Estructuración del Partido Socialista Unido de Venezuela

A propósito de la estructuración del partido debemos remitirnos a su esencia conceptual, para que todos: dirigentes, militantes y simpatizantes; caminemos con pocos escollos, la senda que habremos de transitar.

El Partido Socialista unido de Venezuela se define como un partido de masas y de cuadros y “…tiene la responsabilidad de formarse y educarse en la historia y en las experiencias humanas, para afrontar con criterio propio la tarea de creación e invención permanente del socialismo.” Tal concepción se expone en el artículo 2 de los Estatutos del Libro Rojo, el cual comprende además, los Principios y Las Bases Programáticas que en su conjunto constituyen, el compendio doctrinal y organizativo fundamental del PSUV.

Ser un partido de masas implica entre otros factores, estar conformado por personas procedentes de las más disimiles corrientes del pensamiento, lo cual es en sí mismo enriquecedor, no obstante, está el riesgo latente de la dispersión. Por ello han de emanar del órgano ductor del partido, líneas y metodologías acertadas para organizar y cohesionar ideológicamente tal masa, como en efecto en estos meses se está haciendo, en hora buena, en nuestra organización. Pero no es fácil. No es fácil acometer para los cuadros la tarea de organizar y formar doctrinariamente a casi un sexto de nuestra población nacional inscritas en las filas del partido, pero es un reto que debemos asumir con vocación y convicción revolucionaria para que a la postre podamos decir, efectivamente: somos millones una sola voz…

El reto de estructurar el partido desde las dimensiones organizativa y formativa a partir de las bases está en curso, casi en su recta final. Por ello, me parece conveniente hacer ciertas reflexiones en torno a cada una de ellas.

Algunos de nuestros dirigentes o sencillos militantes, sucumben a la tentación de darle preponderancia a la dimensión organizativa por cuanto piensan que el partido debe ser sólo una gran maquinaria electoral para detentar el poder, ¿…y después qué? Se preguntaría algún vanguardista. Y después se sigue reeditando saltatalanguerismo ante cualquier descontento con un organismo del Estado, porque muchos militantes no tienen claro todavía (aún inoculados por la cultura capitalista) que estamos construyendo un modelo político-social diferente, que este no es un gobierno de transición. Pero sin duda, de ello somos responsables en gran medida los dirigentes que, a doce años de ascender al poder el comandante Chávez y a cuatro años de fundar el partido, no nos hemos encargado de ayudar a la formación doctrinaria socialista de nuestra militancia.

Concomitante a la anterior dimensión, tenemos la formativa, para lo cual empezaré aludiendo algunos aspectos que me parecen relevantes resaltar y sean tomados en cuenta en el proceso educativo de nuestros y nuestras camaradas. Muchos compatriotas hablan de la formación ideológica necesaria dentro del partido y para ello se remiten a la urgente lectura y discusión de los textos de Marx y Engels, por ejemplo. Cabe preguntar en primer término, ¿qué es lo ideológico o qué es ideología? En la acepción Marxista, ideología es el sistema de representación del mundo que utiliza la clase dominante para legitimar su posición privilegiada frente a las clases oprimidas (en la contemporaneidad lo que vemos en la televisión, la religión…); en tanto que para la sociología la ideología es todo conjunto sistemático de creencias que intentan explicar al hombre y el mundo; y también se la define como el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona o colectividad. Ninguna de la tres aproximaciones a la definición del concepto ideología, aceptadas formalmente se adecúa al uso que dentro de la militancia se le da al mismo, por lo cual en aras de nuestra formación sustantiva como partido de la revolución socialista universal, debemos hacer las consideraciones pertinentes. Por lo tanto, cuando aludamos la necesidad de formación, deberíamos referirnos a la formación doctrinaria. Y en ese sentido podemos discernir sobre conceptos, principios, métodos…Sólo así, podemos lograr que el conjunto de ideas de un grupo determinado sea similar. De este modo si advertiríamos, que estamos fomentando la cohesión ideológica, lo cual es un principio de la democracia socialista según el Libro Rojo (p.52). En segundo término, se nos solicita en los estatutos y a su vez solicitamos como sujetos de este proceso transformador, crear e inventar permanentemente el socialismo formándonos en la historia y experiencias humanas, ello implica que para llevar a cabo un proceso de formación de la militancia del partido debemos iniciarlo desde el análisis crítico-reflexivo de la realidad de cada camarada y de su entorno, así como desde texto fundamentales doctrinarios de nuestro socialismo en construcción, tales como el Libro Rojo y el Proyecto Nacional Simón Bolívar en el cual se delinea desde siete áreas (sus siete líneas estratégicas) la Venezuela a edificar. Esto por supuesto, deberá ser complementado progresivamente con la bibliografía que sugiere la Coordinación Sectorial de Formación del Partido, en la cual se encuentran el Manifiesto Comunista y otros textos que cimentaron la otrora experiencia socialista europea.

Es necesario que entendamos, Dirección Nacional del Partido, Equipos Regionales, Municipales y Parroquiales, que el proceso de formación en la doctrina psuvista, por la cuantía de militantes, debe ser dinámico, creativo y por supuesto, consustanciado con nuestra realidad inmediata para en esa puja análisis-reflexiva, se dé la trascendencia de lo local a lo universal y de modo inverso.

Ya, a modo de sugerencia para los y las camaradas que están buscando maneras para la formación de los cuadros que irán a debatir dentro de las patrullas de vanguardias, es menester, hacernos y respondernos algunas preguntas de tal manera que vayamos construyendo una metodología de trabajo. Sugiero interrogarnos:

¿Qué temas tratar? ¿Cómo hacerlo? ¿Con quienes lo vamos a tratar o discutir? ¿Dónde hacerlo?

Estas son preguntas que nos ubican en un concepto, en su pertinencia, en su densidad, en las reflexiones que hemos hecho del mismo; todo ello necesario para determinar como abordarlo y cuáles dinámicas utilizar, las que tendrán que ser adecuadas a la madurez intelectual o cronológica de los y las camaradas participantes. Asimismo nos indican la necesidad de prever el lugar y su acondicionamiento, convenientes para que existan los menos “ruidos” posibles en ese compartir de saberes. Eso sí, en el terreno de la discusión y la búsqueda del conocimiento, debe estar presente el método dialéctico de Karl Marx como herramienta de análisis científico con su tríada: antítesis, tesis y síntesis

En suma, la estructuración del partido comprende dos dimensiones, las organizativa y la formativa, que si bien una ha sido preliminar a la otra en cuanto a inicio, se deben juntar y complementar permanentemente. ¡Ahora es el momento!

aquileonarvaez@hotmail.com


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