El Consejo de Estado: nueva fase de la Revolución Bolivariana

La creación del Consejo de Estado está contemplada en la Sección Sexta, artículos 261 y 262 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada por votación popular en 1999. Es competencia del Consejo recomendar políticas de interés nacional en aquellos asuntos en los que el Presidente o Presidenta de la República reconozca especial trascendencia y requieran su opinión y su actividad deberá estar normada –dice el texto constitucional- por una ley que reconocerá sus funciones y atribuciones.

El Consejo de Estado actual está integrado por ciudadanos venezolanos que representan las diferentes instancias y experiencias tanto del poder público como de la creatividad intelectual. En el presente caso, han sido nominados ciudadanos de destacada trayectoria, experiencia y participación en los procesos históricos y sociales que dieron origen a la Revolución Bolivariana, entre ellos nuestro gran amigo y compañero de cavilaciones y reflexiones sobre la sociedad venezolana, Luis Britto -García.

La sociedad venezolana y el actual proceso bolivariano están viviendo un momento trascendental de nuestra historia, momento que representa una ruptura histórica con el Estado Neocolonial Liberal Burgués que comenzó a ser estructurado por la burguesía venezolana en 1830. El camino recorrido por nuestro pueblo desde esa fecha corresponde con un intenso episodio de lucha de clases que fue enmascarado por la historiografía oficial que solo relevaba la ocurrencia de las guerras civiles, los caudillismos, y las dictaduras militares, haciendo la exégesis de las elites políticas y sociales vernáculas que se habían apropiado tanto del poder como de la plusvalía económica que este produce.

Desde el siglo XVI y particularmente a partir de 1830, la mayoría del pueblo venezolano, posiblemente el 99% de la población total de la República, vivió en la pobreza, acogotado por las enfermedades, el hambre y la ignorancia, despreciado por aquella minoría de venezolanos y venezolanos que se limitaban a usufructuar y dilapidar la riqueza que arrancan de las manos del pueblo.

La historiografía burguesa, a partir del siglo XIX, reseña in extenso el pensamiento político de sus intelectuales orgánicos, capital valioso, sin duda y en algunos casos progresista y socialmente sensible, pero carentes de una práctica una pasión política que les permitiese combatir y derrotar el modelo político neocolonial monoproductor-agroexportador, luego neocolonial petrolero rentista que se instaló en Venezuela hasta 1999. Quienes tuviesen interés es profundizar estas ideas, pueden buscar en mi último libro publicado en 2011 por el Banco Central de Venezuela.

La designación exitosa de los miembros del Consejo de Estado no hubiese podido, en nuestra opinión, hacerse antes de esta fecha: es ahora, en estos meses que preceden la victoria electoral del 7 de Octubre de 2012, cuando ha comenzado a concretarse y tomar forma definitiva el pensamiento que anima la filosofía política de la Revolución Bolivariana. Ello se refleja en la variada y valiosa representación de ciudadanos que integra este primer Consejo de Estado.

El proceso bolivariano ha tenido en el Presidente Comandante Hugo Chávez Frías, el líder carismático, sabio y pasional que ha sabido movilizar las fuerzas y movimientos sociales que animan la historia del pueblo venezolano, hacia el logro del ideal socialista. Ello ocurrió desde inicios de este segundo milenio d.C.,, cuando casi todos los dirigentes y líderes del frente latinoamericano de izquierda, menos las honrosas excepciones de Fidel y Daniel entre otros, daban por descontado el triunfo universal del capitalismo neoliberal.

Estos doce años de dura e incansable lucha contra el poder imperialista mundial, han permitido al Comandante Presidente aquilatar su visión histórica, filosófica y política de la Revolución Bolivariana y de la integración latinoamericana que es, ya de si, un evento que impacta la historia de la humanidad.

Por otra parte, hay una nutrida generación de venezolanos que ha vivido, analizado y comprendido esa misma experiencia desde diferentes ángulos de visión. Ello es sumamente valioso en este momento histórico que perfila la consolidación de la Revolución Bolivariana. Eso lo sabe el imperialismo, lo sabe también la oposición venezolana que vive su hora más menguada debido a la incapacidad de sus dirigentes y al excesivo nivel de ignorancia que externalizan sus seguidores.

Pero el imperialismo no se dará por vencido tan fácilmente. Ya lo hemos visto recientemente con la grotesca intervención de la OTAN en Libia, el horrible asesinato de Muahmar Ghadaffi y de buena parte de su familia, con el beneplácito de las Naciones Unidas y la bochornosa altanería de Hilaria Clinton, del expresidente mafioso Sarkozy y de los tristes payasos que dirigen la OTAN. Lo estamos viendo ahora en el caso de Siria, donde la OTAN y el imperialismo al no contar con el apoyo de Rusia y China para su aventura militar, recurren no solo a la intervención de ejércitos mercenarios (AlQaeda incluida) y al terrorismo (que oficialmente dicen combatir) para derrocar al Presiden Al Assad que cuenta con el respaldo mayoritario y democrático de su pueblo.

Las mismas fuerzas oscuras que dicen haber iniciado la “Primavera Arabe” para cambiar el mapa político del Medio Oriente a favor del Imperialismo, ahora se asocian con la derecha terrorista cubano-americana de Miami, apadrinada por el Mossad, la CIA, el Departamento de Estado y quien sabe cuales otros gobiernos cipayos latinoamericanos, para atentar contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y quizás también Brasil y Argentina. Como dice el Presidente Chavez, “por más que se tongoneen se les ve el bojote”.

Al mismo tiempo, las fuerzas que mueven la historia acentúan las contradicciones sociales y económicas dentro del capitalismo neoliberal tanto en Europa como es Estados Unidos. La tesis germana de la austeridad económica, ha logrado desbaratar el estado de bienestar europeo construido durante el siglo XX, para entregarle todo el poder económico, financiero, político, social y cultural al grupo hegemónico de la banca sajona-sionista. Como el movimiento de la historia es dialéctico, no-lineal, está haciendo revivir simultaneamente los antiguos restos del frente de izquierda antiimperialista que logro sobrevivir a la debacle del socialismo soviético.

El Consejo de Estado tiene, pues, la tarea de ayudar a la reflexión, la práctica y las decisiones políticas del Comandante Presidente Chávez, en esta hora crucial de nuestra historia. ¡Viviremos y venceremos!

mario.sanoja@gmail.com


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Mario Sanoja Obediente

Escritor, antropólogo y docente universitario


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