En
un anterior artículo, planteaba la necesidad de que surja una nueva
alternativa en el tablero político venezolano. Está necesidad es
imperiosa ante la cada vez mayor posibilidad de que la derecha
venezolana retome el poder. Todos los errores que se han reflejado a lo
largo de estos años de la Revolución y que aún hoy en día no se le
prestan la debida atención, están conduciendo a que los ciudadanos tomen
la oferta derechista como vía para que se solucionen estos males que
afectan a nuestra sociedad.
En está oportunidad, quiero centrar la atención en
torno a uno de estos males: La Anarquía en la Clase Baja Social. Hemos
sido en cierta forma espectadores resignados, del libertinaje que se le
ha otorgado a los estratos sociales bajos. El gobierno ha tomado una
actitud complaciente dejando actuar a mucha gente, de sectores de bajos
recursos, de forma anarquica y por mera estrategia electoral no se
implementan medidas de control para frenar este tipo de acciones. Cuando
digo estrategia electoral, me estoy refiriendo a aquella
tan "cacareada" consigna de los personeros del gobierno de que "al
pueblo no se le debe reprimir", pero cuya intención de fondo es cautivar
a esa numerosa clase social baja para captar sus votos.
Es así como impotentemente, en todas las ciudades del
país tenemos que soportar el comportamiento irrespetuoso -sólo por citar
un ejemplo de esta anarquía- de los motorizados que se dedican a ese
"oficio" tan cuestionado de mototaxista. Estos motorizados a diario
escenifican los más asombrosos abusos que resultan en colisiones,
atropellos de personas, lesiones de quienes trasladan como pasajeros,
"rayonazos" a otros vehículos, víctimas fatales (a veces el conductor,
otras veces el "parrillero") y pare
usted de contar.
Y para colmo de males, invaden el espacio
público que le venga en gana para transformarlo en una suerte de
terminal de línea. Está el caso bochornoso del bulevar La Marrón, en
Caracas o lo más patético que he podido observar, en Valencia, en el
cruce de las avenidas Lara con Bolívar Sur o avenida Las Ferias donde se
instaló un grupo de mototaxistas en la isla de la arteria vial, justo
al pie de un semáforo, lo que causa incomodidad en los transeúntes a la
hora de cruzar el rayado peatonal.
A este panorama hay que agregar el comercio informal o
buhoneros, la mayoría extranjeros (de ellos, muchos colombianos),
quienes toman las aceras para sus actividades profundizando el caos en
nuestras ciudades. No se puede dejar por fuera las invasiones de
terrenos, que se convierten posteriormente en focos de marginalidad. Son
problemáticas que urge atacar ya que detrás de ello convive un submundo
de tráfico de drogas, delincuencia y hasta prostitución.
Toda esta exposición, la realizo no en forma de
denuncia porque no es un tema desconocido para la revolución sino, con
ánimo de despertar conciencia en la ciudadanía, sobretodo aquella que
comprende que un retorno de la derecha al poder significaría un
retroceso, pero que se siente inconforme por la falta de respuestas
eficientes del actual gobierno izquierdista con respecto a estos
asuntos.
El gobierno chavista en sus distintos niveles (nacional,
estadal y municipal), no ha tenido la voluntad de combatir está
problemática porque simplemente, desde su óptica electorera, sería
restarse popularidad. Mientras tanto y reiterando lo ya dicho, va en
aumento el porcentaje de la población que ve la opción derechista como
la vía para solucionar estos males y como muestra de ello fue el
ajustado margen de diferencia en el resultado electoral entre revolución
y oposición.
No faltará más de uno que "rasgándose sus vestiduras"
saldrá a tildarme de quinta columna y toda esa serie de calificativos
"descalifcantes" que los miembros del club de fan de la revolución
gustan en lanzar contra cualquiera que realice críticas a
la administración presente. Pero precisamente no es para ellos que está
dirigido este mensaje.
Licenciado en Comunicación Social