El presidente nos mal acostumbró que para ganar una elección, había que ganarla con por lo menos un millón y medio de votos de diferencia, esta es la razón por la cual 230 mil votos nos parece poca diferencia, Piñera en Chile ganó su mandato con un monto similar a estos números, sin embargo nadie se atrevió a cantar fraude o a refutar los resultados. La oposición nunca ha ganado una elección por más de 200 mil votos. Entre las elecciones históricas que ha perdido el Chavismo se encuentra el referéndum del 2007; una diferencia de 36 mil votos 1,31 %, nadie cantó fraude nadie pidió conteo, en las últimas elecciones a gobernadores, Capriles ganó con 46 mil votos de diferencia Elías lo reconoció.
Los que hemos trabajado en alguna elección sabemos que la posibilidad de error en este sistema automatizado es nula, el que no me crea pregúntele a un amigo que haya estado alguna vez en una mesa, todo coincide, es más, siempre son los mismos miembros, siempre son las mismas máquinas, siempre son los mismos testigos tanto opositores como Chavistas, e incluso me atrevo a decirles que siempre es el mismo plan república, hasta un poco injusto me puede parecer con los testigos que pasan ahí desde la 4 am hasta las 9 pm el insinuar algún fraude. Pero lamentablemente siempre habrá un rumor de la tía del primo de una pana al que le creeremos más que a la palabra de un amigo, simplemente porque esta nos haría inevitablemente aceptar la dura realidad de la derrota.
El Chavismo debe reconocer errores perder 11 puntos porcentuales en diez días debe llamarnos la atención en cuanto la estrategia electoral, se debe fortalecer nuestros sistemas de medios públicos, Globovision sigue creando matrices que somos incapaces de desmontar. La oposición por su parte a aprendido a capitalizar muy bien el descontento en el Chavismo, es cierto aún no muestran un plan de país mas allá de la no continuidad del Chavismo, pero a nuestras fallas han aprendido a sacarles punta.
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