El affaire Abreu: Qué decepción Clodovaldo

Me desconcierta el más reciente artículo del camarada Clodovaldo Hernández, publicado en el portal La Iguana, con relación al asunto de la estrecha relación evidenciada entre el Maestro José Antonio Abreu, fundador y fundamental artífice de lo que es hoy nuestra amadísima Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV) y los cantantes Miguel Bosé y Juanes, declarados enemigos de nuestro proceso revolucionario y del comandante presidente Hugo Chávez.

Estaba esperando una respuesta convincente, tanto del Maestro como del camarada y coterráneo Pérez Pirela, quien asumió su defensa, que justificara tan lamentable comportamiento pero, ante el asombro que me produjo la ligereza con que Clodovaldo mete en el saco de los malinches a media comunidad de aporreadores, debo comentar lo siguiente:

Dice Clodovaldo: «¿Qué si están en contra del sistema de orquestas por qué no se han entrompado con Chávez?»

¿Por qué habrían de importunar al comandante por el comportamiento personalísimo de un ciudadano?. ¿Es que acaso la crítica y la autocrítica no son base fundamental de la revolución?

Dice Clodovaldo: «muchos cultores, intelectuales y opinadores revolucionarios –más allá del asunto de si el Concierto por la paz es una traición– nunca han estado de acuerdo con la generosa subvención ni con el gran apoyo público que el Estado bolivariano le ha otorgado siempre al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.»

No es más allá del asunto Clodovaldo, es que cuando te abrazas y alabas al enemigo no puedes estar más cerca de la traición.

Como puede atribuir tan malos sentimientos a todos nuestros escribidores para con una obra tan hermosa, portentosa y beneficiosa para la patria. No metas al sistema de orquestas ni a Dudamel en este embrollo; la querella es con el Maestro Abreu por su comportamiento. Si alguien ha proferido insultos al Maestro Abreu, al sistema de orquestas o a Dudamel yo también lo deploro.

Dice Clodovaldo: «¿Cuál es el problema de que piensen así? Bueno, ninguno, cada quien que piense lo que se le antoje, especialmente los que arrastran la enorme frustración de no tocar ni siquiera gon. El problema es que muchos de esos intelectuales y opinadores han ocultado celosamente esos duros criterios durante un montón de años.»

Las personas que, por diferentes causas, no pueden interpretar algún instrumento musical no están discapacitadas para apreciar la música, observar la realidad y emitir opiniones y críticas.

Dice Clodovaldo: «Sin embargo, el desahogo de esta gente ha tenido un límite, a mi juicio rayano en la cobardía. La mayoría de esas personas, ni siquiera en estas circunstancias, se ha atrevido a criticar a Chávez por darle tanta plata al viejito Abreu ni por presentarlo como un orgullo del país entero. Claro, tienen la excusa de que el Presidente está enfermo, pero ya sabemos que cuando estaba sano tampoco lo hacían. En cambio, se vuelven muy enérgicos y firmes en sus puntos de vista cuando sale cualquier otro revolucionario (que no sea Chávez) a darle un voto de confianza o un espaldarazo al Sistema de Orquestas.»

Después siguen una serie de improperios, descalificativos y frases ofensivas sólo comparables a las contenidas en Manual de Ramos Allup que siempre nos muestran Los Robertos en su grato programa dominical.

Finalmente quiero, muy modestamente, hacer una recomendación a Clodovaldo: Cuando respondas a una crítica debes enfocarte en la persona que la emite. Muchos aporreadores opinaron con dignidad sobre el tema. Ellos merecen respeto, camarada.

Vea artículo de Clodovaldo Hernández: http://www.aporrea.org/actualidad/a158297.html

navaajnch@hotmail.com


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