Clase media, reflexión para no leer, ¿Un saco de gatos? (I)

Para referirse a la denominada clase media contradictoria, mezquina y reaccionaria, es indispensable establecer distintos parámetros por motivos culturales, históricos, económicos y sociológicos. Antes es obligatorio señalar que en esa esfera social hay personas de belleza espiritual, honorables, solidarias, honestas, de innegable talento, conscientes de su rol histórico y con actitud ética. Además de otras bondades como trabajadores activos que son favorecidos por las políticas económicas, adelantadas por el gobierno nacional. Aunque cierta parte de ellos y de ellas, cegados por el desdén no reconocen.

A la par conviven en urbanizaciones y demás zonas residenciales gente de la oposición derechista. Junto a otras que apoyan el proceso bolivariano, se mantienen de bajo perfil y callados para evitar discutir con los intransigentes vecinos y familiares. De tal forma, la clase media se muestra como una condición social de sencilla explicación pero no es así por su complejidad en correlación a la conciencia y no sólo de clase.

¿Dónde se ubica cuando se mencionan sectores de la A hasta la E para efecto de las encuestas? ¿Son las familias que perciben más de cuatro sueldos mínimos? Se menciona la clase media baja, media-media, media, media alta o pequeña burguesía. Los que tienen mansiones, quintas, apartamentos, vehículos, televisores, celulares, computadoras y diversa tecnología; además tarjetas de crédito, dólares, viajan al extranjero, visitan lugares exclusivos, visten de marca, entre muchos detalles que los privilegia. Al parecer es relativa cualquier noción.

Sin embargo, es una realidad innegable como el que está conformada por asalariados (as) con mayores ingresos; si bien caben en ella comerciantes, agentes libres, pequeños empresarios urbanos y rurales, aparte de personajes sui generis. La típica clase media venezolana se beneficia con altos porcentajes de ingresos a consecuencia de la diversificación económica y de la producción petrolera. Ello por efecto de la soberanía. Porque como pueblo libre somos dueños de ese medio de producción, antes en manos de la burguesía y sus amos del Imperio. Quien constante permanece al acecho para ponerle de nuevo las garras.

En Venezuela la clase media surgió con fuerza a partir de la explotación del petróleo como reproducción de la tradicional clase media norteamericana. Por tanto es indudable su dependencia al modelo capitalista y hacia ella se dirige la maquinaria del mercado por la capacidad adquisitiva y consumista que posee. De aquí su categoría económica y política. Por consiguiente, para sostener la estructura neoliberal es imprescindible dominarla mediante la socialización ideológica con los medios de comunicación y de los diseños curriculares de la educación globalizada; así se forman individuos acríticos y antinacionales.

La disocian mediante el apoyo de la ciencia de la mente. Para desmembrarla y reniegue de la memoria y la cultura originaria. Repite las expresiones banalizadas y alienantes de los centros de poder del Capitalismo que le crea una realidad virtual, acorde a tenebrosos intereses, con el mundo del espectáculo; propiciando la violencia, la guerra, la erotomanía, el varón y la hembra como dinero-mercancía o la cosificación.

Asimismo, de la órbita media participan ciertas fracciones de inmigrantes y sus descendientes, quienes construyen sus nichos y vínculos culturales. Casi nunca se adaptan a la nación, otros sí lo hacen, en el fondo por prejuicio desprecian al ser venezolano y en la lucha por el poder desplazan a los criollos. Esta es otra historia.

En sentido político los estamentos medios de la Venezuela contemporánea siempre sirvieron para frenar el proceso revolucionario de los sectores populares, debido a su condición subalterna, reformista, incoherente y la defensa de sus intereses de clase. Argumento que al provenir de la experiencia histórica la hace ver como una clase no confiable para la revolución, mas esto no es determinante.

Esa conducta se fracturó desde el Caracazo, el 4F y la insurgencia del Comandante Chávez, porque la clase media estaba en extinción a causa de las desfavorables políticas económicas de la IV República. En esa coyuntura histórica hizo conciencia y se alió a las empobrecidas clases populares. El proceso bolivariano la fortaleció, beneficiándose de distintas maneras.

Con todo, parte de ella es ingrata y olvidadiza por la alienación a que está sometida. Padece el síndrome de Hamlet, de “ser o no ser”. Para tal dilema se le ofrece el enfoque inalterable de Parménides, aquel poeta filósofo de “el ser es el no ser no es”, de escoger entre las opciones de la ignorancia o del conocimiento de la realidad. En otras palabras, entre la creencia y la investigación para entender la verdad que vive el colectivo venezolano; quien transita la senda transformadora que alguna vez intuyó Heráclito y hoy es la científica dialéctica histórica que conduce al Socialismo.

vazquez_chavez@hotmail.com


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