¡Los extremos se tocan! -reza el aforismo popular- y nada más que ver a Ismael GarCIA que ayer desgañitaba como el que más en defensa del “dictador” mientras que hoy lo ataca con idéntico desgañitamiento y furia.
Un tal Luis Miquilena y otros tales como Carlos Melo, Albornoz, Luis Velásquez Alvaray, Falcón Crest (Lara), Puchi, Ernesto Alvarenga y, una mara y un canasto, son expresión testimonial de que quienes se ubican en el extremo ultra progresista suelen pasarse al extremo ultraconservador, fácilmente.
¿Mimesis aristotélica o maroma del camaleón? -¿Náusea?- ¡hay que tener estómago!
Ser consecuente con las más íntimas convicciones revolucionarias es un valor inestimable. Hoy ello está de manifiesto afortunadamente en la persona de Soto Rojas, lo que es alentador para el movimiento popular.
Mención aparte merece el malhumorado Teodoro porque en el colmo de su cinismo invoca la “dictablanda” de Rómulo Betancourt en contra de la “dictadura” de Chávez y especula procaz y con su cara bien lavá.
El malhumorado Petkoff es un “Especulador Procaz” y puesto que los extremos se tocan, nada extraño sería que él terminase en las bienhumoradas páginas de “El Especulador Precoz”.
“Talcual” como todos los preñados de buenas intenciones, Petkoff tuvo un parto indoloro cuando aplicó su paquete neoliberal desde la cartera de Cordiplán; doloroso fue para el pueblo trabajador que preñado de “malas intenciones” parió, con insufrible dolor, a un líder: “El dictador” de este reeeeeeeegiiiiimen tiránico y despótico, Chávez.
¡Qué vaina, de Zurda Konducta otrora, y en un fatigoso maratón en zigzag, Petkoff pasó al extremo del otro lado pero llegó tan exhausto que ni para debatir con Blanca Ibáñez tuvo fuelle, qué lástima!
Con tanta chatarra en su cabeza, el saltimbanqui de marras tuvo la opción de oír la brillante charla educativa que Aristóbulo le dio a Ramos Allup en la Asamblea Nacional, esta mañana.
No obstante, chatarra no coge alineación ni balanceo.
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