La Revolución no se hace con los que se van, ni con los huyen, sino con los que se quedan?
En semanas recientes un grupo de personas, que habían sido militantes de nuestro partido, tomaron la decisión de abandonarlo. Varios son los argumentos que han esgrimido los renunciantes para justificar su decisión, y, cosa curiosa, no han faltado titulares noticiosos, reportajes y entrevistas en casi todos los medios de comunicación, dándole a la salida de estos ex-compañeros una connotación que busca presentarlos como pobrecitas víctimas, dignas de comprensión. Para aumentar el tono dramático de la renuncia, hubo hasta algunas lágrimas derramadas ante cámaras, y reforzar así su mensaje central: ?Nos vamos porque no nos comprenden...?
Examinemos un poco más de cerca los argumentos de las personas que se retiran del Partido. Se aduce que ahora es la Dirección la que esta decidiendo las futuras candidaturas. Varias de las cabezas más visibles entre los renunciantes ocultan, interesadamente, que, en su momento, fue la Dirección del Partido la que los respaldo para llegar a los cargos que ostentaron o aun ostentan. En su momento, el Partido los acogió y los respaldó, sin tener muchos de ellos y ellas una trayectoria lucha revolucionaria, para que sirviesen al pueblo desde la función pública.
Su razonamiento parece ser muy simple: la Dirección del FMLN es buena si me apoya, si no me apoya para ser funcionario público es mala y anti-democrática. Lo que ayer era correcto para ellos, como la postulación de parte de la Comisión Política de compañeros y compañeras a cargos de elección popular, hoy ya no lo es, porque los interesados no estarían entre los propuestos. El mensaje con el que se van es claro y no necesita de sesudos análisis: el Partido anda bien si yo soy candidato para algo, sino, este es un Partido alejado de la gente, dogmático, que no escucha, etc. etc. Estas y otras tonterías más se ponen como argumentos para justificar lo injustificable. Los y las militantes con conciencia revolucionaria y compromiso con los objetivos y principios del Partido rechazamos ese mensaje.
La verdad es que en El Salvador, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, es el único instituto político que desarrolla un proceso interno de elección de candidatos y candidatas a cargos públicos de forma transparente, participativa, y a la vez de exigencia de calidad ética y política para los futuros funcionarios públicos. Serán los y las militantes del FMLN, el próximo 17 de julio, quienes decidirán con su voto libre, directo y secreto, a quien quieren que los representen en las diputaciones y concejos municipales.
Este proceso interno pretende cumplir el FMLN el compromiso hacia el pueblo salvadoreño de presentar para las próximas elecciones legislativas y municipales candidatos(as) con gran fortaleza de principios y dispuestos a no traicionar las aspiraciones de la ciudadanía. Nada más alejado de la realidad porque serán los y las militantes del FMLN, el próximo 17 de julio, quienes decidirán con su voto libre, directo y secreto, a quien quieren que los representen en las diputaciones y concejos municipales.
Los que renunciaron al FMLN no registran la importancia de este proceso interno democrático, así como los medios de comunicación derechistas y seudo analistas políticos, quienes, ignoran a su conveniencia, que el partido ARENA y su presidente Saca prometieron primarias y se arrepintieron de hacerlas. Hay que decirlo con toda claridad: quienes ahora renuncian al proyecto político del FMLN lo hacen al ver frustradas sus aspiraciones personales de ostentar un cargo público, como si esa fuese la única misión que un cuadro partidario puede desempeñar. Peor aún, varios de los que renunciaron y hoy se dedican a desprestigiar a nuestro Partido, ni siquiera tuvieron la valentía de participar en este proceso interno, evaluándose y solicitando su inscripción.
Otro de los ?sofisticados? argumentos que median en esta renuncia es que la actual Dirección del Partido no quiere propiciar alianzas, ni toma iniciativas a favor del pueblo. Es un verdadero cinismo afirmar eso. Ha sido el FMLN el partido político que ha puesto sobre la mesa la discusión de grandes y trascendentales propuestas para el país, como la reforma fiscal, la reforma de salud, la verdadera y profunda reforma electoral, y el subsidio a los pasajeros, recientemente aceptada en parte por el gobierno, entre otras propuestas.
Es el FMLN el partido que tanto en la Asamblea Legislativa como en el ámbito de las municipalidades mantiene la ofensiva con iniciativas que buscan favorecer al pueblo.
Hemos propuesto el control de ganancias de las petroleras, freno a los abusos de las empresas telefónicas y de energía eléctrica, subsidio al pasaje para los pobres y los estudiantes, frenos contra la horripilante corrupción en el Gobierno, reestablecimiento de la circulación del Colón, medidas para reactivar la agricultura y aliviar la deuda agraria, iniciativas para garantizar la soberanía nacional en las relaciones internacionales del país, entre otras propuestas de beneficio para la población.
Al parecer los renunciantes, en particular el diputado y la diputada, no estuvieron en todo este trabajo legislativo o convenientemente lo ignoran para justificar su triste decisión de abandonar la lucha junto al pueblo.
Omiten decir, convenientemente, que el pueblo esta enfrentado a la más radical versión de la derecha oligárquica, que no necesita aliados, sino lacayos y subordinados, que busca hacerse de todos los espacios de poder, que atropella a diario la Constitución y las leyes, que compra voluntades, que no se detiene ante nada ni ante nadie para imponer sus políticas de hambre y miseria al pueblo.
Mientras concentra aun más la riqueza del país, la oligarquía, valiéndose del control político del Estado, destruye a la pequeña y mediana empresa, sume alas familias que viven en la zona rural en el abandono, saquea y endeuda al país y arrecia la represión contra los luchadores sociales.
Todo ello lo ocultan los ahora renunciantes, fascinados quizás por el ?sentido humano? del Presidente de ARENA y su discurso seudo dialogante.
También arremeten los renunciantes contra la institucionalidad del FMLN, culpándola de sus propios errores y graves faltas a los Estatutos del Partido, como es el caso del alcalde santaneco, quien no necesitado mucha persuasión para ficharse, como auténtico mercenario de la política, en uno de los partidos de la derecha convenientemente resucitados por orden de ARENA.
Este alcalde buscaba pasar impune mientras despedía a trabajadores y trabajadoras municipales, por el solo hecho de no apoyarlo en sus ambiciones de convertirse en dirigente departamental del Partido. Bien conocía que existía una resolución de la Convención Nacional de diciembre del año pasado, cuando se acordó que no habría despidos municipales.
Los renunciantes no entienden, o pretenden no entender, el concepto que el FMLN es un partido que se basa en normas y reglamentos claros, que los derechos de los militantes no pueden estar sujetos al capricho de ningún funcionario público u organismo partidario, y que en el Frente nadie esta por encima de la Ley o cualquier reglamento.
Los renunciante no tardaron en darle otra bofetada al pueblo, al pretender usufructuar el nombre del Frente Democrático Revolucionario, FDR, que en aquella gesta heroica de los años 80 estuvo constituido por verdaderos luchadores de este pueblo. Estas personas que ahora dicen llamarse FDR ni siquiera conocieron a esos lideres, desconocen su trayectoria y no son ni la sombra de lo que fue esa agrupación de tanto prestigio, ejemplo de verdadera ética y compromiso revolucionarios.
Estos pequeños grupos disidentes del FMLN son el resultado de un proceso de deterioro de la contextura de principios y valores de personas que alguna vez decidieron participar en la lucha por las causas justas del pueblo salvadoreño y que hoy la abandonan, seducidos por las ideas y prebendas del sistema.
En algunos casos particulares, que no son la mayoría, lo que vemos es producto también del perverso trabajo de descomposición alentado por ARENA al interior de la Fracción Legislativa del FMLN.
La Revolución necesita de hombres y mujeres que se mantengan firmes a los principios del Partido y que sigan luchando sin vacilación por una verdadera transformación de este país, donde erradiquemos el hambre, la injusticia, la miseria y la explotación.