Hugo Chávez lo sabía. Lo tenía muy claro. Por ello cuando presencié por televisión la reunión Mendoza-Gobierno, me llegó de inmediato a la mente un libro que leí sobre cómo endulzaron a Gómez para montarlo en la olla. Le mandaron un tejano, que usaba botas de vaquero y hablaba el mismo lenguaje que el zamarro andino, eran del campo y les gustaba el ganado, el olor a bosta, montar los caballos y cosas por el estilo. Pero ese gringo traía una misión y al final, la historia cuenta que Gómez les dijo “ustedes saben de petróleo. Hagan ustedes las leyes. Nosotros somos novatos en eso”. ¿Porqué me acordé? Porque más o menos, en términos reales, aparte de la arrechera que produce aceptar esa realidad, ese fue el resultado de esa reunión. Vimos a un Lorenzo Mendoza, cuya fortuna es de 4 mil 500 millones de dólares, según la revista Forbes, hablar con un aire de prepotencia y con la soberbia que es característica en quienes detentan ese poder, regañar al gobierno, decirle incompetente sin decírselo (que en realidad lo es) y que además, como el gobierno no sabía nada de nada, por lo que no había podido poner a producir tres procesadoras de maíz, pues que las compraba, y él sí las ponía a producir. Y como el gobierno está contra la pared, pues no le quedó más remedio que aceptar todos los regaños y además dejar los pantalones a la orden para cuando haya que bajarlos, es decir, cuando a Mendoza le provoque.
Y creo que todos recuerdan la dura polémica que tuvo Hugo con empresas Polar. Incluso, se le ocurrió decir que iba a expropiarla. Fue entonces que un montón de aduladores de oficio, es decir empleados de la cervecera que se creen patronos, iniciaron aquella vergonzosa campaña “con mi Polar no te metas”. Y entonces veíamos carros de los ochenta, cacharritos incluso, manejado por un empleado arruinado y sin dientes, que vive más menos en la pobreza y que salió de ella gracias a Chávez, con un letrero en el vidrio de atrás que decía “No a la expropiación de Polar”. “Fin de mundo” diría mi madre. Y entiendo las razones por las que Hugo actuó en ese momento. Si tuviéramos memoria, fueron los tiempos en que el chantaje con la venta de alimentos se incrementó. Pero al parecer, apareció algún sesudo del gobierno y le dijo al “Arañero de Sabaneta” que no era posible expropiar una empresa que manejaba el 75% de los alimentos que consumía el país, entre producción, importación y distribución -¿porqué lo dejamos llegar hasta allí?- pregunto yo. Cuando Hugo se dio cuenta de que era inviable aquella intención, apeló a Industrias Diana. Pensó el Presidente que era posible crear un monstruo semejante a Polar, pero del Estado, que fuera no solo un gran productor, sino una gran comercializador; y que se diversificara a lo largo y ancho del país, poniendo miles de productos en el mercado, a bajo precio y en cantidades suficientes que la gente no sintiera la escasez. Pero Diana resultó ser un elefante blanco con 1.500 trabajadores que solo producen margarina, aceite, jabón de panela y alguna otra pendejada de poca relevancia. Nada que sea crucial para la dieta del venezolano.
Por si fuera poco, ya en los últimos días de Chávez, funcionarios del gobierno anunciaron con bombos y platillos que habría excedente de maíz este año. Y fui el primero que pensó, si eso es así, entonces tendremos harina precocida hasta para exportar, porque el gobierno no solo controla los silos, sino que incluso tiene tres plantas procesadoras de harina. Pero por arte de magia, la harina precocida, una de marca Venezuela que yo consumía, desapareció de los mercados Bicentenarios, donde desde hace mucho tiempo solo se ve Harina Pan, y no en las cantidades que se necesitan. En este momento, insólitamente un paquete de ese producto que está regulado a 7,50 bolívares, se consigue en 35 bolívares “si lo quieres, y si no déjalo ahí” como suele decir el dueño del abasto.
Pues bien, eso fue lo que explicó Mendoza en su lenguaje de empresario. Que si el gobierno y nosotros somos altos panas, que tranquillo que Nicolás va bien conmigo, que no se angustien porque Polar siempre les va a dar aunque sea una vainita, y que como el gobierno es una sarta de la inoperancia, demen acá todo porque además yo no soy político, sino empresario y mi rollo es ganar burda para engrosar las cuentas de los 4 mil 500 millones de verdes que tengo.
Esa fue la angustia de Chávez. Y por ello hablaba no solo de la independencia alimentaria, sino de la fábrica de fábricas y del ciclo completo de la producción. ¿Qué producen las empresas del gobierno para que sintamos aunque sea una pizca de independencia alimentaria? Para decirlo en el más chabacano de los lenguajes, un coño. Y son empresas que no solo no producen, sino que el Estado debe mantenerlas, donde de paso se consiguen trabajadores con niveles de inconsciencia tan deplorable que pretenden discutir contratos colectivos con el Estado, que no genera plusvalía.
Por ello es que al Gobierno no le queda más remedio que ir por debajito con Mendoza. No vaya a ser cosa que el tipo se arreche y vuelva a dejar de producir como lo acaba de hacer para demostrar quién tiene la sartén por el mango. Eso no es una especulación, ni una exageración. Es una verdad como un templo. Súmele eso a la conspiración de la banca y a la batalla de los dólares en el mercado negro, y verá los resultados.
Este sábado 18 en el mercado Bicentenario de Valencia, la gente comenzó a hacer cola a las tres de la mañana para comprar un pollo. Pero cuando llegó al puesto de la carne, eran las diez de la mañana. Estuvo siete horas en cola, y para colmo el pollo se había acabado. Y después le dice que vaya a una reunión del Consejo Comunal y que haga campaña por las municipales, para que le pinten ya sabe qué, siguiendo con el lenguaje chabacano.
Lo más arrecho, es que por decir esto, yo soy el contrarrevolucionario. “Fin de mundo” diría mi madre.
Caminito de hormigas…
Los asesores gringos de Henrique le dijeron que la estrategia es sacar la denuncia de fraude fuera del país. A ver si produce el efecto. Ya el CNE le dijo no va pa´l baile. Planifica ahora otra guerra… 16 mil empresas que estaban pendientes para que les entreguen los dólares que habían pedido, fueron llamadas para la entrega. Pero no los van a pagar a 6,50, sino a 13. Es la comisión que exige la mafia… Pregunta. Qué alto funcionario del gobierno acaba de ser nombrado y ha renunciado tres veces, sin que le acepten la renuncia… Pregunta. ¿Qué alto funcionario del gobierno montó un bunker en un piso del organismo que presidia, donde instaló pantalla pared completa, bar incluido, películas porno y orgías para los panas?... Por qué cuesta 15 palos buscar una pensión del IVSS en la Caja Regional y nadie hace nada?
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