¿Que piensan el venezolano del colono sionista?

Para un pueblo tan noble como el venezolano, le resulta impresionante y hasta novelesco pensar en que todavía hoy, en este siglo XXI, exista el coloniaje. Un pueblo que históricamente ha abierto sus puertas al extranjero y lo ha tratado como a su semejante, sin complejos excluyentes ni raciales, más que los expresados por la elite burguesa antinacional, cuyos valores culturales no son oriundos de estas tierras.

Este digno pueblo nacido de una mezcla interesante entre árabes, españoles, indios y negros, apenas está conociendo su verdadera historia tantas veces mutilada, como mutilados y casi liquidados quedaron los pueblos indígenas producto del colonialismo español. Aquellos episodios inhumanos de la alta elite española fueron velados y desnaturalizados e incluso hasta celebrados en el tristemente celebre día de las razas. Seguro, lo que las clases dominantes triunfantes han querido decir y celebrar es el día del racismo.

Desde su independencia, Venezuela no ha sufrido más de estos atropellos en forma objetiva. Claro está, siendo un poco realista, comprenderíamos que el colonialismo contemporáneo del que hemos sido victima los venezolanos, como también el resto de los pueblos del mundo, excepto Cuba, ha sido el omnipresente Dios secularizado del sionismo israelí, el Capital.
Pero esta no ha sido la suerte del pueblo árabe palestino que desde 1948 atraviesa la peor de su tragedia. El ser expulsado de sus tierras y borrado del mapa como nación, ser masacrado en formas constantes, al peor estilo de las políticas de exterminios nazi, en los campos de refugiados o mejor dicho, campos de concentración por las tropas del estado sionistas de Israel, constituye un verdadero holocausto. Sumado a esto, la situación en que se encuentra sumergido el pueblo hermano de Irak, la desgracia de los pueblos árabes en general, aumenta, y todo gracias a la necesidades imperiosas de un capital con ansia reproductiva que enfrenta un mercado copado de grandes competidores, una elite capitalista-judía que descubrió en la religión la manera más eficaz de enajenar a todo un pueblo, y hacer de ellos mercancías en pro de sus inhumanos y depravados intereses, que preconiza el racismo, la superioridad y divinidad de sus pueblos sobre otros. El sionismo israelí es, sin duda, la expresión contemporánea del nazismo alemán. Y es que, a cada etapa del desarrollo histórico de las fuerzas productivas y del capital, una ideología se corresponde con sus necesidades.

Ahora bien, compartiendo este razonamiento me pregunto ¿Qué pensará el pueblo venezolano del pueblo judío-enajenado, que orgullosamente se dicen así colonos y pretenden echar al pueblo palestino de todo el territorio, incluso, de las tierras reservadas para el pueblo palestino, por la ONU, en la injustas partición del Estado de Palestina en el año 1947? ¿Que pensaría nuestro pueblo al ver aquellas estruendosas marchas de un importante numero de judíos, realizadas en días recientes, organizadas por los colonos y liderizadas por el sionista Meir Kahane con atuendos y camisas de color naranjas, como eco distante de la "Marcha sobre Roma" de los "camisas negras" de Benito Mussolini de 1920?

En esta marcha se pregonaban consignas como: “Dios nos dio este país y sus frutos nos pertenecen”. “Alguien que les regale siquiera un metro cuadrado de ella a los extranjeros está violando los mandamientos de la Torah”. No era de extrañar que en ella participase el racista Kahane, quien tuvo la inmoralidad de expresar públicamente que: “Dios no sólo nos prometió este país, sino que también nos ordenó (en el libro de Joshua) erradicar a los habitantes no-judíos”. “Que Ellos no tienen lugar aquí. Si aterrorizándolos no salen por si mismos deben ser eliminados, deben pagar el precio”. Pregunto ¿Qué clase de Dios dice todo esto, existe un Dios excluyente y racista? Si, el capital es la respuesta.
No cabe duda que el sionismo es la máxima expresión actual del fascismo, que ha logrado enajenar a todo un pueblo de la misma manera como el nazismo alemán lo logró en su tiempo, una total degeneración del sentimiento religioso o como lo diría Marx: “la miseria religiosa, es, por una parte, la expresión de la miseria real y, por otra, la protesta contra ella. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo”. Atañe al propio pueblo judío liberarse del sionismo y a los pueblos del mundo abolir el capitalismo, que es su mayor mentor. ¿Qué piensa los venezolanos?.


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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

 basemtch@gmail.com      @BasemTajeldine

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