15 de septiembre de 2024.- Una investigación interna realizada por el Servicio Secreto de EEUU podría revelar graves irregularidades en su trabajo durante el mitin del candidato presidencial Donald Trump en julio, donde tuvo lugar un atentado en su contra, subraya el diario 'Washington Post'. Sus resultados podrían ser publicados durante la próxima semana, añade.
"Una investigación del Servicio Secreto ha confirmado los fallos de seguridad que allanaron el camino para un intento de asesinato a Donald Trump, al mismo tiempo que ha revelado nueva información", señala el periódico, citando a dos altos funcionarios del Gobierno informados sobre el caso.
Los miembros del Servicio Secreto de EEUU (USSS, por sus siglas en inglés) habían planeado originalmente colocar equipos masivos y banderas entre el tejado desde el que dispararon a Trump y en el escenario donde estaba interviniendo, pero eso nunca fue realizado, de acuerdo con el medio.
Además, fueron detectadas graves deficiencias en el sistema de transferencia de información, procede del artículo. Entre ellas:
La sala de radio de los agentes del servicio, que debía recibir en tiempo real las alertas de los policías que patrullaban, no era capaz de hacerlo y, por tanto, no funcionaba correctamente.
La alerta emitida por la Policía no fue recibida por todos los agentes del USSS.
La foto de la persona sospechosa que más tarde disparó a Trump solo llegó a un agente.
Los resultados de la investigación podrían ser publicados la próxima semana, indica el diario. Asimismo, informa que el jefe en funciones del USSS, Ronald Rowe, ya resumió la investigación en discursos privados a miembros del Gobierno y aseguró que ha tomado medidas para solucionar las deficiencias existentes.
El 13 de julio tuvo lugar un atentado contra el expresidente estadounidense Donald Trump durante su discurso de campaña en Pensilvania. El tirador, un joven de 20 años identificado como Thomas Mathew Crooks, fue eliminado por los oficiales del USSS.
Las actuaciones del Servicio Secreto han sido evaluadas negativamente en el ámbito estadounidense y en todo el mundo, mientras que la directora del organismo, Kimberly Cheatle, calificó el intento de asesinato como "el fracaso operativo más grande" de la agencia y renunció al cargo.