Sin salud no hay revolución

Hace pocos dias recibí la copia de este documento, o carta, enviada a un fucionario diplomático Venezolano en Ginebra, con el proposito de trasmitir una seria preocupación, que se traduce en la necesidad que tenemos de expresarnos en los foros internacionales con lealtad a los principios de defensa de la dignidad, de la soberanía de los pueblos, del derecho innegociable e irrevocable que tiene cada población del mundo a defender la salud de su pueblo, como nosotros la defendemos en la Revolución Bolivariana. Explicado esto con nítida claridad, hasta el cansancio, por nuestro Presidente, Hugo Chavez. Por esto y por otras no menos importantes cosas es que hoy costituimos una luz, una esperanza para los pueblos del mundo. Defender en el seno de la OMS posiciones dignas y soberanas en materia de salud, de lucha contra los intereses neoliberales de las transnacionales de medicamentos que solo pretenden vender hasta hipotecar a los paises en vias de desarrollo, con toneladas de fármacos, defender el financiamiento del estudio de la problematica de las enfermedades por los paises y asi mismo financiar el establecimiento de laboratorios para la elaboración de los fármacos correspondientes, es por lo menos tan importante como la inauguradera de servicios en algunos hospitales nuestros, o ambulatorios con deslumbrante tecnologia de punta. Convencido de que la consigna de CONAMEV: SIN SALUD, NO HAY REVOLUCIÓN, creo que los revolucionarios que hoy dirigen la salud en Venezuela, deben dar la pelea, no para una futura sociedad de enfermos, con prácticas medicalistas, hospitalaristas, sinó para una sociedad de mujeres y hombres sanos. Donde enterremos el negocio capitalista de la enfermedad. Pero esa pelea hay que librarla no solo en en esta trinchera, la REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, es necesario desarrollarla tambien entos aquellos espacios, foros, internacionales, donde estemos presentes. La sede de la OMS es uno de ellos. Janiz Lazdins, es un médico Venezolano, patriota, comprometido desde su condición de estudiante de bachillerato con la revolución venezolana. Se graduó de médico en la Universidad de Carabobo. Cientifico, investigador, trabajó ( está jubillado ) por años en la OMS en el nivel técnico No 6, es decir el más alto, al cual llegó por concurso de credenciales. Desde su soledad e impotencia nos escribe frecuentemente para conocer sus acertadas opiniones, propias de un revolucionario, Bolivariano, militante. Ojalá estas notas puedan constituir un mensaje a Garcia:


Recibe un afectuoso saludo esperando que tu y tu familia estén bien. Sé que estos son momentos en los cuales todos los que creemos en el futuro de una patria bolivariana debemos estar atentos y preparados a luchar para mantener y avanzar en nuestros logros. En este contexto y después de haber leído el reporte de la OMS sobre los progresos de su plan para combatir las ENFERMEDADES DESATENDIDAS que va a ser presentado en la reunión del comité ejecutivo de la OMS la semana que viene me preocupa enormemente lo que está por detrás de esto y como nos puede afectar: a) Comenzando con el nombre de ENFERMEDADES DESATENDIDAS, que originalmente fue adoptado para acusar a la industria farmacéutica, sin embargo hoy cuando la OMS exalta la “generosa respuesta” de la industria uno debería preguntarse a quien se refiere la OMS ahora cuando sigue usando esta denominación en las discusiones con los países. b) Dentro de este contexto de “ENFERMEDADES DESATENDIDAS” (por los países?) la OMS implícitamente justifica respuestas de intervenciones supranacionales basadas en un énfasis de una estrategia fármaco-asistencial solidificada mediante negociaciones con el sector farmacéutico multinacional sin consulta directa con los estados miembros, particularmente con los que presumiblemente van a ser los beneficiarios de dichas donaciones. Las donaciones están muy bien sin embargo por mucho que se ha dicho (Declaracion de LONDRES, etc) sabemos que la sustentabilidad de estas donaciones dependen del futuro económico de la industria, además en muchos casos son un desincentivo para los países afectados por estas enfermedades para desarrollar sus propias industrias o justificación para los desarrollados de cumplir con transferencia de conocimiento o tecnología . c) El documento es prueba clara del “desorden bipolar” que sufre la organización, la propuesta no es congruente con otras propuestas y luchas que muchos países en vías de desarrollo están tratando de adelantar como la del fortalecimiento y financiamiento de la investigación y desarrollo de productos para salud, transferencia tecnológica, propiedad intelectual, la de los determinantes sociales de la salud, etc.d) Para terminar y tal vez lo más grave del modo como yo lo veo: relega o a un plano casi cero la promoción de la salud (prevención de enfermedades), a pesar de que en el documento se estipula que saneamiento es fundamental, la estrategia no presenta ninguna perspectiva como la organización va a apoyar a los países para lograr esto, más bien se atrincheran en la posición cómoda de ser negociadores y distribuidores de fármacos cuando lo que deberían hacer es trabajar con los países para lograr ambientes saludables con acceso a salud.Porque te molesto con esto?Porque creo que con el modelo que hemos escogido como país no podemos suscribirnos a esto, porque creo en una OMS que responde a los países y no a otros intereses y porque creo que nuestro modelo de participación comunitaria es la via justa para promover la salud del pueblo y es un modelo sobre el cual los problemas de las “DESATENDIDAS” podrían resolverse de una manera donde las intervenciones farmacológicas son solo usadas cuando realmente se necesitan , porque creo que las medicinas no pueden ser usadas como moneda de chantaje para lograr fines que debilitan el desarrollo de los sistemas de la salud pero tal vez mas importante la soberanía de los pueblos. Me tomo la libertad de copiar este mensaje a mi amigo el Ex - Ministro de Salud Roger Capella ya que él ha escrito repetidamente y muy lucidamente sobre el tema en Aporrea.

rogercapella@gmail.com

Un gran abrazo,

roger capella@gmail .com


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