El 7- O nos jugamos el destino de un mundo

La derecha venezolana trata de banalizar la decisiva batalla del 7 de octubre. Sabe que su abanderado no obtendrá votos ni siquiera para portero de Miraflores, pero insiste en mantener la matriz de opinión de que está arrasando, preparando el terreno para cantar fraude, el 7 O, cuando solo faltan 22 días, para su sepelio como alternativa de la derecha, frente al proceso bolivariano. Sabe que el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, le ganará con una ventaja de al menos 17 puntos, porque el pueblo está claro que aquí no se trata de un candidato, ni de la presidencia de Venezuela, se trata de decidir la suerte del llamado tercer mundo, pisoteado y sojuzgado por el imperialismo mundial.

La nave de la MUD hace agua aceleradamente- y quienes pregonan la democracia y la lucha por la equidad y el respeto por los derechos fundamentales y juran que su lucha es contra la corrupción, cada día se empastelan más en sus contradicciones.

Primero fue la develación del paquetazo que tiene como programa de gobierno el abanderado de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (Coordinadora Democrática) propiciadora del golpe de estado de 2002. Ese paquetazo, que tiene como premisa eliminar todos los programas sociales del gobierno bolivariano, incluyendo las pensiones a las personas de la tercera edad, la privatización de las empresas básicas de Guayana, PDVSA, CANTV y demás activos del Estado, también se propone privatizar la educación y la salud. En otras palabras, sería ponernos bajo la bota de Ángela Merkel y sus socios del Fondo Monetario Internacional, que tienen en la más espantosa crisis económica, política y social a España, Portugal, Italia y Grecia, en Europa y, a Chile en Suramérica cuyos ciudadanos no encuentran sosiego y esto ha aumentado el índice de suicidios. Ese es el proyecto de Henrique Capriles Radonski, para Venezuela, el mismo candidato, que cínicamente propone una ley para las misiones, cuando éstas están amparadas por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Esa es la carga del autobús del progreso, que generaría un huracán de violencia nunca visto en Venezuela, de imponerse la candidatura del llamado “Majunche”, cuyo asesor de seguridad, política y economía es nada más y nada menos que el número 81 en la ficha internacional de la DEA “Alias Alvarito”, que bañó de sangre a Colombia con los falsos positivos.

Luego de esa caída de máscara, vino, el destrozo de la otra careta, para quienes es primero la justicia, resulta que los juicios sumarísimos, son la demostración de la justicia que cacarean. Al periodista William Ojeda, por haber solicitado que se discuta públicamente el paquetazo del FMI, que trae entre manos HCR y su grupo, fue procesado, juzgado, sentenciado y condenado en tres horas, sin derecho a pataleo. Al diputado Juan Carlos Caldera, valga decir uno por no decir el único pensante en ese grupo de ultraderecha (Primero Justicia), bastaron 45 minutos, para procesarlo, juzgarlo, sentenciarlo y ejecutarlo políticamente. Esto, por haberse dejado pillar, cuando presuntamente recolectaba “mulas” cobres, entre empresarios especuladores, banqueros prófugos y otros ”ilústres” defensores de la democracia, para presuntamente financiar la campaña de HCR, quien jamás ha asumido ninguna de las tropelías que ha cometido, como el asalto a la embajada cubana el 12 de abril de 2002. Cuando se enteró del escándalo que había en la Asamblea Nacional, con el vídeo, donde el parlamentario supuestamente le proponía al empresario Ruperti, esperar a Capriles en Brasil, para que le entregara los reales, sin dar tiempo de nada, convocó una rueda de prensa y anunció la sumaria expulsión de Juan Carlos Caldera de Primero Justicia, mientras éste le defendía en la AN y se tiraba el muerto acuestas, incluso a costa de su honor, tal como lo confesó públicamente.

Esa breve historia de los últimos acontecimientos basta para que quienes tenían dudas abran los ojos y activen su conciencia. El 7 O no nos estamos jugando el destino de Venezuela y del Comandante Chávez y sus seguidores, el 7 O, nos estamos jugando el destino de la América Aborigen, el Caribe y otros tantos países que en el llamado tercer ,mundo luchan por su libertad. Del destino de Venezuela depende el de estos pueblos. La llama bolivariana que ha incendiado la pradera en el Continente y allende los mares en África y otras latitudes del mundo, incluyendo la vieja Europa, tiene su origen en Venezuela y su cordón umbilical está todavía atado al corazón de la patria de Bolívar y permitir que de un sablazo, la derecha, el fascismo mundial lo corte, sería sentenciar la muerte de esa criatura que todavía no acaba de nacer.

La batalla del 7 O, no es una jornada electoral más. Es una batalla decisiva, donde avanza la llama de la libertad, la dignidad, la soberanía y los derechos fundamentales, de los pueblos antiimperialistas del mundo o se impone el crimen, el saqueo, el genocidio y el proyecto esclavista del imperialismo mundial, que amenaza acabar con el planeta.

Llegó la hora del análisis bajo la lupa de la dialéctica de lo que ocurre en el mundo, bajo la bota imperial y la propuesta de los países emergentes que luchan por su definitiva liberación. No se trata señores de dos candidaturas, para escoger entre el más simpático y el más severo. Se trata de escoger entre dos proyectos de país, que paralelamente se convierten en dos proyectos globales. Uno que antepone la vida, la solidaridad, la justicia social, la equidad, la salud, la educación, el deporte y la cultura, como proyecto para el mundo y para la salvación del planeta, que es la propuesta bolivariana de Venezuela y el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. El otro es el proyecto del imperialismo a través de sus cipayos en Venezuela, que propone regresar al pasado, como súbditos del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, de la formula Merkel, bajo la premisa de que en la vida todo es mercancía y en consecuencia todo tiene un precio incluyendo al hombre como objeto o herramienta para la producción que alimenta al libre mercado y como tal, quien sustituye al Estado y pone las reglas del juego, para facilitar el gobierno de los banqueros, es decir del sionismo internacional, los dueños del complejo industrial militar, financiero y comunicacional, que sojuzga al pueblo norteamericano y dirige las invasiones y matanzas en los pueblos del Tercer Mundo, con la punta de lanza de sus agencias criminales la CIA y el Mossad, que se encargan de crear los escenarios de violencia e ingobernabilidad utilizando a los propios pueblos en confrontaciones fratricidas, para luego, llevarles las bondades democráticas y pacifistas de las fuerzas criminales de la OTAN, organización sicario del imperio, que está bañando de sangre en estos momentos los territorios de África y Asia, a través de sus intervenciones en Libia, Afganistán, Irak y ahora en Siria.

Estos últimos escenarios están en el proyecto que la ultraderecha con Capriles a la cabeza, tiene para Venezuela, luego de su aplastante derrota, en las elecciones presidenciales. Por eso alertamos a nuestros compatriotas a estar organizados y vigilantes para defender la victoria de los pueblos emergentes, porque el 7 O nos jugamos el destino de un mundo.



Periodista*



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

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