SUPREMO, le toca cumplir ahora al Pdte. Nicolás Maduro. Razón tuvimos cuando dicha movilización se planificó sin retorno, hasta tanto las ministras no dieran respuesta precisa y favorable a los problemas planteados. En consecuencia, varias decenas de trabajadores y trabajadoras decidieron pernoctar en las puertas de los referidos ministerios allá en Caracas.
Por ejemplo. En descargo de la designación como ministra de la salud, la Dra. Isabel Alicia Iturria Caamaño; hereda de la anterior ministra, Dra. María Eugenia Sader, la dura realidad de la discutir una convención colectiva con sus trabajadores, irregularidades importantes en el sistema de salud y lo que es más preocupante, la situación laboral sindical, deterioro alarmante de los servicios, instalaciones e insumos en Barrio Adentro a sus diferentes niveles; desvirtuando el profundo sentimiento social de la MISION EMBLEMÁTICA DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA DEL COMANDANTE SUPREMO HUGO CHÁVEZ FRÍAS, LA MISION BARRIO ADENTRO. Trabajadoras y trabajadores éstos que nacionalmente también se movilizaron ayer a Caracas.
En el caso de la ministra María Cristina Iglesias, su evaluación por la masa obrera y sindical es fatal sobre la gestión del MPPTRASS; y más aún si tomamos como ciertos, como en realidad lo son, los quinientos (500) problemas que, hasta en pliego con carácter conciliatorio –pronto a convertirse en PLIEGO CONFLICTIVO-, ha consignado la UNETE por ante su despacho, avalado por masivas movilizaciones; dentro de los cuales se incluye los ciento cincuenta (150) que nuevamente llevó la FUSBEC de Carabobo a movilizarse a la capital, ante la inoperancia por colapso en que se encuentran las Inspectorías del trabajo en la jurisdicción.
Retomando el tema inicial, el programa “Gobierno De Calle” tiene sus tumores benignos, por ahora. Al Pdte. Chávez, en su oportunidad, y al Pdte. Maduro hoy, en emulación a su Maestro; les anima sinceramente una justa y patriótica intencionalidad, al echar andar el programa “GOBIERNO DE CALLE”, para hacer posible en la práctica, la máxima del Libertador Simón Bolívar, según la cual alerta que el mejor gobierno es aquel que logra “……la mayor suma de felicidad posible para su pueblo”. El problema está en que los hombres y mujeres designados por el gobierno central a asumir tan noble compromiso, con no pocas excepciones, reiteradamente han venido demostrando no estar a la altura de tamaña responsabilidad. Real y lamentablemente, esas fallas existen, siendo responsables, por ejemplo, en el campo laboral, sindical e institucional del cúmulo de irregularidades y problemas que, aguas abajo de la presidencia de la república, gobernaciones y alcaldías crean al pueblo trabajador y al movimiento sindical organizado, comprometido con la Revolución Bolivariana.
Saludando como positiva la iniciativa que en tal sentido toma el gobierno; igualmente considero un error político de los altos mandos del gobierno, sobrestimar la capacidad política y de gestión de los funcionarios del tren ministerial; cuando han demostrado, consciente y/o inconscientemente, no estar preparados para cumplir con las funciones que les asigna la revolución. La mayoría de tales funcionarios tienen conocimiento de los problemas, los han atendido burocráticamente pero siempre se declaran incompetentes, alegando no tener poder de decisión. Según ellos, solo las ministras deben decidir. Testimonios de vivencias cotidianas y de indefensión de los y las trabajadoras hay por miles. A las pruebas me remito, no es guarimbéo ni desestabilización contra el proceso, lo que condujo a los sindicatos de FUSBEC-UNETE a movilizarse ayer a los ministerios del Trabajo y de la Salud a solicitar solución a sus crónicos problemas, encontrándose con el contratiempo de que las señoras ministras andan en la calle con el Presidente. En honor a la verdad es digno precisar aquí que el sindicalismo clasista hoy en movimiento, es el mismo que históricamente tiene como principio revolucionario la defensa de los intereses de la clase obrera; y por ende, su compromiso con conciencia de clase, sin duda alguna, con las luchas del pueblo por la liberación y construir la sociedad posible, LA SOCIEDAD SOCIALISTA; pues como sabemos, es la razón de ser de la revolución bolivariana.
En resumen. La calle, a través de la historia de la lucha de clases, es arto conocido, es la alternativa válida y conquistada por las y los trabajadores, para hacer oír con contundencia sus voces de protesta, contra los atropellos y violaciones a sus derechos y libertades sindicales que realizan cotidianamente tanto el capitalista explotador, como quienes detentan el poder político; y en el caso de la revolución en marcha, los que tienen la responsabilidad de garantizar el cumplimiento del Estado de Derecho, sobre todo para proteger al DEBIL JURÍDICO que es el obrero. Si nos atenemos al acertado “CAMBIO DE TIMÓN” que planteara EL COMANDANTE SUPREMO, lo correcto es que, desde el punto de vista de la eficiencia de funcionamiento y gestión de la administración pública; así como también, de la gerencia del Estado en las empresas recuperadas; se plantea hoy un giro táctico y estratégico en el gobierno de calle; para que el Pdte. Nicolás Maduro reoriente su fuerte trabajo que realiza en el GOBIERNO DE CALLE hoy y le permita ver lo que ocurre en las instituciones bajo control del gobierno, vea cómo trabajan y haga seguimiento a la gestión pública; que es por dónde se van muchos tiros de burocracia y corrupción de la contra revolución, a lo interno (endógena); y además, como en justicia debe ser, el Pdte. Maduro oiga al trabajador y ayude a entender a sus funcionarios, sin prejuicios, la protesta popular y del movimiento obrero y sindical comprometido.
Por último quiero decir, según mi modesto conocimiento de la lógica política, es al Partido PSUV, del cual forma parte importante en la Dirección el Pdte. Maduro y la mayoría de su tren ejecutivo, con los aliados en el GRAN POLO PATRIÓTICO; a quienes les toca estudiar, diseñar y planificar la acción del gobierno de la revolución. Obviamente el PSUV, en justo reconocimiento de ser el partido mayoritario, que concentra en su seno la mayor vanguardia del espectro político social de la población venezolana comprometida con el proceso revolucionario, tiene la primera responsabilidad de dar sus mejores aportes al accionar político, no solo del COMANDO ESTRATÉGICO DE LA REVOLUCIÓN, sino también, para garantizar y hacerle seguimiento al PLAN DE ACCIÓN GUBERNAMENTAL, a fin de que la gestión de gobierno cumpla a todos los niveles, las directrices políticas que consensuadamente se planifiquen para una mejor gestión gubernamental, se consolide la revolución y Venezuela supere cada vez más, las dificultades que por razones obvias presenta toda revolución verdadera, en su lucha por la liberación y la construcción del SOCIALISMO.
