Si empezamos por evaluar numéricamente a nuestro mundo notamos que hay 198 países y el capitalismo solo ha sido “exitoso” en 35 países, los considerados países desarrollados. Ese “éxito” es sólo del 18% de los países del mundo ¿es entonces el sistema capitalista verdaderamente exitoso? Parece que bajo esos estándares de éxito el capitalismo es un fracaso en el 82% de los países del mundo. Ahora bien, de esas economías “exitosas” ¿cuáles han sufrido de anexiones, saqueos, esclavitud, colonialismo, imperialismo, genocidios? Otra pregunta, ¿cuántos de esos países se desarrollaron con un libre comercio o en medio de un mundo globalizado? ¿A cuántos presidentes nacionalistas de esos países fueron derrocados por el imperialismo estadounidense?
¿Cuántos de esos países le son impuestas las patentes para su desarrollo medicinal o tecnológico? ¿Cómo actuaron históricamente las oligarquías de esos países? ¿Actuaron en contra de su interés nacional? ¿Cuántos países se han “desarrollado” últimamente?
Recordemos que después de la independencia de las colonias, las potencias esclavizadoras se encontraban en una clara situación de ventaja económica. Además que la independencia nunca fue una verdadera independencia política y muchos menos económica. Luego con las políticas neoliberales y globalizadoras nos quisieron poner y a algunos países los pusieron a competir en igualdad de condiciones; porque cuando los países del “norte” tienen claras ventajas comparativas y competitivas, entonces si creen en la igualdad y en el “libre” comercio. Y en aquellos productos agrícolas y materias primas donde nosotros, los países del sur, tenemos esas mismas ventajas porque somos países abundantes en trabajo, ellos subsidian a sus productores para evitar que su sector primario y sus trabajadores se vayan a la ruina, porque eso es exactamente lo que pasa cuando se compite en condiciones desfavorables para un lado, el otro muere, es muy simple y las potencias lo saben muy bien.
En el caso puntual de América Latina, hasta finales de los 90s, no eran los pueblos latinoamericanos los que decidían el futuro de sus países sino los Gobiernos de turno de EEUU, que nos consideraban su “patio trasero” e intervenían en nuestra Latinoamérica cuando los gobiernos electos democráticamente no representaban los intereses de las transnacionales estadounidenses. Los presidentes más nacionalistas, es decir los que buscaban impulsar el desarrollo de sus países, eran trágicamente derrocados (Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, João Goulart en Brasil en 1964, Juan Bosch en República Dominicana en 1965, Salvador Allende en Chile en 1973, más recientemente Aristide en Haití, Manuel Zelaya en Honduras, intentos de golpe contra Chávez en el 2002 o Correa en Ecuador), esto sin contar con el posicionamiento estratégico de las bases militares estadounidenses en toda la región y las invasiones como la Haití en 1915, la de Granada en 1983 y Panamá en 1989 o el financiamiento a grupos opositores en Nicaragua, El Salvador en los 80s-90s, en Colombia hasta la actualidad y más recientemente el financiamiento de Súmate en Venezuela sólo por nombrar los hechos más relevantes. Esta política exterior de larga data de EEUU hacia Latinoamérica no sólo iba condicionando nuestro accionar político sino que también iban suprimiendo los verdaderos intentos de desarrollo económico.
Aunque algunos les duela admitir, es realmente a partir de la elección de nuestro Presidente Chávez en 1999, donde resurgen los presidentes nacionalistas en todo nuestro continente y las decisiones de los pueblos empiezan a ser escuchadas a pesar de la continuación de la política injerencista estadounidense. Sin embargo, cuando estos nuevos gobiernos latinoamericanos y caribeños tratan de aplicar políticas para estimular el desarrollo económico en sus países o la integración del continente se ven afectados por el verdadero régimen dictatorial financiero internacional que concentra la riqueza en manos de los bancos y las bolsas de valores porque es la economía de papel, la de apuestas, la de casino la que decide desde el precio del petróleo hasta el del café, maíz y otras materias primas llamadas “commodities”.
Actualmente el sistema capitalista está siendo fuertemente golpeado mientras manda a la pobreza a millones de seres humanos y es ahora el momento de continuar impulsando la construcción hacia el socialismo que es la única garantía de justicia, bienestar y vida para los seres que habitan nuestro único planeta.
Patria Socialista! Viviremos y Venceremos!nuestronorteeselsur@gmail.com