Mientras. . .

Mientras la mayoría se colee si puede, y la minoría que no lo haga se sienta “pendeja” por no hacerlo. Mientras manejes por el hombrillo porque eres un “vivo”. Mientras haya quién venda y quién compre un cupo para que su hijo entre a la universidad, y no les dé vergüenza admitirlo. Mientras los fiscales te sigan matraqueando y/o tú sigas sobornándolos. Mientras el personal de salud (enfermeras y médicos) vea normal tomar cualquier insumo de un hospital, porque “con lo mal que me pagan, igual me deben dinero”

Mientras te rías, tararees y bailes un reggaetón de letra degradante, porque “me gusta el ritmo o es pegajoso”. Mientras sigas celebrando las groserías que tu hijo de 5 años se aprendió últimamente. Mientras les permitas a tus hijos que maltraten a las plantas. Mientras creas que da igual “googlear” el resumen de un libro, que de verdad leerlo. Mientras sigas buscando a la “palanca” que tienes en el colegio, banco, ministerio, para que te agilice el trámite.

Mientras sigas botando desperdicios en la calle en lugar de guardarlos en tu bolsillo o en tu carro y ponerlos luego en las cestas de basura. Mientras sigas poniendo la música a todo volumen hasta la madrugada, porque estás celebrando y “esta es mi casa y yo aquí hago lo que me da la gana”.

Mientras les sigas apostando a los deportistas y/o equipos extranjeros, porque son más “arrechos” que los de aquí. Mientras sigas creyendo que todo lo importado es mejor, y que lo nacional es una “mierda”. Mientras sigas conociéndote de memoria los 50 estados de USA y sus capitales, pero no sepas dónde queda Guasdualito (ni te interese conocerlo). Mientras sigas celebrando y comprando disfraces para tus hijos en el Halloween, pero no sepas cuándo es el día de San Juan y mucho menos hayas ido alguna vez a Curiepe.

Mientras tú como profesor no corrijas los errores ortográficos de tus alumnos, porque tú das matemática. Mientras tú como padre, sigas quejándote en las reuniones del colegio, porque las exigencias con tu “pobre niño” son excesivas y pidas que boten a ese profesor malvado. Mientras sigas alentando a tu hijo a que se coma una chuchería en los vagones del metro, “porque es sólo un niño”.

Mientras tú como mujer, no condenes al hombre que te habla de cómo maltrataba a su ex, y lo justifiques “porque ella era una puta”. Mientras sigas siendo testigo de lo irresponsable que es con su primogénito (el hijo de ella), pero igual te embaraces de él, porque “conmigo será distinto”. Mientras sigas utilizando como método anticonceptivo la creencia en que “él me cuida” (generalmente referido al coitus interruptus).

Mientras tú como empleado público sigas metiendo todos los reposos posibles del mundo, sin justificación alguna, para trabajar lo menos posible. Mientras sigas siendo un mediocre en tu trabajo, porque “me pagan una miseria”. Mientras sigas creyendo que tener un Blackberry®, iphone®, ipad®, o android® te hacen mejor persona; y que si no los tienes, no vales nada. Mientras sigas creyendo que unas prótesis de silicona, una lipo, una dermo, te conseguirán un marido o te harán conservar al que tienes.

Si cuando tienes un cargo de atención al público, asumes la actitud de maltratar a la gente sencilla, porque tienes un pedacito de poder. Si eres de los que cuando está en un sitio público ensucia a propósito, porque “para eso hay quién limpie”. Si eres de los que van a un restaurant chino y se burlan de los empleados, en español, aprovechando que no lo entienden (eso vale para los xenófobos en general, lo del chino es sólo un ejemplo). Si te prestas para ir a una marcha a apoyar a un candidato, no por convicción, sino porque te pagan para eso. Si descartas a quién opina distinto a ti, calificándolo automáticamente de ignorante o “vendido” por pensar lo contrario.

Si te prestas para “engañar al seguro”, y colear una operación estética como funcional (y le pides al médico que participe de tu fraude). Si crees que es lícito para descalificar a tu enemigo, utilizar asuntos personales, como la tendencia sexual o las enfermedades psiquiátricas propias o de sus familiares. Si crees que el pagar por algo, te da derecho a ser grosero y maleducado, “porque estoy pagando”.

Si crees que tu Dios es el único, verdadero y absoluto, pero el de los demás no. Si crees que tus costumbres de vida son mejores, más decentes, más bonitas. Si no te importa que el bienestar de tu familia o de tu país, se construya sobre la destrucción de otras personas, otras familias, otros países. Si no apagas la luz cuando no la usas, si no reciclas, si lavas sólo una franela en la lavadora porque esa es la que te quieres poner, si vas a la esquina en carro, si siendo joven y sano usas el ascensor para subir al primer piso, y haces todo eso porque la prioridad es tú comodidad y no el planeta.

Si maltratas a los animales. Si usas pieles para vestirte a la moda. Si al cepillarte dejas el agua corriendo todo el rato. Si al bañarte no cierras el chorro mientras te enjabonas. Si compras joyas de diamantes u oro, aún a sabiendas que hay miles de personas desplazadas y otras tantas que fallecen en muchos países de África, como consecuencia de la explotación y el tráfico de estos minerales

En fin, si eres tan tramposo, irresponsable, indolente, inconsecuente, injusto y pusilánime, no esperes que tu país ni el mundo sean distintos. . .

mariadela.linares@gmail.com

04/10/12


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