¿Será que con los 18 procesos electorales burgueses adormecimos al pueblo?

Durante los años 1989, 1998, 1999, 2002, 2004 el pueblo venezolano demostró que el espíritu combativo de los fundadores de la Patria aún sobrevive, pero pareciera que 18 elecciones, en el marco del juego burgués, se han encargado de adormecerlo, de afianzar en la conciencia colectiva la cultura rentista petrolera; esto ya lo denunciada el Comandante Infinito en la introducción al plan de la Patria: “no nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista”

Hoy, la Patria y el proceso revolucionario bolivariano, están amenazados por la desmovilización del pueblo como consecuencia de pretender sustituirlo desde los órganos de gobierno, absurdo éste porque es de la Soberanía Popular de donde ellos emanan y a la cual están sometidos (Art. 5, CRBV). Quedarnos sólo en decir que la amenaza es de la derecha oposicionista y fascista, no ayuda en nada a desnudar esa realidad, siempre ella ha estado presente; nunca, ni el Comandante Invicto ni el pueblo, éramos o somos inocentes al respecto ¿De qué manera hemos minado la combatividad popular? De muchas formas.

Una de ellas, por ejemplo, en otrora época cuando se sabía de acaparamiento no esperábamos a que un órgano del Estado actuara, lo expropiábamos nosotros mismos; hoy miramos impávidos tales hechos y, peor aún, practicamos el acaparamiento familiar comprando más de lo que requerimos “porque no sabemos cuándo llega otra vez el producto” y, lo más vil, vendemos parte de lo acaparado a precios de usura. Esto viene pasando ante un aparato gubernamental inerme e indolente ante la denuncia, entes a los cuales poco importa la impunidad y la violación de las leyes.

Otro ejemplo que explica el acaparamiento de la burguesía, es la propia debilidad productiva de las empresas en manos del Estado. Siendo, como la nuestra venezolana, una economía aún capitalista, si el Estado realmente fuese productivo y competitivo en términos del mercado, ¿creen ustedes que la empresa capitalista acapararía para crear desabastecimiento? Ni por el carajo, el capitalismo lucharía por su cuota de mercado, pero como sabe que no hay competencia, simplemente hace lo que le da la gana con los alimentos. No es posible que dejemos que al pueblo se le ofenda e irrespete como está ocurriendo actualmente: las grandes cadenas de supermercados, los comerciantes chinos e, incluso, los abastos bicentenarios, sacan un día a la semana las harinas precocidas y las grasas (aceite y margarinas) obligando al pueblo a amanecer a sus puertas y a realizar grandes colas denigrantes. He observado cómo, en un momento determinado, mientras la gente está en la cola, un mandadero grita ¡hay pollo en tal parte! y la gente sale corriendo o al ir al mercado se encuentra a un buhonero vendiendo un producto que ayer estaba a 15 en 58 bolívares. Aunado a ello, los precios de los productos en los supermercados y bodegas, en franca violación a la Ley de Costos y Precios Justos, vienen mermando la capacidad de compra.

Los responsables directos de este desorden no están sólo en la derecha, pero a los suyos los vemos dispersos en diferentes áreas de los supermercados y cualquier establecimiento, gritando improperios en contra del gobierno como “Este es el legado de Chávez” “Que bueno este socialismo” “Así nos querían ver”, pavoneándose entre las colas buscando provocar la histeria contenida de tirios y troyanos.

Creo que así como Chávez en su momento, producto de haber comprendido la magnitud del problema de la vivienda en Venezuela, asumió como suya la batalla contra esa heredada tara social, toca a su hijo, el camarada Nicolás Maduro, colocarse al frente de esta batalla, tiene la responsabilidad de hacerla suya, de ir personalmente a sacar los productos acaparados, debe con urgencia desmantelar a INDEPABIS, colocar al frente a un camarada de la talla de Dante, de Ernesto, de Jesse; construir una red social que ayude a combatir el acaparamiento. La gente está esperando ansiosa una demostración de fuerza del líder heredero, de nuestro camarada Nicolás, el pueblo necesita sentirlo, saber que el chavismo, por el cual 7,5 millones votó, cuenta con el hijo de Chávez. Pero los pueblos no esperan eternamente, recordemos el 89. ¿Y el PSUV? ¿Qué estamos haciendo como partido? ¿No es acaso tarea de un partido revolucionario guiar a las masas en sus luchas, movilizar en función de sus reivindicaciones? ¿Cuándo el PSUV asume perfil propio? Si sigue cogiendo cuerpo este delito, será difícil detener la protesta popular y seguiremos dando armas a la derecha en su estrategia fascista.

lamdogsa@gmail.com

*Diputado AN/PSUV-Portuguesa


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