Si bien es cierto que los accidentes en plantas eléctricas nucleares han sido pocos a lo largo de los años desde que se instaló la primera, incluso se considera como dentro de las energías “limpias” en cuanto a la emisión de CO2, tampoco deja de ser cierto que cuando ocurren accidentes, todo el entorno cambia y nunca para bien, ni por poco tiempo.
Venezuela no es Japón, pero hay que tomar las experiencias de los demás para tratar de no cometer los mismos errores, o al menos minimizarlos. Japón tiene 55 plantas eléctricas nucleares y piensa construir 11 más (http://www.ambientum.com/revistanueva/2007-02/energia/japon.asp), tiene una superficie de un poco mas de 370.000 Km2, para más de 120 millones de habitantes, eso es un poco mas de 300 personas por kilometro cuadrado, además, casi no tiene agua potable, son pocos los ríos utilizables para tal fin. Venezuela es 3 veces mayor en territorio y tiene casi 6 veces menos personas por kilómetro cuadrado; Los estados Bolívar y Amazonas tienen la superficie de Japón. Nuestras aguas, que a pesar de tener ríos grandes y caudalosos, gran parte de ellos no nacen en nuestro territorio, pero gracias a nuestra densidad poblacional, son suficientes para nuestro uso y existencia.
Lo anterior lo digo para poner en contexto algunas similitudes entre ambos ambientes, por no decir países, donde son evidentes las diferencias. Por otro lado tenemos algo bien conocido por todos: Los medios de comunicación, quienes son usados algunas veces, otras se prestan para hacerse cómplices de las situaciones, y aquí no tenemos diferencias. No conocemos, o al menos no sabemos, sobre los accidentes en plantas nucleares, pues siempre se han minimizado gracias a los medios de comunicación incomunicantes, como diría Eduardo Galeano; El Primer Ministro japonés informó a las pocas horas del terremoto / tsunami, cuando ya se conocía la afectación a la planta nuclear, que “todo está bajo control” y que la radiación, también “estaba controlada”, palabras más, palabras menos.
Tampoco sabemos las razones técnicas que llevó al gobierno japonés a colocar una planta nuclear en una zona de alta sismicidad, y esto lo digo con absoluto conocimiento, más aún con la experiencia de sus ingenieros en esa área, pues es su supervivencia. Podemos deducir las razones de índole geográfica (se requiere mucha agua), y hasta política, incluso de necesidad poblacional, pero eso no justifica el sacrificio de cientos de miles de personas. Como dice el dicho: “Pan para hoy, hambre para mañana…”.
La inquietud del Sr Valencia y sus vecinos está más que justificada. Nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, en el proceso de construcción del socialismo como única vía para el bienestar de todos los venezolanos, debe tener mucho ojo al permitir la construcción de plantas nucleares en zonas de alta sismicidad, debe considerar varios factores.
Nuestro planeta esta fracturado en forma natural. Esas fracturas no se ven porque están “ocultas” por tierra, vegetación, mares, formando lo que los geólogos llaman: Placas Tectónicas, hay más de 60 en el planeta unas más grandes que otras, pero la actividad entre ellas son causa de temblores, terremotos y maremotos, así como los conocidos tsunamis en algunos casos. Venezuela, la parte norte costera desde Güiria hasta el Zulia, es altamente sísmica; Existe un sistema de fallas geológicas activas, debido a que, al igual que Japón, nuestro territorio está en el borde de una de esas placas tectónicas (Placa Suramericana, Japón está en la Placa Euroasiática), las cuales se mueven constantemente produciendo sismos, que si bien pueden ser de pequeña intensidad (ente 2 y 4 grados Richter, en el caso nuestro), nunca se conocen los cambios de esas mismas placas, pues forman parte de la naturaleza del planeta (Caracas 1812, 1967, con intensidades mayores a 7, Cariaco 1997 más de 5 grados, Carabobo 2009, mas de 6 grados, Güiria 2010, más de 5 grados); Cuando tiembla en Chile (que es el borde sur de la misma Placa Suramericana), en el Estado Sucre aumenta el grado de sismicidad normal, pero como dije, no es una regla, la geología es inexacta pues depende de la naturaleza misma y debido a esa inestabilidad es que se hace delicada la construcción de plantas eléctricas nucleares en bordes de fallas, como es el caso de Japón. Hay otro dicho: “Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo…”.
Y solo estamos hablando de la posibilidad de la exposición a radioactividad en caso de un accidente en una de esas plantas, pero ¿Qué pasa si nunca ocurre ese pronóstico dantesco? Pues, los desechos radioactivos son i-m-p-o-s-i-b-l-e-s de eliminar. La actividad radioactiva duraría por los siguientes 10.000 años. Hay países (Estados), que viven de recolectar esos desechos radioactivos y enterrarlos en sus propios territorios, con los subsecuentes daños ambientales.
Estoy de acuerdo con el uso pacífico de la energía nuclear, pero solo como respaldo, no como principal recurso, aunque esto tampoco garantiza nada de lo expuesto antes.
Sr Presidente, Camarada y Compatriota, tenga mucho cuidado cuando escoja el sitio para la realización de una planta eléctrica nuclear, si queremos tener una Patria para nuestros hijos, dejémosle soluciones y no problemas, tome la decisión con el corazón que lo apoyaremos siempre.
Contribución - Alarma ecológica, Desafío mundial
Por:
Víctor Casasnovas
Estoy completamente de acuerdo con el artículo del Sr Darío Botero Pérez, publicado un poco más temprano ¿Qué faltaría agregar? Pues tomando en consideración el artículo del Sr Walter Valencia, escrito ayer (Energía Nuclear Pal Sipote), a quién apoyo también en su inquietud, debemos alertar a nuestras autoridades, comenzando por Nuestro Comandante Hugo Chávez Frías, a que se pongan la mano en el corazón y escojan entre varias alternativas energéticas actuales y se desarrollen en nuestro país las más adecuadas.
La decisión que tomen, bien sustentada, será apoyada por todos los que, de una u otra forma, estamos contribuyendo a tener una nación digna para siempre. El detalle está en los grados de compromiso que el Estado tenga con otras corporaciones o gobiernos foráneos con el objetivo de obtener resultados rápidos, pues el petróleo también se nos agotará en algún momento.
No se deben tomar decisiones por “cumplir” un compromiso con cualquier Estado amigo, podemos buscar alternativas y cambiar esas escogencias como estado soberano que somos. No sería la primera vez que convencen al Sr Presidente a tomar una acción y después deba rectificar, eso es lo grande de Nuestro Comandante Presidente, el detalle está en que con la energía nuclear no hay arrepentimiento posible…
Insisto, no se debe desechar la energía nuclear en forma definitiva, pero tampoco que sea la primera y mucho menos la única escogencia. No quiero decir con esto que crea que será así, solo lo menciono para que exista una discusión abierta y se analicen todas las alternativas. Ya el Sr Presiente lo ha dicho en varias oportunidades, y de hecho sé que están buscando y desarrollando alternativas, pero no han dejado de mencionar la energía nuclear, incluso creo que hay proyectos de 3 plantas en el país… Sr Presidente, hay que ser cuidadoso con esto.
Ya la avaricia humana, coronada con el capitalismo, ha hecho que la única herencia que le estamos dejando nuestros descendientes, es un planeta en vías de exterminio. Incluso el capitalismo ha hecho que hasta los grandes súper millonarios del planeta, no piensan en sus propios hijos, no les importa, “es un problema de ellos”, dirán. Consideran que con todo el dinero que tienen lograrán sobrevivir. Ya conocemos lo que piensa Bill Gates sobre la sobre-población: “Hay que vacunar a las mujeres, que las inhiba de procrear..!” o el multimillonario David Rockefeller, quien llama “masa inútil” a todo aquel que no pertenezca al Grupo Bilderberg.
Solo el Socialismo podrá salvarnos. Debemos, tenemos, que construirlo en base a una sociedad sana, inteligente, preparada de manera social, física, mental y política.